Categoría: N° 28

| Por Ariel Filadoro | El desarrollo de las economías regionales en nuestro país es claramente asimétrico. Entre los factores que explican estas diferencias encontramos la productividad del trabajo, las estructuras de apropiación del ingreso y los ámbitos de toma de decisiones. La clave está en democratizar los ámbitos de decisión y el manejo de los recursos. El rol del Estado vuelve a ser central para lograrlo.

| Por Carlos César Basañes | El crecimiento económico de la última década, tanto a nivel nacional como local, evidencia asimetrías que debilitan el crecimiento de largo plazo de cada región. Las cooperativas, al producir bienes y servicios de acuerdo con las necesidades de sus miembros, pueden convertirse en un elemento innovador y catalizador de un desarrollo regional más equilibrado.

| Por Alberto Gandulfo | La ESS es un factor de generación de valor, empleo y producción. También puede regular precios y abaratar el consumo popular. Para lograrlo, el mayor desafío es avanzar en el desarrollo territorial, conformando circuitos locales de producción y consumo solidarios, acompañados por la subsidiariedad del Estado.

| Por José Catalano y Luis Mosse | El Estado es el catalizador de los procesos organizativos en el territorio. Su rol es fundamental para que las organizaciones locales puedan consolidar los procesos de ocupación territorial y generación de empleo genuino en pos de lograr la soberanía y seguridad alimentarias, garantizando así un desarrollo productivo con equidad social y sostenibilidad ambiental.

| Por Marcelo Paz | Una nueva ley de coparticipación está pendiente desde 1996. Uno de los principales problemas para lograr el acuerdo es la demanda de casi todas las provincias de mantener o acrecentar su participación secundaria en detrimento de la aspiración de Buenos Aires. ¿Cómo superar esta situación? El fortalecimiento del desarrollo local parece ser la respuesta.

| Por Marcelo Amodio | A pesar del avance que representa la reforma de la ley de quiebras de 2011, la problemática de recuperación empresarial y autogestión obrera lejos está de haberse resuelto. Los trabajadores siguen inmersos en la vulnerabilidad y la fragilidad. Es necesario avanzar en un marco integral que contemple la realidad social, económica y cultural.

| Por Hugo Arrillaga y Gabriela Busso | El modelo de producción agrícola implantado durante las últimas décadas empujó a gran parte de la población rural hacia formas de vida urbana. Sin embargo, el grueso de este flujo migratorio no se dirigió a las grandes ciudades sino a las pequeñas y a localidades menores. A continuación, algunos datos que ilustran este fenómeno.

| Por Diana Lan | Tras la debacle de 2001, y a partir del 2003, se revitalizan los lazos solidarios como mecanismo de supervivencia a la crisis. Junto con una importante participación del Estado, las cooperativas y asociaciones de trabajadores comienzan a diseñar una nueva estructura productiva sin explotación social y donde prevalece la igualdad. Es necesario fortalecer estas experiencias para consolidar una nueva configuración espacial.

| Por Gustavo Soto | El corrimiento de la frontera agraria produjo grandes impactos sociales y ambientales en varias regiones de nuestro país. Desmonte, desplazamientos de pequeños productores, cercamientos de campos, conflictos por la tierra, son algunas de las principales problemáticas. Es imprescindible un cambio en la política hacia el sector agropecuario antes de que sea demasiado tarde.

| Por Pablo Tagliani | Un recorrido por la historia económica de la provincia, desde la distribución de tierras hasta nuestros días. Las migraciones y el desarrollo económico de los últimos años. Las nuevas ramas de actividad y un vigoroso crecimiento poblacional. El escenario presente y el horizonte que se vislumbra.