Editorial: Diamante de sangre

Editorial: Diamante de sangre

| Por Martín Fernández Nandín |

El número 57 de Voces en el Fénix viene a completar la tarea iniciada en el número anterior: acercarnos a la fascinante realidad de los dos continentes más distantes de la cosmovisión occidental.

En este caso le toca el turno a África, un continente prácticamente desconocido para la mayoría de nosotros. Un territorio mítico, atravesado por distintos conflictos e impregnado de un halo misterioso que se sostiene a pesar del tiempo.

A partir de los artículos que forman parte de este volumen, el lector podrá ver que, lejos del imaginario que supimos construir, este continente viene creciendo a pasos agigantados. Tras las guerras de independencia desarrolladas durante la segunda mitad del siglo XX y luego de superar en décadas recientes la mayoría de las guerras fratricidas –producto muchas veces de las fronteras heredadas de la época colonial, trazadas con la única finalidad de repartir pedazos de tierra sin tener en cuenta a la población que la habitaba–, la primera década del presente siglo mostró un continente con tasas de crecimiento muy por encima de la media mundial.

Lamentablemente, como suele suceder a los países dependientes en el concierto internacional, este crecimiento no fue acompañado de un proceso de desarrollo; básicamente porque el incremento en los niveles de ingreso obedeció, casi de manera exclusiva, al auge de la exportación de productos primarios, energéticos y agrícolas, hacia China, generando una nueva relación de subordinación en la que solo cambió el país receptor de las materias primas pero se mantuvo inalterable la relación de dependencia y la primarización de la economía.

Más allá del mencionado crecimiento, el continente lejos está todavía de ser considerado un territorio estable. Numerosos conflictos se mantienen vigentes, la mayoría de los cuales obedece a intereses extranjeros vinculados a la explotación de los recursos energéticos, incluyendo en algunos casos la actividad de organizaciones terroristas. Así, se han vuelto frecuentes y permanentes en algunas regiones las hambrunas, epidemias, y los desplazamientos de personas.

Pese a todo esto, en un mundo que todavía no logra salir de la crisis iniciada en 2008, países emergentes, como el nuestro, se han visto obligados a construir nuevas alianzas estratégicas con naciones de otras regiones del planeta hasta ahora poco exploradas. Allí reside la importancia de acercarnos a la realidad de este continente, que se asoma como una oportunidad para ampliar nuestros horizontes comerciales y culturales. Claro que para ello necesitamos construir una relación de colaboración y cooperación que nos permita insertarnos de la mejor manera en el mundo que se avecina.

Como decíamos al inicio de este editorial, con el presente volumen concluimos una parte de la tarea que nos propusimos cuando imaginamos ambos números: acercarnos al conocimiento de dos continentes, Asia y África, que hasta hace muy pocos años aparecían casi absolutamente ajenos a los intereses de nuestra región. Queda mucho por conocer y aprender, un puñado de excelentes artículos no alcanzan para tomar real dimensión del universo que contemplan estos territorios, un mosaico de culturas, religiones, etnias y paisajes tan disímiles como deslumbrantes. Queda la puerta abierta, y el compromiso de pensar nuevas ediciones que sirvan para ampliar los conocimientos.

Autorxs


Martín Fernández Nandín:

Secretario de redacción de Voces en el Fénix.

Agradecimiento especial

Lo hecho hasta aquí nos deja muy satisfechos, pero hubiera sido imposible sin el trabajo realizado por un equipo de excelentes expertos que dedicaron su tiempo, sus saberes y pasión para elaborar estos materiales. Las doctoras Gladys Lechini, Clarisa Giaccaglia y Carla Morasso han coordinado estos dos números y, además de contribuir con sus respectivas ponencias, tomaron a su cargo la elección del contenido y de los especialistas que forman parte de ambos volúmenes. Ellas dirigen y coordinan el Programa de Relaciones y Cooperación Sur-Sur (PRECSUR) de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario y su equipo de investigadoras/es, que cuentan con un amplio conocimiento, no solo académico sino también vivencial, de los temas que estudian. Hacia ellas nuestro especial agradecimiento y un merecido reconocimiento a la labor de excelencia realizada, que da cuenta de la calidad de los conocimientos que se producen en las universidades públicas de nuestro país, más allá de la frontera de la Ciudad de Buenos Aires.

Abraham Leonardo Gak
Director de Voces en el Fénix.