| Por Mónica Roqué | Una sociedad que conserva su capital social, su historia y su experiencia es una sociedad más y mejor integrada, y puede aprovechar toda la riqueza y sabiduría que da la experiencia de las personas mayores a favor del desarrollo de la comunidad. Para alcanzar ese objetivo es necesario un nuevo tipo de conciencia sobre el envejecimiento. Algunas claves del caso argentino.