| Por Marita González | En la presente etapa del capitalismo, las organizaciones sindicales intentan actualizarse en cuanto a formas de organización. Esto abarca la conformación de nuevas agendas, la articulación con movimientos sociales globales y el desafío de mantener la capacidad de negociación frente a los conglomerados empresariales transnacionales. En el Cono Sur de nuestro continente, la tendencia actual es inversa.