| Por Carla Morasso | En lo que va del siglo XXI ambos países han atraído las miradas extranjeras por sus performances económicas, recibiendo importantes montos de inversión extranjera directa. Sin embargo, los cambios acaecidos en el sistema internacional en los últimos años están impactando de lleno en el devenir de estos Estados. Es función de las elites gobernantes distribuir las ganancias con criterios de inclusión social y desarrollo humano, limitando así la posibilidad de generación de escenarios de inestabilidad extrema.