| Por Alicia Maguid y Marcela Cerrutti | Desde el inicio de la crisis en 2008 se perdieron más de 2 millones de puestos de trabajo en España, afectando muy fuertemente a la población inmigrante. Las continuas políticas de ajuste estructural y de reducción del gasto público profundizan el problema. Un escenario futuro cargado de incertidumbre y angustia.