Editorial: Cultura, el sustento de la independencia

Editorial: Cultura, el sustento de la independencia

| Por Abraham Leonardo Gak |

El desarrollo cultural de una sociedad es, en definitiva, su pasado, su presente y su futuro. Como creación humana, puede responder a reproducir el orden hegemónico de dominación, pero también puede desarrollarse con un carácter disruptivo de ese orden y dar lugar a la incorporación del pensamiento independiente y dinámico acorde con las transformaciones tanto del conocimiento como de las relaciones sociales, políticas y comunicacionales, entre otras.

La soberanía cultural es indispensable para el crecimiento de una sociedad con un pensamiento propio e independiente. Las distintas expresiones de la cultura –ya sea a través del arte, la música y tantas otras formas de transmitir las reflexiones y el sentir de una sociedad– son las herramientas para construirlo. Las condiciones necesarias para un avance armónico de un pensamiento cultural diverso están íntimamente vinculadas a la posibilidad de acceder a ellas. El Estado debe ser garante indelegable de dicha accesibilidad.

Hoy, en nuestro país, se está produciendo aceleradamente un proceso de desarticulación y de destrucción de producciones culturales audaces y creativas que intentaron sin prisa y sin pausa transformar la hegemonía cultural de la dependencia, que incluye en ella una cultura mercantil y del consumo.

Las recientes medidas asumidas en el área del cine argentino son un ejemplo muy claro –desde ya, no el único– que evidencia la decisión gubernamental de retroceder en los avances culturales que, por un lado, se comprometían con la realidad social y, por el otro, abrían senderos de esperanza hacia un futuro acorde con los requerimientos de una sociedad que no está dispuesta a resignar sus sueños de un país justo y equitativo.

Nos encontramos frente a un dilema. Resulta sumamente necesario admitirlo para poder hacer frente a las limitaciones de los proyectos oficiales destinados a consolidar la dependencia intelectual y la sumisión acrítica a las imposiciones que traen bajo el brazo.

El esfuerzo para enfrentar esta situación por parte de todo el espectro cultural debe ir acompañado del fortalecimiento de la educación como herramienta fundamental de consolidación de una cultura soberana.

No cabe duda de que estamos frente a una lucha desigual que va inclinando la balanza hacia los sectores que albergan los pensamientos más conservadores, viejos y conformistas con el statu quo, a través de los cuales pretenden someter a la comunidad y permitir de esa manera la aniquilación de una serie de derechos fundamentales.

A muchos/as de nosotros/as esta realidad nos desafía a enfrentarla generando consensos en la búsqueda de aquellas melodías que nos unen y que uno quisiera escuchar siempre; esto tal vez sea un sueño eterno.

Autorxs


Abraham Leonardo Gak:

Director de Voces en el Fénix.