| Por Silvina Ramírez | La Argentina no puede denominarse aún un Estado pluricultural, y está lejos de ser un Estado igualitario. Los pueblos indígenas siguen siendo marginales. El recurrente incumplimiento por parte del Estado de los derechos incorporados a la normativa vigente hace que el objetivo de la interculturalidad siga estando en un horizonte casi inaccesible. Es hora de abandonar las rémoras colonialistas y afianzar la autonomía y libre determinación de los pueblos.