| Por Juan S. Pegoraro | La función de la desigualdad social es preservar el orden social vigente. Para ello es fundamental el control social, ejercido tanto a través de la ley y el ejercicio de la violencia como de la impunidad que gozan las ilegalidades que cometen los poderosos. A continuación, algunos de los mecanismos que garantizan la permanencia del orden y la gobernabilidad.