Etiqueta: Las deudas de la democracia

| Por Nelly Minyersky y Andrea Soledad Villeres | Es indudable que a lo largo de las últimas décadas se han logrado importantes avances en relación a los derechos de las mujeres. Sin embargo, aún existe una gran deuda vinculada al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Para lograr una verdadera igualdad entre hombres y mujeres que nos permita pasar de la teoría al ejercicio pleno de derechos, es imprescindible remover patrones culturales, prevenir la violencia de género y desarticular las relaciones de poder sobre las mujeres que promueven y sostienen la desigualdad.

| Por José R. Jauregui | Nuestro país se dirige hacia el envejecimiento de su población, y si bien nuestra democracia ha generado muchos avances sociales y leyes protectoras, aún quedan muchos problemas por resolver. El desarrollo urbano, el acceso al mercado laboral, la educación, la participación ciudadana, el sistema de salud, y la pérdida de roles sociales después del retiro laboral son temas pendientes de mejoras. Debemos ser más inclusivos y respetuosos, no solo por lo que nos han dado, sino porque también ese es el futuro de todos.

| Por Víctor Pochat | El agua es un insumo fundamental para la calidad de vida de una sociedad y atraviesa cada ámbito y actividad de esta, siendo especialmente sensible su acceso y utilización en los sectores más vulnerables de la población. En nuestro país sigue siendo elevado el número de habitantes que no tienen cubiertas sus necesidades vinculadas a este recurso, por lo que se hace indispensable generar políticas de Estado para atender todos los problemas que se desprenden de su gestión.

| Por Héctor Sejenovich | No puede existir un ambiente limpio en la pobreza y la indigencia. De allí que la justicia ambiental no pueda ser pensada separada de la justicia social. Si tenemos en cuenta de dónde venimos y hacia dónde vamos como sociedad, nos encontramos ante una encrucijada: o cambiamos nuestra forma de consumir, o nunca podremos alcanzar la equidad social, pagando además con la degradación ambiental definitiva.

| Por Andrea Catenazzi | En nuestro país la población urbana supera el 90%; sin embargo, el acceso desigual a la ciudad no ha sido planteado como cuestión en la agenda de los diferentes gobiernos. Para saldar esta deuda es necesario debatir la función social de la propiedad y de la ciudad, buscando alcanzar una nueva concepción de la propiedad privada que sea compatible con los derechos humanos.

| Por Horacio A. Feinstein | En los últimos treinta años la población urbana ganó en importancia debido a su incremento en contraposición a la población rural, pero en este proceso la ciudad fue modelada según la conveniencia del mercado y en detrimento del interés público. Los fenómenos de la construcción y el tratamiento de los residuos son un claro ejemplo. Sin dudas, la mayor deuda de nuestra democracia en este terreno es la ausencia de planificación.

| Por Roberto Kozulj | Las políticas energéticas requieren ser pensadas para el largo plazo. Sin embargo, nuestro país se caracteriza por un pendular según el humor y los ciclos de la economía global. Un sector energético que encarna una continua disrupción de las visiones acerca del rumbo que se debería emprender en aspectos tales como los institucionales, los regulatorios, los referidos a la política de precios, tarifas y subsidios, etc., necesita de manera urgente una planificación que nos permita vincular la provisión de energía al modelo de desarrollo.

| Por Héctor Pedro Recalde | Toda actividad productiva o laboral entraña riesgos para la salud y seguridad de quien la realiza. Por eso, la participación de los trabajadores en este ámbito es imprescindible, ya que son ellos quienes mejor conocen los riesgos y por lo tanto quienes pueden aportar las medidas más eficaces para eliminarlos, mejorando así las condiciones vida y trabajo, y contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

| Por Horacio Barri | Con la vuelta de las políticas neoliberales vuelve también la idea de la enfermedad como negocio. El complejo médico industrial genera en la población falsas necesidades, lucrando con el sufrimiento de las personas. Para poner un freno a la profundización de la desigualdad vinculada a la salud es necesaria la participación popular y la revalorización del rol del Estado como garante de la creación e implementación de un sistema universal de salud.

| Por Fernando Porta | La estructura económica de nuestro país no ha variado significativamente en relación con los años ’90. El capitalismo argentino se sigue basando en un modelo de negocios predatorio y con un sistema financiero más especializado en viabilizar operaciones especulativas que en apoyar la ampliación de capacidad productiva. Nuestra democracia necesita un cambio estructural que se apoye en un modelo productivo que permita un crecimiento sustentable, y a la vez, asegure y profundice la equidad distributiva. Eso solo será posible con la diversificación de la trama productiva.