| Por Alberto Müller | Las tres décadas de democracia han representado vicisitudes económicas y políticas diversas, en una trayectoria que dista de tener estabilidad. Con sus particularidades, el sistema de transporte ha acompañado esta senda oscilante. De todos modos, y pese a los cambios acontecidos, hoy no existen limitantes significativos al desarrollo de actividades por restricciones de transporte. Queda mucho por hacer, pero la principal deuda sigue estando en la planificación con una perspectiva de largo plazo.