Caracterización y situación actual de los bosques nativos en el centro sur de la provincia de Córdoba

Caracterización y situación actual de los bosques nativos en el centro sur de la provincia de Córdoba

Las formaciones boscosas que hace 100 años ocupaban más del 70% de la superficie provincial, hoy no alcanzan a cubrir el 10% y, de ellas, sólo un tercio corresponde a bosques en condiciones similares a las originales. Esta drástica reducción del bosque nativo ha generado pérdida de biodiversidad, de los procesos ecosistémicos y los recursos naturales. Todo esto obliga a revisar el modelo agroproductivo y los desarrollos urbanísticos hegemónicos.

| Por Antonia Oggero, Natalia De Luca, Evangelina Natale y Marcelo Arana |

Los bosques nativos están representados en la provincia de Córdoba por varios grupos de formaciones vegetales, diferenciadas tanto por su distribución espacial como por su composición florística y estado actual: Bosques Chaqueños de Planicie, Bosque Chaqueño Serrano, Bosque del Espinal y Bosques de Altura. Todas estas formaciones boscosas que hace poco más de 100 años ocupaban alrededor de 13.000.000 de hectáreas de las 16.500.000 que conforman el territorio cordobés (más del 70%), hoy no alcanzan a cubrir 1.250.000 hectáreas (menos del 10%) y, de ellas, quizás apenas 400.000 hectáreas correspondan a bosques en condiciones similares a las originales. Estos a su vez se han visto, en los últimos años, sometidos a presiones que han provocado una aceleración en la fragmentación del hábitat y la reducción de su superficie efectiva.

La situación de los bosques en el centro sur de la provincia de Córdoba es aún más extrema; para algunos autores los remanentes y fragmentos en estado aceptable no superarían las 10.000 ha. Los bosques originales fueron reemplazados por bosques secundarios, matorrales de sustitución, áreas cultivadas, espacios urbanizados, entre otros, como consecuencia de la intervención antrópica. Las causas más relevantes de este retroceso son los desmontes por avance de la frontera agropecuaria, la explotación forestal no sostenible, las urbanizaciones sin planificación y los incendios forestales descontrolados.

En la provincia de Córdoba, esta drástica reducción del bosque nativo ha generado pérdida de biodiversidad, de los procesos ecosistémicos y los recursos naturales (entre ellos maderas, frutos, semillas, mieles, plantas medicinales, resinas, taninos, compuestos esenciales, carbón vegetal, materias primas para la industria, materiales para la construcción y producción de artesanías, fauna nativa de interés económico, y muchos más), alteración y pérdida de suelos (cercana al 20% en algunas regiones como las altas cumbres), degradación de las cuencas hídricas y la reducción del aporte de agua, pérdida de identidad cultural, y exclusión de comunidades campesinas e indígenas, entre otros. Además, la región ocupada por la provincia de Córdoba posee un nivel de biodiversidad medio a alto, con un valor de endemismos medio, y dado el alto nivel de degradación, se necesita un esfuerzo importante de protección, esta pérdida de biodiversidad a nivel de especies con aprovechamiento medicinal, tanto en número de especies como de diversidad genética, está sustrayendo en forma definitiva posibles fuentes de nuevos medicamentos y afecta la disponibilidad de hierbas que utiliza la población de menores recursos económicos para tratar de paliar sus enfermedades.

Estos factores no sólo han reducido la masa boscosa de la provincia sino que, además, han provocado aumento de procesos de erosión y desertificación; pérdida de biodiversidad con extinción local de especies nativas; alteración en el funcionamiento de las cuencas hídricas ocasionando la degradación de los cursos de agua y su aporte en cantidad y calidad. Este incremento del manejo irracional de los recursos naturales ocasiona problemas socioeconómicos al desarrollo de las comunidades locales, lo que conlleva la expulsión de la población rural. De manera específica, los cambios que han sufrido los bosques de caldén, que representan la porción más seca y austral del “espinal”, están bien documentados para el período que va desde los años 1940 a la actualidad. Para estas décadas, el proceso predominante ha consistido en una arbustización inducida por la expansión de la cría de bovinos y las prácticas de los fuegos de retaceo en la segunda mitad del siglo XX. El ganado vacuno y los fuegos favorecen dramáticamente el desarrollo de formaciones dominadas por individuos multicaules, enriquecidas por arbustivas tales como el “piquillín” y el molle.

Caracterización de la región centro sur de Córdoba
Ubicación

El área bajo consideración está localizada dentro de los límites territoriales de la provincia de Córdoba, abarcando los departamentos de Río Cuarto, sur del departamento Calamuchita, Juárez Celman, sur del departamento Unión, Roque Sáenz Peña y General Roca; entre los paralelos 32,59° y 35° S y los meridianos 63,40° y 66° O. Ello corresponde a las cuencas de los ríos Ctalamochita (Tercero), Chocancharava (Cuarto), y Popopis (Quinto).

Clima

El clima del área se caracteriza por ser de tipo mesotermal, subhúmedo. El régimen térmico es de tipo templado continental con una temperatura media anual de 15°C a 18°C. La temperatura media del mes más cálido (enero) es de 23°C para toda el área mientras que la temperatura del mes más frío es de 7°C (período julio-agosto), con un gradiente en disminución hacia el sector suroeste. Las precipitaciones se concentran en la época estival en los meses de octubre a marzo, siendo los períodos diciembre-enero y junio-julio los meses de mayores y menores precipitaciones, respectivamente. Las medias anuales varían entre 1.020 mm hacia el noreste y de 600 mm al suroeste. Los vientos preponderantes son del sector Norte, Nordeste y Sur, siendo agosto y los meses de primavera el período de mayor actividad eólica.

Fisiografía y suelos

La fisiografía del área en cuestión está definida por dos tipos geomorfológicos contrastantes: la sierra de Comechingones y Las Peñas hacia el noroeste, y la llanura del centro sur y este con una zona limítrofe entre ambas unidades denominada pedemonte.

a) El sector de la sierra y pedemonte ocupa una franja con una superficie de 500.000 hectáreas y un rango altitudinal entre los 1.800 y 750 msnm. Presenta un relieve abrupto y complejo con pendientes de longitud variable y gradientes de hasta el 45%, suelos con poco desarrollo y afloramientos rocosos, y alta susceptibilidad de erosión hídrica. La zona pedemontana se caracteriza por un relieve ondulado con pendientes del orden del 12%.

b) El sector de llanura cuyo rango altitudinal está entre 750 y 135 msnm, es de origen eólico conformada por sedimentos loéssicos, con predominio de arenas de granulometría fina a muy fina.

Hidrología

El área aquí analizada abarca las siguientes cuencas hidrográficas:
Cuenca del Río Ctalamochita: sistema de arroyo Tegua, Carnerillo y Chazón, cuyas nacientes tienen lugar en Sierras de Comechingones.

Cuenca Chocancharava: formada por cinco subcuencas con nacientes en las Sierras de Comechingones: subcuencas de los ríos Piedra Blanca Norte y Sur, Río las Cañitas-Las Tapias, Río La Invernada y Río Seco.
Parte de la cuenca del Río Tercero y la cuenca del Río Cuarto derraman sus aguas en los bañados del Saladillo, que desemboca en el río Saladillo, que se continúa en el Carcarañá, formando parte de la cuenca Parano-platense.

Cuenca de Arroyos Menores: correspondientes a los arroyos Santa Catalina, del Gato y el Ají, que tienen sus nacientes en la parte más austral de las Sierras de Comechingones, y desaguan en el sistema de lagunas pampeana del sur de la provincia de Córdoba.

Cuenca del Río Popopis: Este río nace en las sierras de San Luis, luego de transitar 80 km ingresa en Córdoba próximo a los 34° S. Recorre unos 110 km de la planicie medanosa, con dirección sureste para derramar en los bañados de La Amarga. En ocasiones desborda el límite y se continúa al sudeste en las lagunas del Siete y del Árbol.

Formaciones vegetales boscosas

En la región centro sur de la provincia de Córdoba podemos encontrar las siguientes formaciones boscosas, las cuales biogeográficamente pertenecen a la Subregión Chaqueña (Región Neotropical, reino Holotropical). El Chaco serrano está incluido en la provincia chaqueña, mientras que los bosques de llanura en la provincia pampeana. Dentro de esta provincia biogeográfica queda incluido el llamado «Espinal», debido a que no posee entidades propias que lo caractericen, sino que constituye sólo un tipo de paisaje particular de la vegetación de la provincia biogeográfica de La Pampa.

Bosque del Chaco Serrano

Debido a que los ambientes serranos presentan una gran variación altitudinal, su vegetación está constituida principalmente por cinturones o pisos de vegetación, cuya existencia, amplitud y elevación están condicionadas por la altitud total, la latitud y la exposición u orientación geográfica. La vegetación de estos ambientes serranos compuesta por más de 600 especies consiste en bosques caducifolios xéricos, cuyas especies arbóreas dominantes son “quebracho blanco”, “molle” y “coco”, acompañados por “espinillo” y “tala”, con estratos de poáceas, cactáceas y bromeliáceas. Como especies acompañantes se pueden encontrar “manzano del campo”, “chilca”, “tola”, “poleo, “carqueja”.

Si consideramos a las sierras de Comechingones en su totalidad, se ha demostrado que el mayor establecimiento de especies exóticas se ha producido en el bosque serrano, provocando un gran impacto tanto florístico como estructural; esto probablemente sea debido a la mayor cantidad de asentamientos humanos, con diversas actividades de explotación (principalmente extracción de aromáticas y medicinales, tala, incendios y cría de ganado). Puesto que el ambiente serrano en el sur de Córdoba es altamente heterogéneo, sustenta una alta riqueza florística.

El bosque es la unidad que posee el mayor número de taxones exclusivos (aquellos taxones presentes sólo en determinado piso vegetacional). Esta región constituye un ambiente sumamente particular desde el punto de vista biogeográfico para las licofitas, ya que constituye el extremo austral de un Componente Biótico Neo tropical.

Bosque de “espinal”

La formación vegetal que se corresponde a la provincia biogeográfica de La Pampa es de un bosque xerófilo abierto, donde domina un estrato arbóreo con especies leñosas como “caldén”, “chañar”, “tala”, “moradillo”, junto con especies exóticas como la “mora” el “olmo”. En el estrato arbustivo predominan “chilcas”, “palo amarillo”, “poleo”, entre otras. Acompañan a las especies leñosas distintas herbáceas, en su mayoría asteráceas y poáceas.

Esta región se halla amenazada por sobrepastoreo, incendios estacionales y la conversión de hábitats naturales para la agricultura, que han dado como resultado un aspecto uniforme en gran parte de la región, encontrándose sólo algunos relictos muy aislados que aún permiten reconocer parte de la flora prístina.

La zona norte y centro se caracteriza por el dominio de “algarrobos” y Prosopisnigra que forma importantes manchones de bosque que cubren una extensión aproximada de unas 130 ha en un buen estado de conservación en la cuenca del río Ctalamochita. Estos manchones se encuentran asociados al arroyo Tegua donde se puede detectar un estrato arbustivo integrado por “zampa” y “tala de burro”, con una importante vegetación herbácea y numerosas enredaderas nativas, integrando una cobertura de vegetación que oscila alrededor de un 80%. Asociado a las márgenes del Ctalamochita en su cuenca media y baja, el bosque se encuentra fuertemente fragmentado detectándose algunos parches próximos a las localidades de Hernando, Pampayasta y Tio Pujio. En este último se registra un parche importante de bosque de unas 400 ha con un estado de conservación entre bueno y regular. Los relictos más importantes entre la localidad de Bell Ville y Noetinger son los de las estancias “Montes Grandes”, “Montes Chicos” y “El Chañar”, con una superficie alrededor de 1.300 ha, respectivamente, pero el área está parcialmente fragmentada. Los fragmentos más pequeños presentan un deterioro importante, mientras que los fragmentos de mayor tamaño se encuentran muy bien conservados. Como especies fisonómicamente dominantes encontramos el “tala” y la “palmera”. Además de estas dos especies se encuentran: “algarrobos”, “espinillo”, “sombra de toro” y “chañar”. Algunos manchones pequeños se encuentran invadidos por especies de “paraíso”, y “morera de papel”. Coincidiendo con Lewis, los relictos cercanos a la localidad de Chilibroste son semejantes a estos pero de menor superficie. Sobre la cuenca del río Chocancharava, por las características del río, de orden meandroso y de baja pendiente, se pueden encontrar numerosos parches de bosque asociados a meandros, estos bosques se encuentran en diferentes estados de conservación; algunos han sufridos fuegos y raleos para la extracción de leña, sobrepastoreo o se encuentran invadidos por especies exóticas como son “olmo”, “siempre verde” y “zarzamora”. Estos parches se encuentran muy influenciados por el desarrollo de caminos rurales y los cultivos que se desarrollan en las proximidades; además, en la cuenca media y baja del Chocancharava el accionar de las areneras en la extracción de áridos es un factor de presión muy importante; esto contribuye a que, en la actualidad, los parches que se pueden encontrar no superen las 100 ha.

Es de destacar que sobre las márgenes de la cuenca media se han localizado parches de “quebracho blanco” que representan las poblaciones más australes de esta especie. Estos parches se encuentran sometidos a diferentes factores de presión, particularmente la extracción de áridos previamente mencionada.

En lo que respecta a la cuenca del río Popopis, el derrame del mismo genera una amplia zona de inundación y derrames que contribuyen a agudizar los procesos de alcalinización, salinización, inundación y anegamiento y en toda la región, con diferente grado de magnitud, evidenciándose una degradación física, biológica y química de los suelos. En esta zona sur-oeste de la provincia, compartiendo con las de San Luis al oeste y La Pampa al sur, se encuentra una buena extensión de bosques integrados por “caldén”; los mismos cubren predios de alrededor de 1.800 ha, como los presentes en la estancia Sarmiento; al límite con La Pampa se encuentra la estancia Realicó, con alrededor de 5.000 ha. Este bosque se encuentra fuertemente intervenido debido a la permanente extracción por desmontes, dado que la región posee suelos aptos para la agricultura siendo ello el principal motivo de utilización. Estos bosques son áreas relictuales; en Córdoba el área ocupada por caldenes pasó de 3.000.000 de ha en los departamentos General Roca, Roque Sáenz Peña y Río Cuarto (20% de la superficie de la provincia) a menos de 50.000 ha (0,3% de la superficie provincial).

La gran transformación del caldenal se habría realizado durante la primera mitad del siglo XX, con dos picos de actividad extractiva (grandes hachadas) relacionados con la demanda de carbón de las empresas ferroviarias; como consecuencia de estas dos hachadas se produjo un mecanismo de “selección genética invertida” en favor de los individuos de mala conformación, estado sanitario o tamaño reducido dejados en pie después de la extracción de los mejores ejemplares. Este escenario para la historia regional no se corresponde con los resultados de investigaciones recientes, que documentan una población indígena con intensas actividades ganaderas a partir del siglo XVIII. Los campos se dejaban limpios, salvando ejemplares aislados para el reparo del ganado.

En los parches remanentes actuales de caldenal, entre las especies arbóreas acompañantes del caldén, además del algarrobo se encuentra el “chañar”, “moradillo” y “peje” o “sombra de toro”. El estrato arbustivo está representado por el “piquillín”, “alpataco”, “atamisque”, “palo amarillo”, “llaollínes” y “tramontana”. Dicho estrato se hace más conspicuo en los lugares con pendientes medias y altas y en la medida en que se acerca al límite occidental. Un proceso similar ocurre en sitios sobrepastoreados o dañados por el fuego. El estrato graminoso del caldenal en las bajas pendientes está integrado predominantemente por gramíneas perennes como la “paja blanca”, “paja fina”, “paja vizcachera” y “pasto puna”.

Es importante resaltar que estas formaciones constituyen una formación boscosa endémica (“cardenal”), característica que representa una entidad biológica de inestimable valor ecosistémico, social y económico. Su existencia en la provincia de Córdoba está reducida a una mínima expresión, y en las restantes provincias de su área de distribución natural, la degradación del recurso forestal ha alcanzado niveles notorios.

Malas leyes y falta de control

Durante el año 2010, la Legislatura cordobesa tuvo la oportunidad de sancionar una Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, que propendía a reconstruir el equilibrio socioambiental de nuestra provincia, tendiente a la conservación de estos ambientes naturales.

Sin embargo, el 5 de agosto de ese año la Legislatura cordobesa sancionaba la ley 9.814, mal llamada Ley de Bosques, que un día más tarde sería promulgada por el Ejecutivo, récord para un trámite administrativo que suele demorar unos cuantos días más. La mencionada ley no sólo no protege los pocos relictos de bosques nativos que le quedaban a la provincia de Córdoba, sino que sirvió para seguir padeciendo e incrementando los problemas ambientales como las tormentas de tierra, los aludes, la generación de cárcavas, la pérdida de biodiversidad, la disminución de calidad de nuestras aguas, agudizando considerablemente la crisis hídrica. Desde entonces, esta ley condena a los últimos relictos de Bosque Nativo de Córdoba a su desaparición, además de traicionar el espíritu de la ley madre: ley nacional 26.331 de Presupuestos Mínimos para la Protección de los Bosques Nativos.

Durante más de dos años, ciudadanos comprometidos, productores agropecuarios, universidades, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y técnicos especializados trabajaron arduamente en la elaboración de un proyecto de Ley de Bosques que reflejara los intereses de los diferentes sectores involucrados y lograra el consenso. Un riquísimo proceso participativo sin precedentes que tuvo dos instancias: la Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (COTBN) creada por la Secretaría de Ambiente y la Comisión de Asuntos Ecológicos de la Legislatura provincial. Sin embargo, el interés de unos sectores minoritarios, el agronegocio y el inmobiliario, prevaleció. Los legisladores, desoyendo el reclamo de gran parte de la sociedad, aprobaron una ley que nada se parecía al proyecto original mejorado en el seno de la misma Legislatura. De esta manera, dejaron sin ningún tipo de protección la poca superficie de bosques nativos que subsiste en Córdoba. No debemos olvidar que, como lo expresamos previamente, los Bosques Nativos son la única fábrica natural de agua, suelo y biodiversidad. Ante este panorama, el modelo agroproductivo y los desarrollos urbanísticos hegemónicos deben ser revisados.

El 10 de agosto de 2010 el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) decidió por unanimidad presentar ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) una declaración de inconstitucionalidad de la ley 9.814 (Res. 239/10); actualmente el expediente se encuentra en manos de los ministros de la Corte para su dictamen final.

Principales fundamentos del planteo ante la CSJN

La ley provincial 9.814 es más permisiva hacia los desmontes que las leyes anteriores, o sea que, con ley más blanda y los mismos controles, es inminente la total desaparición del paisaje original y los bosques nativos. Por otra parte, atenta contra el derecho a un ambiente sano contemplado en el Art. 41 de la Constitución nacional, y contra los presupuestos mínimos de la ley nacional 26.331. Establece para la Categoría 1 (de máxima protección) la posibilidad de un tipo de aprovechamiento que permite un cambio abrupto en la estructura del bosque que impide su regeneración y por consiguiente su perpetuidad, cuando la ley nacional establece que sólo se podrán realizar actividades de “conservación”. También eliminó una herramienta fundamental que brinda la ley nacional: “Los mecanismos de participación social en el proceso de ordenamiento territorial de los bosques nativos”, todo queda en el ámbito de las decisiones de la autoridad de aplicación, siendo que hasta ahora, justamente, lo que ha fallado es el control.

Cabe aclarar que son varios los aspectos en su articulado que dejan sin protección a los bosques nativos de Córdoba y la hacen inconstitucional; por nombrar algunos:
Minería. La norma provincial permite el desmonte en zona roja para actividad minera.
Riego. Permite el desmonte en zona roja si en el predio puede implementarse el riego.
Rolado. Bajo el concepto de aprovechamiento sustentable, permite rolado y siembra de especies exóticas en categoría roja.
Agua. No protege las costas de los ríos, lagos y salinas.
Pendiente. Tampoco protege los terrenos con pendientes mayores al cinco por ciento.
Participación. No tuvo en cuenta las opiniones emitidas por la Comisión de Ordenamiento Territorial en un proceso participativo, según prevé la ley nacional.
Bosque. Cambia definición de bosque nativo de un ecosistema natural de tres estratos por la de un “ecosistema forestal compuesto predominantemente por especies arbóreas nativas”.

A modo de conclusión

Cabe aclarar que aun al día de hoy los intentos desprolijos por alcanzar el fondo millonario que genera la ley nacional para la protección de los bosques no son suficientes, y la provincia de Córdoba ya lleva cuatro años sin recibirlos. Perjudicando y desalentando a aquellos productores que presentaron proyectos de protección de los bosques nativos, ya que continúan sin el beneficio del subsidio previsto para compensar esa adecuación.

A esta grave situación se suma que hasta el momento la autoridad de aplicación de la ley provincial no ha presentado un solo informe actualizado sobre la superficie y situación de los bosques nativos de Córdoba. Tampoco ha respondido, o lo ha hecho parcialmente y a destiempo, a las decenas de pedidos de informes sobre la legalidad de los desmontes registrados por las organizaciones locales, entre ellas, el Foro Ambiental de Córdoba.

Según los relevamientos satelitales de la Asociación Guyra Paraguay, que monitorea la región del gran Chaco, en la provincia de Córdoba han desaparecido cerca de 10 mil hectáreas de bosques nativos, en el período 2010-2013, lo cual significa que hubo infractores y desmontes ilegales no aplazados por los entes de control provincial.

Cabe preguntarse entonces qué situación atraviesan hoy nuestros bosques nativos y exigir respuesta a los responsables. Actualmente la Universidad Nacional de Río Cuarto continúa con los estudios sobre los últimos parches de vegetación nativa del centro-sur de la provincia para lograr sentar bases del manejo y desarrollo sustentable de los mismos.

Como se puede apreciar, uno de los mayores inconvenientes dentro de la provincia en temas ambientales no es la falta de leyes, sino el incumplimiento de las que hay, así como también la falta de inversión y consideración de las reservas naturales en sus distintas formas, ya sean reservas, refugios de vida silvestre, humedales, etcétera.

Autorxs


Antonia Oggero:

Departamento de Ciencias Naturales, Facultad de Cs. Exactas, Físico-Químicas y Naturales, UNRC.

Natalia De Luca:
Observatorio de Conflictos Socio Ambientales, UNRC.

Evangelina Natale:
Departamento de Ciencias Naturales, Facultad de Cs. Exactas, Físico-Químicas y Naturales, UNRC.

Marcelo Arana:
Departamento de Ciencias Naturales – Facultad de Cs. Exactas, Físico-Químicas y Naturales, UNRC.