| Por Ezequiel Adamovsky | El mito de la nación blanca está sin dudas herido de muerte y nada permite suponer que pueda recuperar la solidez que supo tener. Esto pone en cuestión el esquema de jerarquías de clase y color de piel existente en nuestro país. La lucha por el derecho a la cultura propia y diferente de la población originaria y la no-argentina.