
| Por Ariel Armony | Para ser efectivos, los proyectos globales requieren una narrativa convincente. Durante el siglo XX la narrativa de los Estados Unidos se basó en los valores de democracia y libertad como bienes universales. En el nuevo siglo esa hegemonía norteamericana se ve amenazada por distintos factores y la emergente China empieza a plantear una narrativa diferente, basada en las nociones de diversidad, igualdad e inclusión. Riesgos y oportunidades para la región en un mundo en constante cambio.