| Por Lorena Gutiérrez | Las familias y comunidades campesinas no tienen un marco legal que proteja su derecho de acceso y tenencia de la tierra. Las pocas medidas adoptadas no tienen por objeto dar una respuesta integral y definitiva a esta problemática. La ausencia de normas abona un terreno ya de por sí fértil para que los despojos de tierra a campesinos e indígenas continúen sucediendo.