| Por Paola Bolados | El sistema impuesto en las últimas cuatro décadas configura el centro de los conflictos socioambientales/territoriales actuales. La privatización de las aguas y el mercado creado en torno a ellas generaron una crisis que vulnera los derechos humanos de muchas comunidades. A su vez, el imaginario minero que históricamente ha animado al país se quebró en el último período, mostrando su impacto negativo sobre el territorio y la salud de las poblaciones. Esto se ve respondido por una nueva racionalidad eco-socio-ambiental, que nace de las organizaciones autoconvocadas.