
| Por Carlos Escudé | En un orden interestatal intrínsecamente jerárquico, se hace necesario evitar las confrontaciones que no tienen rédito tangible, lo que no excluye discrepancias con los centros de poder en los casos en que sí lo tienen. Así y todo, el realismo periférico solo podrá apuntalar el desarrollo de un país en tanto se complemente con políticas internas progresistas.