| Por José Cabrera Paz | A partir de la convergencia de múltiples tecnologías y lenguajes, hoy en día vivimos conectados como nunca antes. Estas conexiones son el motor más fuerte de la construcción de la vida y de la cultura, al punto de que a partir de las mismas cada sujeto deja de ser espectador para convertirse en usuario. Rasgos de una tendencia que ya es irreversible.