| Por Ana Ramos | En los últimos 30 años ha habido numerosos avances en materia de derecho relativo a los pueblos originarios. ¿Por qué hoy no estamos celebrando el devenir de estas ampliaciones en la inclusión ciudadana? La respuesta se encuentra en la persistencia de estereotipos, que convalidan las prácticas represivas hacia estos colectivos, y de prácticas de negación y banalización presentes en el modo en que nos concebimos como sociedad.