Los efectos del Covid-19 sobre el comercio internacional. ¿Qué perspectivas se vislumbran en el futuro?

Los efectos del Covid-19 sobre el comercio internacional. ¿Qué perspectivas se vislumbran en el futuro?

El artículo se propone reflexionar sobre las tendencias que dejará la pandemia en relación al comercio internacional, en el marco de lo que se denomina hasta el momento como la mayor depresión mundial. Así es que el autor se pregunta por lo que ocurrirá, especialmente, en el caso de los países periféricos y en relación al rol de los Estados nacionales como actores principales para enfrentar la crisis sanitaria, económica y financiera.

| Por Juan E. Santarcángelo |

La enfermedad por coronavirus 2019 (Covid-19) se identificó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, en la República Popular China, y luego fue extendiéndose rápidamente a las demás economías del mundo. Unos meses más tarde, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció como pandemia el 11 de marzo de 2020 y a partir de ahí, y producto de las características específicas de la enfermedad y su alto nivel de contagio, generó la que probablemente sea la crisis económica más aguda y profunda de la historia del capitalismo.

En tan solo unos días, el mundo cambió. Los países cerraron sus fronteras, se dictaron medidas de aislamiento preventivo y obligatorio, y solo se permitió la realización de actividades definidas como esenciales. Como resultado de lo extendido de estas medidas en los países del mundo, la globalización que parecía un fenómeno irrefrenable se paralizó y el comercio internacional sufrió una drástica reducción de la que solo quedaron exentos los bienes esenciales.

El objetivo de este texto es analizar los impactos de la pandemia sobre el comercio internacional, reflexionar sobre las tendencias que se verán reforzadas o alteradas por la pandemia, y examinar las posibles perspectivas que se presentarán de cara al futuro. Sin embargo, antes de entrar de lleno en el análisis sobre el impacto de la pandemia sobre el comercio, hay dos elementos importantes a tener en cuenta a la hora de analizar la situación.

En primer lugar, esta crisis se produce en un mundo que, salvo algunas poquísimas excepciones, ha estado centralmente dominado por el neoliberalismo durante las últimas casi cinco décadas. Desde comienzos de los años ’70 hasta la actualidad, los Estados en diferentes partes del mundo (muchas veces con dictaduras sangrientas como es el caso de América latina) han venido reduciendo su rol en las economías a partir de privatizar sus empresas, reduciendo los recursos que destinan a salud, educación, viviendas públicas y hasta en actividades de investigación y desarrollo. Este proceso, que ha sido desigual en diferentes países, ha tenido enormes implicancias fundamentalmente en lo que refiere a las capacidades con que cuentan los Estados para enfrentar esta pandemia. América latina es un clarísimo ejemplo en este sentido, y si bien a comienzos del siglo XXI llegaron al poder gobiernos progresistas que revirtieron muchas de estas tendencias, los impactos del neoliberalismo en la región son claros, especialmente en el desmantelamiento de las capacidades estatales de los países de la región.

El segundo elemento que debe remarcarse a la hora de pensar la pandemia, y que también es anterior a la misma, es que la pandemia encuentra una economía global en una situación de enorme fragilidad, donde la tasa de crecimiento estimada del PIB mundial era apenas superior al 2% para el 2019. Este ritmo de crecimiento, el más bajo desde la crisis financiera del 2008, encontraba en una posición especialmente vulnerable a América latina que durante 2019 fue la región de peor desempeño del sur global (una caída del 0,3%), consolidando un virtual estancamiento durante los últimos cinco años. Este ritmo de crecimiento era de por sí, y sin pandemia, el peor registro de la región en los últimos 40 años.

Impactos del Covid-19 en el producto y el comercio

En este marco el coronavirus se expande y desde marzo comienzan a colapsar las principales economías del mundo en un hecho sin precedentes. En la figura 1 podemos ver las estimaciones realizadas por la UNCTAD sobre la tasa de crecimiento de las principales regiones del mundo, de las dos principales economías del mundo (China y los Estados Unidos) y de la Argentina.

Figura 1: Tasa de crecimiento del PBI, 2018-2020 (en %)Fuente: Trade and Development Report (UNCTAD, 2020)
* Los montos correspondientes a 2020 son estimados

Como podemos apreciar, se espera que para el año 2020 todas las tasas de crecimiento sean negativas para todas las regiones y países analizados, con una contracción del PBI mundial del 4,3%. Hay varios elementos que pueden destacarse. En primer lugar, la dinámica señalada donde todas las regiones del mundo tengan proyecciones negativas es un hecho absolutamente extraordinario, ya que es la primera vez en la historia que pasa esto simultáneamente en todas las regiones del mundo. Según estimaciones del Banco Mundial (2020), en 2020 el producto mundial registraría su mayor contracción desde la Segunda Guerra Mundial.

Segundo, la excepción a esta tendencia es China, que registra una fuerte contracción en su economía del orden del 5% pero mantendría para el corriente año cierto nivel de crecimiento económico (cercano al 1%). Esto se explica por una acción por parte del Estado que aplicó una cuarentena muy estricta que le permitió controlar el crecimiento del virus y reabrir su economía relativamente rápido. Tercero, podemos ver también que América latina es la región en desarrollo más afectada por la pandemia y la segunda más afectada del mundo (caída del 7,6%), contracción que solo va a ser superada por los países de la zona Euro (caída del 10,2%). Finalmente, también podemos ver que las estimaciones calculan que la Argentina va a ser uno de los países con peor caída del PBI (del orden del -9,9%) y que es una de las pocas economías que registró retracción económica simultáneamente en 2018 y 2019.

El impacto de la pandemia del coronavirus rápidamente se pudo apreciar en el comercio internacional. Esto se debió a la aplicación de un conjunto de medidas tomadas por los gobiernos del mundo para contener el avance del virus, y que entre otras incluyeron el cierre de puertos y fronteras, la interrupción de las cadenas de suministro, la implementación de restricciones en los viajes aéreos, así como la aplicación de cuarentenas de aislamiento que obligaron al cierre de numerosos negocios. Asimismo, la adopción de barreras comerciales por parte de numerosos países, especialmente en lo que respecta a las restricciones a la exportación de suministros médicos y productos alimenticios, ha servido para deprimir aún más los volúmenes comerciales (UNCTAD, 2020, 19).

En la figura 2 podemos ver la evolución del volumen del comercio mundial desde comienzos del siglo XXI hasta el año 2021. Allí podemos apreciar dos eventos que han impactado severamente en los volúmenes comerciados.

Figura 2: Volumen del comercio mundial de mercancías, 2000-2021 (2015=100)*Fuente: Secretaría de la OMC (OMC, 2020)
*Los montos correspondientes a 2020 y 2021 son estimados.

El primero de ellos corresponde a la crisis financiera internacional, que si bien comenzó en el 2007 recién impactó en el comercio durante el año 2009, generando no solo una caída en el volumen comerciado (de un 10%), sino que también ha provocado una alteración en la tendencia de crecimiento que había sido registrada para el período (1990-2008). Como se puede apreciar en la figura, el comercio se recupera en el 2010 de la crisis financiera global, pero su ritmo promedio de crecimiento es menor al registrado en promedio durante las dos décadas anteriores. De este modo se consolida una nueva tendencia representada por la línea de tendencia 2011-2018 que es la línea que impacta la pandemia del coronavirus. Si bien todavía estamos experimentando el impacto de la crisis, los estudios preliminares de la OMC (2020) estiman que la caída del comercio será del orden del 13%; y si bien se recuperará, difícilmente el mundo retome la tendencia previa que había registrado durante el período 2011-2018.

Este fenómeno también puede apreciarse si analizamos la evolución del comercio por grupos de países (tabla 1).

Tabla 1: Volúmenes de exportación e importación de bienes, grupos y países seleccionados,
2019-2020 (cambio % ene-mayo 2020 vs. 2019)*
Fuente: UNCTAD (2020)
*Los montos correspondientes a 2020 son estimados.

Como se puede observar, la caída en los flujos comerciales se registra en todas las regiones y países analizados tanto para las exportaciones como las importaciones. La región que mostró la mayor caída tanto en el volumen de sus exportaciones como de importaciones fue la zona del Euro; en tanto que América latina se ubica como la región del mundo en desarrollo más afectada por la pandemia. Si bien la información presentada solo llega hasta mayo de este año, las estimaciones para América latina indican que el valor de las exportaciones regionales se contraería cerca de 23% este año, en tanto que las importaciones caerán un 25%, cifra superior a la caída del 24% registrada durante la crisis financiera global de 2008-2009 (CEPAL, 2020). Finalmente, al igual que lo ocurrido con su tasa de crecimiento del PBI, China es el país menos afectado por la pandemia fundamentalmente en lo que respecta al volumen de sus importaciones que solo han registrado una disminución relativamente moderada (-2%).

En lo que refiere a las cuestiones más sectoriales, la heterogeneidad es amplia y el impacto no es igual en todos los sectores. A partir de información de la OMC del segundo trimestre del año (2020), podemos ver que la caída del comercio mundial es del 21% para todos los productos, y que la misma estuvo liderada por el descenso en el comercio de combustibles y productos de la minería (-38%) al desplomarse los precios y reducirse el consumo a causa de las restricciones de los viajes; seguido por la disminución del comercio de productos manufacturados (‑19%). La contracara la exhibe el comercio de productos agropecuarios que solamente se contrajo un 5%, ya que al ser bienes esenciales se han seguido produciendo y exportando incluso en las situaciones de confinamiento más estricto.

¿Qué perspectivas se vislumbran de cara al futuro?

La situación es enormemente compleja y nos invita a pensar en las implicancias económicas, políticas y sociales que se abren de cara al futuro. Si bien han pasado ocho meses de la pandemia, el panorama aún es muy incierto y hay una enorme disparidad de situaciones entre países. A pesar de ello, resulta interesante plantear algunos elementos que nos permitan, aunque más no sea tentativamente, vislumbrar cómo será el futuro. En primer lugar, resulta claro que la pandemia del coronavirus se encuentra camino de ser la mayor depresión mundial de la que se tiene registro. Este elemento, sumado a los devastadores efectos que tuvo el neoliberalismo en buena parte del mundo, ha hecho que un enorme conjunto de países y regiones se encuentren con escasas capacidades para enfrentar la crisis. Esto es especialmente apremiante en los países periféricos ya que a las consecuencias de las reformas pro-mercado muchas veces hay que sumarles graves procesos de endeudamiento que limitan severamente las capacidades de actuar de los Estados.

La pandemia ha evidenciado la enorme importancia que tienen los Estados nacionales como actores insustituibles para enfrentar la crisis y brindar protección a los más necesitados. Hoy resulta evidente el peligro que genera que los países tengan Estados débiles, con escasos recursos, sin sistemas de salud adecuados, con sus soberanías alimentarias comprometidas, con sistemas productivos que comprometen el medio ambiente, y con una falta de redes de seguridad social o de seguros laborales.

Segundo, si bien al momento de la elaboración de este trabajo había en el mundo más de 40.000.000 de casos y 1.120.000 muertos, la crisis del Covid-19 dejará muchísimos más desempleados y quiebras empresarias. Solo para tener una referencia, en tan solo dos meses el gobierno de Estados Unidos comunicó que se han solicitado 40 millones de seguros de desempleo, lo que evidencia los enormes daños que la pandemia traerá en las economías, y de modo más general en la forma de vida de nuestros pueblos. Como resultado, al igual que sucede con todas las grandes crisis del capitalismo, su salida probablemente generará mayores niveles de concentración y centralización del capital.

Por otra parte, el mundo actual cuestiona fuertemente el multilateralismo, pero a su vez exhibe un grado de relación e interdependencia que demanda respuestas coordinadas (y solidarias) ante problemas de esta magnitud. La falta de mecanismos multilaterales para un abordaje acorde es un gran problema de nuestros tiempos, a lo que debe sumarse en el caso de América latina la baja densidad que caracteriza al funcionamiento del Mercosur, así como las visiones contrapuestas que presentan varios de los líderes de la región.

Finalmente, el período que asoma será de una enorme regresividad en materia de distribución del ingreso, donde las diferencias de posibilidades y de puntos de partida provocarán que se agrande la brecha no solo al interior de los países, sino también entre países centrales y periféricos. Este proceso intensificará no solo el conflicto entre el capital y el trabajo, sino que también aumentará la radicalización de los conflictos entre las diferentes facciones del capital y los diferentes Estados. La astucia que demuestren los gobiernos y los balances de fuerzas que se consigan serán claves en el resultado final.

Más allá del análisis sobre qué respuestas deben darse para enfrentar la crisis, es imprescindible que los gobiernos reflexionen profundamente sobre qué tipo de economía debería construirse en el futuro. La pandemia ha evidenciado la enorme fragilidad que ha generado en el mundo el neoliberalismo, la retirada del Estado y las prácticas productivas que dañan el medioambiente. Pero no hay que olvidar que resolver la pandemia y encontrar la vacuna solo solucionará el problema del Covid-19. Es hora de repensar y solucionar los problemas de fondo o seguirán apareciendo.

Referencias

Banco Mundial (2020), Global Economic Prospects: June 2020, Washington, D.C.
CEPAL (2020), Los efectos del Covid-19 en el comercio internacional y la logística, Informe Especial Covid-19 n. 6, Agosto.
UNCTAD (2020), Trade and Development Report, United Nations, NY.

Autorxs


Juan E. Santarcángelo:

Investigador independiente del CONICET y de la Universidad Nacional de Quilmes; jsantar@gmail.com