Salud Colectiva. Problemas y Propuestas. Epidemiología Comunitaria (EPICOM)

Salud Colectiva. Problemas y Propuestas. Epidemiología Comunitaria (EPICOM)

El actual modelo de atención de la salud, dominante en esta etapa del capitalismo financiero, tiene como eje el tratamiento de las enfermedades más que el cuidado y la prevención. Desde la reflexión y la práctica, este número propone alternativas.

| Por Horacio Barri y José Carlos Escudero |

La salud individual y la Salud Colectiva configuran un campo de conocimiento amplísimo que va desde problemáticas puntuales que afectan a un solo individuo hasta los conflictos que resultan de un mundo globalizado epidemiológicamente y cada vez más vinculado por las cadenas de valor supranacionales del capitalismo financiero. Un ejemplo reciente es la condena por ecocidio a Bayer Monsanto dictada en La Haya por el Tribunal Permanente de los Pueblos, que ya está teniendo derivaciones en la Justicia legal internacional.

Hace casi 40 años, para enfrentar esta situación, la OMS propuso un cambio paradigmático de modelo médico, al que llamó Atención Primaria de la Salud (APS), y convocó a los gobiernos de todo el mundo a adherirse. Significaba colocar el centro de las prioridades en la causalidad de los problemas que generan el desbalance en el proceso de salud/enfermedad y que tienen que ver con las condiciones y medio ambiente de vida y trabajo o no trabajo de las poblaciones.

Esto es muy importante porque la lógica vigente hasta ese momento, priorizando el tratamiento de las enfermedades, ocultaba y desplazaba la causalidad. No se trata de ignorancia, sino que desde el Complejo Médico Industrial (productores de medicamentos y aparatología) y el Complejo Económico Financiero (aseguradoras privadas, gerenciadoras, etc.) se trabaja activamente para esta concepción, en función de su lógica de lucro.

La concepción de la APS era revolucionaria sobre todo porque proponía facilitar la participación popular en los sistemas de salud, que hasta entonces eran manejados solo por “expertos” y, por lo tanto, alejados del padecimiento de los problemas concretos que viven las mayorías populares. Hoy, luego de 40 años, vemos que solamente se permitió la participación popular en algunas acciones y no en la discusión de las decisiones a tomar frente a los problemas de salud colectivos. Esto sucede porque el interés del poder financiero mundial es que el eje siga siendo el tratamiento de las enfermedades, que les permite usar cada vez más las mercancías que producen para tratarlas, en lugar de trabajar para su erradicación.

Aún se la sigue llamando APS, pero ahora significa Atención Médica Primaria, o sea que lo único que conserva de la idea original es llevar la atención médica lo más cerca posible de los lugares de vida de la población. Una propaganda cada vez más sutil enfatiza sobre el progreso y la ciencia como su sostén, tratados como verdades absolutas. Esto ha llevado a algunos científicos a decir que “la medicina es una tecnicatura” porque no genera conocimiento sino que, en general, utiliza acríticamente lo que le propone el mercado, tanto para los diagnósticos como para los tratamientos. Y no hay quejas populares, no puede haberlas, pues el “conocimiento” aparece guardado bajo siete llaves por “expertos” y, sobre todo, protegido por el miedo a la muerte, a la que la medicina parece ser la única capaz de postergar.

Para poder cambiar estos criterios hegemónicos se debería transitar por un camino de preguntas correctas: qué nos pasa; a causa de qué; qué podemos hacer sobre esas causas; hacerlo y medir el impacto de las acciones. Sería entonces cuando se transformaría la APS en Epidemiología Comunitaria.

En este tercer número monográfico sobre Salud de Voces en el Fénix, los coordinadores individuales de los dos anteriores sobre el tema (7 y 41) hemos aunado nuestros esfuerzos. Ante una oferta potencial de problemáticas enorme, decidimos enfatizar la Epidemiología Comunitaria, para echar a volar el razonamiento en forma compartida, porque estos problemas que analizarán los autores no se solucionarán solo comprendiendo, sino también pensando en acciones transformadoras.

El primer artículo, “Participación popular y Epidemiología Comunitaria”, de Norma Fernández y Horacio Barri, es una síntesis que aborda el tema desde la experiencia concreta en nuestro país durante estos últimos 25 años: cómo se fue configurando y con qué resultados y perspectivas. La EPICOM es el resultado de llevar adelante una visión novedosa: la epidemiología puede y debe ser abordada tanto en el ámbito comunitario como en el accionar de los trabajadores de la salud, que encontrarán así una repotencialización en el intercambio con la población. La tan mentada concientización no se logra solo con modelos racionales preestablecidos, sino con prácticas que atraviesen el cuerpo todo a través de la experiencia.

“Actualidad de la EPICOM en los escenarios globales” pertenece a Gianni Tognoni, quien a finales de los años ’70 del siglo pasado fuera uno de los impulsores de la APS desde la OMS. Fue también uno de los primeros en reconocer que en la práctica se había transformado en otra cosa, y propuso la Epidemiología Comunitaria como alternativa superadora, trasladando el observatorio epidemiológico desde los centros de gobierno a las comunidades, allí donde se producen y sufren los padecimientos… Ahora hace un balance de lo ocurrido con esa propuesta en el contexto de las últimas décadas, reflexionando que la experiencia combinada del trabajo en salud, derechos humanos y de los pueblos documenta uno de los vacíos más evidentes de la situación actual.

Por su parte, José Carlos Escudero, en “Reflexiones sobre la construcción de poder político en el territorio por medio de la Epidemiología Comunitaria”, analiza los cambios y reacomodamientos territoriales que están ocurriendo y cuáles serían los posibles futuros escenarios en la salud mundial a partir de la transformación del capital productivo en otro esencialmente especulador. No escapa a este análisis el rol que cumplió el desplazamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de su papel rector de la salud mundial, por parte del Banco Mundial (BM) a partir de comienzos de la década de los ’80. Describe las dos estrategias actuales enfrentadas: la del capitalismo financiero volcado a la salud (CFVS) y la de los Movimientos Populares Contrahegemónicos (MPC) que reivindican la salud como un derecho humano no mercantil, entre los que coloca a los que reivindican y practican la EPICOM y a los que propone sumarse, haciendo además reflexiones sobre el “territorio”, en el cual se ejercen acciones de salud dentro de una estrategia de control espacial, que puede inclusive llegar a ejercerse en un contexto de defensa ante alguna agresión armada extranjera.

“De cómo una conducta racional con los medicamentos puede financiar políticas basadas en la EPICOM” es el trabajo de Juan Canella, que analiza la perversión del mercado especulador en este esencial campo, con precios abusivos y Estados ausentes de su rol de regulación y control. La medicalización de la vida y la medicamentalización de la salud son los elementos centrales de esta estrategia que emplea la industria de los fármacos, destaca. Si se usara una política científicamente racional en el uso de los medicamentos, se ahorraría tanto dinero como para implementar políticas basadas en la Epidemiología Comunitaria.

Historias de vida –en este preciso momento de espanto, confusión y zozobra en la sociedad argentina– se ven reflejadas en el trabajo de Vida Kamkhagi y Osvaldo Saidon, que titulan “Grieta y subjetividad, una clínica”. Es un análisis sobre las canalizaciones desafortunadas que hacen amplios sectores de la sociedad argentina ante la angustia y frustración que les provoca la pérdida del empleo en la restauración de proyectos neoliberales, junto a las consecuencias devastadoras en su salud psíquica y en sus vínculos provocadas por las políticas de penalización de la protesta social, con su carga de temor, frustración e impotencia.

Débora Tajer toma un tema de notable actualidad al que ella viene dedicándose desde mucho antes que las calles fueran ocupadas por infinidad de mujeres: “El aborto como problema de salud pública”. Recorre este escenario que ahora emerge como un gran iceberg y compara otros contextos con el nuestro, identifica problemas tanto anteriores como actuales e imagina futuros posibles. El debate instalado con fuerza arrolladora por millones de ellas, jóvenes ante todo, acompañadas por sus antecesoras y por cada vez más hombres, se incorpora como una cuestión antipatriarcal, pero simultáneamente anticolonial y anticapitalista. En síntesis, es la construcción de legitimidad que arrastrará a esta actual y retrógrada legalidad. Como dice Débora, la cuestión se superará cuando comprendamos que no estamos hablando de problemas morales sino de falta de derechos.

El ex secretario de Salud Comunitaria y luego ministro de Salud de la Nación en el último gobierno popular, Daniel Gollán, reflexiona sobre la gestión y la política, en su “Gestionar la Salud Pública en un marco estructural desfavorable”. No solo se trata de los marcos en los que funcionan cada uno de esos espacios, sino las dificultades que generan la extrema fragmentación y la creciente cantidad de actores con capacidad de decidir o incidir en su funcionamiento. Sobre todo, se refiere al mercado y su capacidad de manipulación cultural sobre el sentido común de las poblaciones, basado en el criterio de que lo prioritario pasa por los tratamientos y no por lo preventivo sobre lo causal.

Lo que relata Vicente de Gemmis en “Experiencias innovadoras en Salud Mental, del Zoo al arte, del invento a la herramienta”, se refiere a la práctica de trabajar con niños y adolescentes con problemas emocionales que estaban alojados en hospitales psiquiátricos, para que “se cuidaran cuidando”: desarrollaron tareas como aprendices junto a los cuidadores de animales del Zoológico. Esto, que corresponde a una EPICOM espontánea, o sea algo que se sale de los parámetros admitidos por los saberes hegemónicos en salud, e incluye “teorizar sobre una práctica” como sintetizara el Dr. Fernando Ulloa, abordó una experiencia inédita que duró más de 20 años con resultados notables, hasta que las políticas del gobierno actual la destruyeron.

Héctor Seia, en “A cien años de la Reforma de 1918. La Reforma y otras cosas”, nos brinda una situada reconstrucción de aquel entonces y de la conjunción de causales que llevaron a que sucediera ese hecho histórico, pero también analiza con lucidez si cien años después queda algo vivo de la Reforma en nuestro presente, o sólo quedó en el inerte pasado. Puede así discriminar en los elementos vivos que la reflejan, como el pensamiento crítico y teorías emancipadoras como la propia EPICOM.

En el lapso de unas pocas décadas la salud se ha convertido en un área central para la formación de cadenas supranacionales de valorización para el capitalismo financiero. En todo el mundo el gasto relativo y absoluto en salud aumenta, especialmente su componente capital intensivo volcado al tratamiento de individuos enfermos, mientras relativamente se reduce el gasto mano de obra intensiva en prevención, contención y reparación. Los Estados nación, crecientemente limitados por inversiones, patentes, prioridades y políticas en salud que se determinan cada vez más supranacionalmente, tienen ante sí el desafío de reforzar su soberanía sanitaria.

Autorxs


Horacio Barri:

Médico. Diplomado en Salud Pública. Ex presidente de la Sociedad de Salud Pública de Córdoba. Miembro fundador y actual presidente del Movimiento por un Sistema Integral de Salud (MOSIS). Miembro fundador de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES). Miembro fundador del Grupo Argentino por el Uso Racional del Medicamento (GAPURMED). Ex secretario de Salud de la Municipalidad de Córdoba.

José Carlos Escudero:
Médico sanitarista y sociólogo. Ex jefe de Estadísticas Vitales y de Salud de Argentina, ex investigador de OMS, ex Profesor Titular de las universidades Metropolitana (México), UN de Luján y UN de La Plata (Argentina). Convencional Nacional Constituyente (1994). Actualmente, Profesor Emérito y Consulto de UNLu, Profesor Extraordinario Consulto de UNLP.