| Por Stella Martín | Vivimos en sociedades mediatizadas donde la sola existencia de los medios de comunicación transforma nuestras prácticas. La noticia se genera en la misma sociedad que la consume, y en la cual el monopolio de la voz asegura una opinión pública con un solo oído. Es hora de revertir esta situación, de lo contrario, la democracia pierde.