Desarrollo de capacidades en recursos hídricos en la Argentina: Una mirada desde la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral

Desarrollo de capacidades en recursos hídricos en la Argentina: Una mirada desde la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral

Los procesos educativos reflejan y retroalimentan la evolución de los paradigmas de uso y preservación de los recursos hídricos. A continuación, la visión de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral.

| Por Mario Schreider, Cristóbal Lozeco, Marta Paris y Mariana Romanatti |

El proceso de formación de recursos humanos en temáticas vinculadas al agua refleja y retroalimenta la evolución de los paradigmas de uso y preservación del recurso. En este contexto, la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) posee una amplia experiencia en formar recursos humanos calificados para intervenir en la evaluación, el aprovechamiento y la planificación de los recursos hídricos. Esta actividad académica ha sido sustentada por un importante desarrollo científico y por destacados servicios tecnológicos.

El origen y desarrollo de la carrera Ingeniería en Recursos Hídricos en la FICH-UNL y su proyección en ámbitos de investigación, educación continuada y formación de posgrado constituye una referencia ineludible en la formación de recursos humanos en esta temática en la Argentina. A esto se suma la valoración del concepto de desarrollo de capacidades y de los procesos transversales de conocimiento como medio para el entendimiento común, con reconocimiento de los saberes disciplinares.

En la actualidad es posible afirmar que las distintas instancias de formación que existen en el país como oferta educativa resultan componentes valiosas del proceso de aprendizaje y del empoderamiento de quienes desempeñan diferentes roles en gestión, uso y preservación de los recursos hídricos.

Hitos en el cambio de paradigmas en la gestión del agua

En la Conferencia General de la UNESCO realizada en París en 1964, se estableció el Decenio Hidrológico Internacional (1965-1975) cuyo programa constituyó el primer esfuerzo concertado en el plano mundial por intensificar los estudios en todas las ramas de la hidrología y mejorar la formación de hidrólogos, con vistas a que cada país pudiese evaluar y desarrollar racionalmente sus recursos hídricos. Este programa destacaba como tarea prioritaria la preparación de expertos en materia hidrológica en todos los países del orbe, el desarrollo de la investigación y la cooperación internacional.

Un hito histórico para la consideración de nuevos enfoques en la gestión del agua en el mundo fue la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, realizada en Mar del Plata en 1977, la cual abarcó diferentes aspectos disciplinares ligados a los recursos hídricos, relacionándolos entre sí y haciendo hincapié en la gestión, con una notable visión de conjunto.

La década de los ’80 es declarada por la ONU como el Decenio Internacional del Agua Potable y el Saneamiento, en un todo de acuerdo con las recomendaciones del Plan de Acción de Mar del Plata. Con estos antecedentes, a comienzos de la década de los ’90 se promueven otras reuniones sobre agua con un criterio integrador, similar al de la conferencia de Mar del Plata. Entre ellas, la Conferencia Internacional sobre Agua y Medio Ambiente, realizada en Dublín en enero de 1992 –preparatoria de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, Brasil, junio de 1992)– de la cual surgieron los Principios de Dublín, de gran trascendencia conceptual.

Entre otras reuniones internacionales importantes puede mencionarse también la Conferencia Internacional sobre Agua y Desarrollo Sostenible, convocada por el gobierno de Francia en 1998, como antesala del sexto período de sesiones de la Comisión de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y la Conferencia Internacional sobre el Agua Dulce, realizada en Bonn en 2001. El propósito fue analizar los avances logrados en la gestión de los recursos hídricos, transcurridos diez años desde la conferencia de Dublín, y servir como antecedente para la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, celebrada en Johannesburgo al año siguiente.

A estos encuentros se sumaron, a partir de 1997, los foros mundiales del agua, que se han llevado a cabo cada tres años, por iniciativa del Consejo Mundial del Agua.

Los orígenes de la FICH. Creación de la carrera Ingeniería en Recursos Hídricos

Siguiendo a Bacolla et al, en el libro Crónicas de la FICH. 35 años, durante la época del Decenio Hidrológico Internacional, en la región litoral de la Argentina se planteaban diversos proyectos de obras hidráulicas y viales que, para su desarrollo, necesitaban de la participación de profesionales capacitados.

Para satisfacer esta demanda, se contaba con carreras como Ingeniería Hidráulica, Ingeniería Civil y Licenciatura en Geología, entre otras. Sin embargo, no había aún en el país una propuesta académica que se ocupara de los recursos hídricos con un enfoque holístico.

Hasta la década de los ’60, la administración del agua en el país se había realizado en función de los usos sectoriales, aisladamente considerados, sin tener en cuenta criterios de gestión integrada. Debido a la cantidad creciente de aprovechamientos hidráulicos (proyectos y obras), reparticiones muy diversas se dedicaban a tareas ejecutivas, de investigación o de inventario de recursos hídricos, siendo frecuente la superposición de funciones. La creación de la Secretaría de Estado de Recursos Hídricos significó un principio de solución a estos conflictos, al establecer a nivel nacional un organismo coordinador de la acción federal en materia de política hídrica.

En este contexto, el 13 de mayo de 1970 se creó en Santa Fe el Departamento de Hidrología General y Aplicada, con las funciones de desarrollar carreras profesionales, profundizar en la investigación básica y servir al desarrollo de los planes nacionales y regionales que se proyecten, así como asesorar a los poderes públicos, entidades empresariales o privadas, en orden a las disciplinas de su competencia.

La creación del Departamento fue avalada por el interés de autoridades nacionales y provinciales, la actividad industrial, empresaria y universitaria, manifestando de diversas formas la necesidad de contar en el país con una gestión docente capaz de formar técnicos de nivel superior en hidrología e hidráulica y de actuar en el campo de la investigación y el desarrollo. Dos meses después, el 28 de julio de 1970, se crean las carreras Técnico Auxiliar en Hidrología, Licenciado en Hidrología e Ingeniero Hidráulico.

Carlos G. Villa Uría, ingeniero que provenía de la Dirección de Hidráulica de la Provincia de Santa Fe, fue el primer director del Departamento de Hidrología General y Aplicada y quien tuvo a su cargo la tarea de organizarlo. El 13 de mayo de 1970 se lo designó director interino.

Cuando en 1973 el Ing. Villa Uría deja la dirección del Departamento para asumir como director del Centro Regional Litoral del INCYTH, creado por aquel entonces, el rector de la UNL, Ing. Roberto Ceretto, designa a la Ing. Ana Tosca para que asuma la función de directora. Su primera preocupación fue analizar la viabilidad de las tres carreras mencionadas anteriormente. Fue así como en 1974 se suprimieron los ciclos correspondientes a Ingeniero Hidráulico, Licenciado en Hidrología y Técnico Auxiliar en Hidrología, reemplazándolos por las carreras de Ingeniería en Recursos Hídricos (IRH) e Hidrotécnico. Los planes de estudio de estas carreras continuaron vigentes hasta 1988.

En la actualidad, después de sucesivas modificaciones de sus planes de estudio, continúa vigente la carrera IRH en la oferta académica de la FICH, siendo la única con este título en las universidades argentinas.

A poco menos de un año de iniciarse la normalización universitaria, a fines de 1983, integrantes del Consejo Superior Provisorio de la UNL elevan al cuerpo la propuesta –sustentada en un extenso diagnóstico, elaborado por el decano normalizador Ing. Mario Barletta y su equipo de gestión– de solicitar al Ministerio de Educación y Justicia de la Nación la creación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas sobre la base del Departamento de Hidrología General y Aplicada. El 29 de octubre de 1984, el Consejo Superior Provisorio, presidido por el rector normalizador Dr. Benjamín Stubrin, la aprueba y la eleva al ministerio. El 17 de enero de 1985 se hace oficial la resolución de creación de la FICH.

Desde esa fecha han transcurrido 27 años de vida democrática y de gestión participativa, en los cuales fueron decanos los ingenieros Eduardo Barbagelata, Julio Theiler, Cristóbal Lozeco y Mario Schreider. En este período, la FICH se afianzó institucionalmente, constituyéndose en referente local, regional e internacional en formación de recursos humanos e investigación y desarrollo en recursos hídricos y otras disciplinas.

El número de ingenieros en recursos hídricos graduados desde 1977 hasta el presente es de 436. Trabajan en casi todas las provincias argentinas y en otros países, en reparticiones públicas ligadas a la gestión del agua, en la actividad privada y en ámbitos académicos y de ciencia y técnica.

En la actualidad, la oferta de grado en ingeniería vinculada a los recursos hídricos se completa con las carreras de Ingeniería Hidráulica de las universidades nacionales de La Plata y de Santiago del Estero. Si bien estas tienen un enfoque más cercano a la Ingeniería Civil, se deben reconocer los elementos que poseen en común con IRH, situación que permitió su homogenización curricular conjunta de cara a los procesos de acreditación realizados en la década pasada por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU).

El rol del Programa Hidrológico Internacional en la formación de hidrólogos

El Programa Hidrológico Internacional (PHI) es una iniciativa intergubernamental de cooperación científica de la UNESCO en materia de investigación hidrológica, gestión, educación y creación de capacidades relativas a los recursos hídricos.

El Curso Internacional sobre Hidrología General con Aspectos Ambientales fue impulsado en ocasión de la 20ª Conferencia General de la UNESCO, en 1980. En esa ocasión, la Argentina ofreció organizar y sostener un curso regional a cargo del Comité Nacional para el Programa Hidrológico Internacional (CONAPHI), cumplimentando una de las finalidades del PHI.

El curso fue dictado en un comienzo en la UNL, a través del Departamento de Hidrología General y Aplicada y las universidades nacionales de Cuyo y de San Juan, para luego incorporar a la Universidad Nacional de La Plata. Merece destacarse la participación de profesores invitados de reconocido prestigio internacional, como Emilio Custodio (España), Ramón Llamas (España), Georgy Kovacs (Hungría), Jean Tricart (Francia) y Juan Valdés (Estados Unidos).

En sus siete ediciones de los años 1980, 1981, 1983, 1986, 1989, 1995 y 1997 participaron en calidad de alumnos profesionales provenientes de casi todos los países latinoamericanos y de organismos nacionales y provinciales de la Argentina.

El hecho de que el curso CONAPHI haya tenido sede en la FICH fue sin lugar a dudas resultado de un trabajo articulado de enseñanza de grado e investigación en el tema que la facultad desarrolló prácticamente desde sus inicios. La combinación de una afianzada enseñanza de grado, una rica trayectoria en investigación y la experiencia que el curso CONAPHI proveyó como instancia de capacitación para graduados brindó los cimientos para la creación de las primeras carreras de posgrado en la disciplina a nivel nacional.

La formación de posgrado en recursos hídricos

Para hacer referencia a la formación de posgrado en recursos hídricos es necesario precisar los campos disciplinarios donde esta formación se manifiesta. Si bien –como dicen Falkenmark, Dourojeanni y Jouravlev– en la actualidad es ampliamente aceptado el carácter interdisciplinario que debe revestir la temática, no es menos cierto que en un pasado reciente, y aún hoy en determinados ámbitos, se visualizaba a los recursos hídricos como una especialidad dentro del campo de las ingenierías o de las ciencias de la tierra.

En este contexto, la FICH creó el primer posgrado en recursos hídricos en el país. En efecto, en 1996 se crea la Maestría en Ingeniería de los Recursos Hídricos y el Doctorado en Ingeniería, mención Recursos Hídricos. Ambas carreras surgieron como resultado de un proceso de maduración y crecimiento de más de 20 años de investigación y enseñanza de grado en el tema.

La carrera Ingeniería en Recursos Hídricos y los proyectos de investigación en temas vinculados a la hidrología superficial y subterránea y a la hidráulica e ingeniería fluvial brindaron la masa crítica necesaria para proyectar posgrados que, al tiempo que brindaran una oferta de cursos acorde con el conocimiento más avanzado de estos temas, facilitaran ámbitos de investigación donde los estudiantes pudieran desarrollar sus trabajos de tesis. La máxima acreditación otorgada por CONEAU ratificó la calidad de ambas carreras.

Hacia fines del siglo XX y en los primeros años del XXI, la oferta de posgrado en recursos hídricos con un enfoque disciplinario se multiplicó en otras universidades del país, brindando un panorama amplio y variado de posibilidades de formación de cuarto nivel. Se destacan, entre otras, las ofertas de posgrados en ingeniería y ciencias de las universidades nacionales de Córdoba, Rosario, La Plata y La Pampa. En tanto, la Universidad Nacional de Buenos Aires cuenta con un reconocido posgrado en gestión del agua.

Según Indij y Schreider, los nuevos desafíos impuestos por la crisis del agua y los problemas de gobernabilidad suscitados en diferentes niveles de gestión permitieron reflexionar a los espacios educativos sobre la importancia de formar recursos humanos en la gestión del agua, incorporando nuevos paradigmas. En este contexto resultó determinante el accionar de la Red Argentina de Capacitación y Fortalecimiento en Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (Arg Cap-Net: www.argcapnet.org.ar), ya que en su ámbito se discutió –a partir de 2003– la estrategia, el enfoque metodológico, los contenidos y la modalidad que tenía que poseer una carrera de posgrado en gestión del agua. Un proceso amplio de participación permitió concretar en 2008 la primera carrera de posgrado en Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) de la Argentina. Fue así como las universidades nacionales del Litoral, Cuyo y Córdoba aunaron esfuerzos para crear la Maestría en GIRH (www.argcapnet.org.ar/mgirh), que hoy ya cuenta con su segunda cohorte de alumnos.

En síntesis, la Argentina puede dar cuenta de una fuerte potencialidad en la formación de profesionales en recursos hídricos a nivel de posgrado. Esto se logró combinando los saberes disciplinarios con las prácticas multidisciplinarias; los conocimientos modernos con los saberes tradicionales, y los estudios de casos con los principios teóricos.

El desarrollo de capacidades: un nuevo paradigma en la gestión de los recursos hídricos

En las distintas ediciones del informe de Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo se señala que “los profesionales del agua necesitan contar con un mejor entendimiento del amplio contexto político, económico y social, mientras que los políticos deben estar mejor informados sobre las cuestiones relacionadas con los recursos hídricos. Todas estas directrices apuntan a una necesidad urgente de mejorar las capacidades de los distintos actores”.

En este contexto, el desarrollo de capacidades surge como un nuevo desafío para el logro del fortalecimiento de la gestión de los recursos hídricos. Se trata, como se indica en el Informe 2009 sobre Desarrollo Humano de Naciones Unidas, de un proceso a través del cual los individuos, las organizaciones y las sociedades obtienen, fortalecen o mantienen las capacidades para establecer y lograr sus propios objetivos de desarrollo a lo largo del tiempo.

La incorporación de estos conceptos resulta abarcativa y superadora de todo lo señalado hasta aquí. En efecto, la formación de grado y posgrado, los cursos de formación continuada y cualquier otra actividad tendiente a la formación de recursos humanos son comprendidos por el concepto de desarrollo de capacidades.

La transversalidad como eje del proceso de capacitación en recursos hídricos

Muñiz San Martín, en su trabajo El canal Segarra-Garrigues y la (de)construcción de los problemas del agua, desarrolla un análisis crítico del modelo estructuralista hidráulico, evaluando sus fortalezas y debilidades e indicando el porqué de su predominio durante gran parte del siglo XX. Si bien este análisis se centra en la realidad de España, sus principales características no difieren sustancialmente en los países de América latina.

La crisis de esa concepción en la gestión del agua, la creciente conciencia ambiental y la necesaria aceptabilidad social de los emprendimientos vinculados al tema hacen que la crisis de gobernabilidad también proyecte cuestionamientos al ámbito educativo, requiriendo de los capacitadores un enfoque que responda a los nuevos paradigmas de gestión del agua.

Es que a los temas técnicos se deben sumar aspectos económicos, socio-culturales, legales y políticos que impiden que los problemas relacionados con el agua sean resueltos desde una disciplina. Vale retomar aquí a Dourojeanni y Jouravlev, quienes sostienen que los problemas del agua no provienen sólo de los recursos hídricos ni tienen solución sólo a partir de ellos.

Paris et al en Las miradas del agua, en coincidencia con Max-Neef en “Foundations of transdiciplinarity”, reconoce el carácter transversal del tema y la necesidad de un abordaje que integre distintas disciplinas. Si bien este análisis refiere a una concepción educativa, particularmente a nivel de escuelas secundarias, los conceptos allí vertidos pueden extenderse a otros ámbitos de la educación y al relacionamiento entre los instrumentos de desarrollo de capacidades y los procesos de mejora en la gestión del agua. Se propone que las miradas disciplinarias se integren en equipos de trabajo sincrónicos y coordinados, y no como una mera secuencia de aplicaciones encerradas en sí mismas y con mínimas posibilidades de retroalimentación.

La conformación de equipos interdisciplinarios para el estudio integral de problemas relacionados con la gestión del agua constituye una idea superadora. Sin embargo, como sostienen Funtowicz y Ravetz, esto exige sortear numerosos retos que permita que el trabajo en equipo supere las posiciones de cada disciplina.

Consideraciones finales

La formación de recursos humanos en temáticas vinculadas al agua en la Argentina no puede disociarse de la evolución que el tema ha tenido a nivel mundial. De este modo, el cambio de los paradigmas acerca del uso y de la preservación del recurso también se ha visto reflejado en las instancias educativas.

Las propias carreras de ingeniería han experimentado esos cambios, introduciendo aspectos que van más allá de lo tecnológico, para integrar procesos del sistema físico con realidades contextuales del sistema social. Quizás en la enseñanza de posgrado y la educación continuada es donde estos cambios se ven reflejados con mayor énfasis. La GIRH como objeto de carreras de posgrado y la creciente realización de talleres, seminarios, cursos y otras actividades inscriptas en el concepto de desarrollo de capacidades son un claro ejemplo de esto.

Autorxs


Mario Schreider:

Decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Cristóbal Lozeco:
Secretario de Extensión y Vinculación Tecnológica de la FICH-UNL.

Marta Paris:
Coordinadora Académica de la Maestría en Gestión Integrada de los Recursos Hídricos.

Mariana Romanatti:
Coordinadora del Área Comunicación Institucional de la FICH-UNL.