Laboratorios de Innovación de Ciudad: el reto de innovar al interior de los gobiernos locales

Laboratorios de Innovación de Ciudad: el reto de innovar al interior de los gobiernos locales

Los desafíos adaptativos requieren nuevas metodologías de innovación que involucren a autoridades, ciudadanos y organizaciones públicas y privadas de manera colaborativa y abierta. En este contexto nacen los Laboratorios de Innovación Pública de Ciudad, sobre los cuales reflexiona este artículo a nivel regional; espacios que buscan generar gobiernos menos herméticos, que estimulen la colaboración, la escucha activa y la innovación abierta.

| Por Santiago Amador Villaneda y Cristina Gil Venegas |

¿Por qué laboratorios de innovación en el sector público?

Según datos del Banco Iberoamericano de Desarrollo, en “América latina y el Caribe el 80% de su población vive en ciudades” (Laboratorio de Ciudades, BID), lo que implica grandes retos para garantizar la calidad de vida de los ciudadanos y la prestación de los servicios públicos. Estos retos emergen con tanta rapidez y en escenarios tan descentralizados y diversos que es impensable que un pequeño grupo de personas desde el gobierno puedan darle solución de manera suficiente. Aquí es donde el concepto de inteligencia colectiva comienza a ser fundamental para abordar los retos urbanos. Esto es: cómo las organizaciones, las ciudades y las comunidades que viven en ella deben adaptarse al cambio constante, a la complejidad, a la disrupción y a la incertidumbre. Pero, a diferencia de los retos técnicos que pueden ser solucionados por instrucciones de actores políticos o de expertos temáticos, los retos adaptativos requieren nuevas metodologías de innovación que implican la interacción entre las autoridades, los ciudadanos y las organizaciones públicas y privadas de manera colaborativa y abierta.

Aunque las protestas sociales en Latinoamérica se agudizaron en los dos últimos años, estas son el resultado de una desarticulación de la política con la ciudadanía, una especie de rompimiento del pacto social que ha desgastado la democracia representativa y participativa. Para los ciudadanos ya no parece ser suficiente que se gobierne para ellos o por ellos; quieren que se gobierne con ellos, en una especie de democracia colaborativa.

Así entonces el desafío de la adaptabilidad, la necesidad de aprovechar la inteligencia colectiva y el clamor por una democracia colaborativa, han justificado la creación de unidades de innovación pública, con el fin último de crear valor público, es decir, valor compartido por todos. En ese sentido es importante aclarar que la innovación pública no es exclusivamente la adelantada por la administración pública, sino aquella que genera valor público, que propende por fines públicos. Así las cosas, la innovación social es una forma de innovación pública que fortalece la corresponsabilidad entre Estado y sociedad civil en el devenir de lo público.

En este contexto nacen los Laboratorios de Innovación Pública de Ciudad, lugares proclives a que el sector público, el sector privado, la academia, las comunidades, la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil puedan trabajar juntos en la identificación de retos y soluciones de ciudad.

Adicionalmente a los retos urbanos, estos Laboratorios enfrentan el desafío de crear lazos de confianza entre la ciudadanía y el gobierno, por lo que la creación de estos espacios busca construir gobiernos menos herméticos, que estimulen la colaboración, la escucha activa de las necesidades ciudadanas y la innovación abierta.

¿Qué son los Laboratorios de Innovación de Ciudad?

Los Laboratorios de Innovación de Ciudad son espacios, tanto físicos como metodológicos, que buscan oxigenar y revitalizar la forma en que las entidades públicas entienden y dan respuesta a los retos de ciudad, en colaboración con otros actores.

Los laboratorios tienen cinco características en común:
(1) Tienen un enfoque de diseño centrado en la ciudadanía (Human Centered approach) y se dedican a entender, en empatía, las necesidades y perspectivas de los individuos y las comunidades.

(2) Fomentan la co-creación entre distintos actores en el proceso de entendimiento de los retos de ciudad y en la generación de prototipos de solución, llevando la participación ciudadana a un ejercicio práctico.

(3) Articulan actores. Los laboratorios son articuladores de los ecosistemas de innovación pública locales.

(4) Experimentan. Los Laboratorios de Innovación de Ciudad son espacios de experimentación enfocados en la creación de soluciones para problemas públicos. La experimentación supone el entendimiento profundo de los retos, la formulación de hipótesis y teorías del cambio, la construcción de prototipos que se iteran, se evalúan y se escalan. En la fase de experimentación se aprende haciendo.

(5) Imaginan y proyectan futuros urbanos. Los laboratorios promueven la construcción conjunta, entre todos los actores interesados, de una visión común de ciudad. “Imaginarios colectivos e individuales”(https://labcd.mx/sobre-el-labcdmx/). Esta visión conjunta permite trazar metas comunes a corto, mediano y largo plazo, establecer prioridades y a su vez crear la hoja de ruta de las acciones que debemos hacer colectivamente para el mejoramiento de los servicios que ofrece la ciudad y sus sectores.

Breve historia de los laboratorios de ciudad

MindLab es el laboratorio de innovación pública pionero a nivel mundial. Creado en 2002 y ubicado en Dinamarca, tuvo un gran impacto en la creación de laboratorios de innovación pública en todos los continentes, debido a su forma disruptiva de propender por una cultura de experimentación e innovación en el sector público danés. MindLab cerró sus puertas a finales de 2018 y dio paso al Disruption Task, con un enfoque de transformación digital del servicio civil (Apolitical, 2018). El MindLab y Media Lab Prado de la ciudad de Madrid se han convertido en referentes de la innovación pública mundial.

Otro de los aprendizajes que deja MindLab a la innovación en el sector público es la premisa de que “para ser sostenibles a largo plazo, los laboratorios deben reinventarse constantemente” (Apolitical, 2018), según palabras de Christian Bason, quien lideró MindLab por casi ocho años. A pesar de haber sido cerrado, el mayor legado que dejó MindLab fue el cambio cultural que logró generar al interior del gobierno danés frente a la toma de riesgos y la experimentación, siendo inspiración para todos los laboratorios de este tipo que han surgido y siguen surgiendo en el mundo.

En el contexto local, el Laboratorio Para la Ciudad, de Ciudad de México, fue el primer laboratorio de este tipo en América latina. Fue creado en 2013 y así como sus integrantes lo afirmaban, se trataba “de la única instancia de gobierno” que tenía “licencia creativa para experimentar y prototipar” (https://labcd.mx/sobre-el-labcdmx/). Esta premisa se ha transmitido al ADN de los Laboratorios de Innovación de Ciudad que se han creado desde este entonces en Latinoamérica.

A partir del surgimiento de estos laboratorios y la visibilidad del cambio positivo que han venido generando al incorporar la innovación en el sector público, otros países han desarrollado iniciativas locales. Actualmente, estas iniciativas han permitido la creación de un ecosistema de innovación, en el que continuamente se intercambian experiencias que fortalecen la capacidad de los gobiernos para afrontar los retos de ciudad en un contexto de continuo cambio. A continuación, mencionaremos los principales Laboratorios de Ciudad latinoamericanos.

Algunos Laboratorios de Ciudad en Latinoamérica


Imagen 1.
Laboratorio para la Ciudad. Ciudad de México, México. 2013-2018.

Enfoque: “Es el área experimental y creativa del gobierno de la Ciudad de México. Fue el primer laboratorio de gobierno de América latina, y el primero en una megalópolis”.
Página web: https://labcd.mx/sobre-el-labcdmx/

Imagen 2. Agencia Digital de Innovación Pública. Ciudad de México, México. 2018-Actualidad.

Enfoque: aunque no se trata expresamente de un laboratorio, “la Agencia Digital de Innovación Pública tiene la responsabilidad de conducir, diseñar y vigilar la implementación de políticas de gestión de datos, gobierno abierto, gobierno digital, gobernanza tecnológica y de gobernanza de la infraestructura tecnológica en la Ciudad de México”.
Página web: https://adip.cdmx.gob.mx/

Imagen 3. BA LAB: Laboratorio de Innovación del Gobierno de la Ciudad.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. 2018.

Enfoque: Pensamiento de Diseño, Diseño de Servicios, Economía del Comportamiento
Página web: https://medium.com/balab

Imagen 4. Laboratorio de Gobierno de Chile. Chile. 2014.

Enfoque: “Primer Laboratorio de Gobierno en América latina a nivel federal, con lo cual crea procesos de innovación al interior del gobierno”.
Página web: https://www.lab.gob.cl/

Imagen 5. Lab.Rio. Río de Janeiro, Brasil. 2014.

Enfoque: “Desarrollar herramientas capaces de acercar a los ciudadanos a la administración local. Las principales herramientas desarrolladas por Lab.Rio fueron: el Consejo de Juventud de la ciudad, Desafío Ágora Río, la herramienta Mapeando, los proyectos “Chega Junto” e “Inmersión” (https://latinno.net/es/case/3167/).

Imagen 6. Laboratorio de Innovación de Quito. Quito, Ecuador. 2015.

Enfoque: “Acelerador de innovación, es una puerta abierta entre el municipio y la ciudadanía que trabaja bajo un marco participativo, colaborativo y transparente”.
Página web: http://linq.quito.gob.ec/#sthash.zrfXhiu1.c20YYOQr.dpbs

Imagen 7. SANTA LAB. Región de Santa Fe, Argentina. 2016.

Enfoque: “Interfaz de colaboración que reúne iniciativas ciudadanas innovadoras que trabajan en líneas de innovación co-gestionadas desde la cuádruple hélice de la innovación: Estado, ciudadanía, organizaciones y empresas”.
Página web: https://www.santafe.gob.ar/ms/gobiernoabierto/colaboracion/santalab/

Imagen 8. LABcapital. Bogotá, Colombia. 2016.

Enfoque: “Laboratorio de Innovación para la Gestión Pública Distrital, es un proyecto estratégico de la Veeduría Distrital, entidad de control preventivo que promueve el control social, fortalece la transparencia y la lucha contra la corrupción para el mejoramiento de la gestión pública en Bogotá”.
Página web: http://labcapital.veeduriadistrital.gov.co/

Imagen 9. LAB de Innovación en Servicios Públicos. Bogotá, Colombia. 2016.

Enfoque: equipo intraemprendedor de servidores públicos, que buscó facilitar espacios de experimentación y de co-creación con la ciudadanía y los grupos de interés de la UAESP (Unidad Administrativa de Servicios Públicos de Bogotá).
Página web: https://labinnovacion.wixsite.com/uaesp

Imagen 10. Montevideo Lab – MVDLAB. Montevideo, Uruguay. 2017.

Enfoque: “Espacio dedicado a facilitar el intercambio, la interacción y la innovación entre ciudadanía y gobierno. Un ámbito de producción, experimentación y difusión de proyectos innovadores desde el cual se generan puntos de encuentro con abordajes colaborativos y experimentales para alcanzar nuevas y mejores soluciones a los desafíos que plantea la ciudad”.
Página web: https://montevideo.gub.uy/node/41513

Imagen 11. (011) lab. San Pablo, Brasil. 2017.

Enfoque: “Aproximar y construir soluciones a problemas complejos de interés público con funcionarios, ciudadanos y actores del ecosistema de innovación. Trabajó en tres frentes: diseño y mejora de servicios públicos, movilización de comunidades para la práctica de innovación pública y desarrollo de capacidades para innovar en servidores”.
Página web: https://011lab.prefeitura.sp.gov.br/

Imagen 12. iBO-Laboratorio de Innovación Pública de Bogotá. Bogotá, Colombia. En creación.

Enfoque: “Ibo es el Laboratorio de innovación Pública de Bogotá en el que todas las entidades del Distrito, la ciudadanía, las organizaciones, los emprendedores, las empresas y la academia, trabajan en la identificación y solución de retos de interés público y el avance en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, siguiendo metodologías de co-creación centradas en el usuario y experimentación.

Enfoques metodológicos

El Design PlayBook de Innovación Pública de NESTA (organización no gubernamental de innovación con sede en el Reino Unido) contiene un listado de un sinnúmero de aproximaciones metodológicas para la innovación pública que pueden ser usadas en los laboratorios de Innovación Pública como lo muestra la siguiente imagen:

Imagen 13. Fuente: Nesta: Play Book for Innovation learning.

Sin embargo, los enfoques más usados en la experimentación en los laboratorios de innovación de ciudad son estos cuatro:

Imagen 14

1) El diseño centrado en el usuario. Metodologías como el Design Thinking y el diseño de servicios permite crear un proceso inclusivo de co-creación con los actores de interés.

2) El pensamiento sistémico. Los mapas de pensamiento sistémico permiten abordar y entender de mejor manera los problemas complejos, ubicar dichos retos y sus soluciones en el contexto de un sistema para entender su interrelación con variables de contexto.

3) Las ciencias del comportamiento. La economía del comportamiento (Behavioral Economics) permite entender sesgos de los seres humanos y generar prototipos de arquitecturas de decisión para diseñar comportamientos deseables.

4) Por último, la ciencia de datos. La analítica y visualización de datos son habilitantes de la innovación, pues permiten entender la realidad de manera más cercana e incentivar a la acción.

Imagen 15

Este es un ejemplo de cómo se usó en Bogotá un mapa de pensamiento sistémico para entender el problema del reciclaje en la ciudad.

Ciclos de vida de los laboratorios de innovación: ¿cómo evolucionan los laboratorios a través del tiempo?

Según los resultados compilados en el documento “Ciclos De Vida De Laboratórios De Inovação Pública” (G NOVA, ENAP, (011) lab, 2020), adelantado por el Laboratorio 011 de la ciudad de San Pablo, los ciclos de vida de los laboratorios de innovación se pueden asociar con las etapas de vida de los seres humanos. Más que una clasificación, este análisis busca hacer una metáfora de las experiencias, niveles de madurez y aprendizajes, característicos de cada etapa de la vida, para analizar el avance y crecimiento de los laboratorios dentro de las entidades.

● Nacimiento. Esta es una época en la que las decisiones son altamente influenciadas por los padres (ya sean personas o instituciones), quienes dan los primeros direccionamientos sobre el objeto del laboratorio y la conformación del equipo de trabajo. En esta etapa se comienza a definir la posición de cada equipo frente al liderazgo de la innovación. Dicho liderazgo “debe ser capaz de guiar las transformaciones y permitir un tránsito en lo nuevo y lo clásico” (UAESP, 2019).

● Infancia. Es un momento definido por la exploración. Los primeros proyectos en los que se trabaja son “temáticas seguras” que permiten “probar, tropezar, aprender y levantarse.” (G NOVA, ENAP, (011) lab, 2020) Aquí se comienzan a construir las primeras narrativas y se exploran diferentes metodologías y herramientas.

● Adolescencia. Se define como un momento de “poca estabilidad y muchas preguntas” (G NOVA, ENAP, (011) lab, 2020). En esta etapa salen a flote esas preguntas que pocos se atreven a hacer y que generan incomodidad en las organizaciones. “…Es un período en el que la identidad está en crisis y la sensación de no encajar en el gobierno es común” (G NOVA, ENAP, (011) lab, 2020).

Durante esta etapa, se debaten temas sobre consecución de recursos para proyectos –fichas presupuestales y aportes externos como cooperación internacional– y patrocinadores tanto al interior como al exterior de las instituciones.

Adicionalmente, la interacción con otros laboratorios genera discusiones que retroalimentan la narrativa propia, sobre la esencia y diferenciación de cada laboratorio dentro del ecosistema de innovación.

● Adultez y madurez. Esta etapa está acompañada por el autoconocimiento, el sentido de responsabilidad y serenidad. Esto sin dejar de lado los continuos cuestionamientos sobre el valor que el laboratorio le aporta a la sociedad (G NOVA, ENAP, (011) lab, 2020).

En esta etapa se comienza a dar mayor relevancia al legado del Laboratorio, “¿qué quiere integrar en el ADN de los servidores públicos?; ¿qué quiere entregar a la memoria de las comunidades con las que interactúa?”; y una de las preguntas más complejas: “¿Un laboratorio es necesario para que exista la innovación?” (G NOVA, ENAP, (011) lab, 2020).

Aunque cada etapa de la vida de los Laboratorios de Ciudad les aporta conocimiento y seguridad para atreverse a enfrentar nuevos retos, en todas estas etapas el autocuestionamiento sigue presente. Este autocuestionamiento se relaciona con su rol y su pertinencia frente a la sociedad, su aporte al contexto con el que se relaciona y la continua pregunta de cómo asumir riesgos dentro de su posición en el sector público.

También, en todas estas etapas, los Laboratorios encuentran amenazas externas como cambios de gobierno o lineamientos de política pública que desestabilizan su posición en el sector público y generan cambios de enfoque, que impactan tanto en su estructura organizacional como en los retos que abordan.

Por esto, es de vital importancia que tanto los líderes como los integrantes de los laboratorios ayuden a construir y sean partícipes activos de los ecosistemas de innovación; estos espacios ayudarán a promover la cultura de innovación, a validar acciones y compartir lecciones aprendidas sobre cómo enfrentar los retos internos y externos.

Conclusiones y recomendaciones

A pesar de los constantes retos adaptativos que deben enfrentar los Laboratorios de Innovación de Ciudad, es muy gratificante ver cómo la innovación logra dinamizar y activar redes de intercambio de conocimiento y trabajo colaborativo entre diferentes actores. En un entorno en continuo cambio que supone desafíos adaptativos, la innovación nos provee herramientas para enfrentar estos retos y construir la ciudad de una manera conjunta.

Los Laboratorios de Innovación son organismos vivos que, al igual que su contexto, están en constante cambio y evolución. Por esto, la apertura a nuevos aprendizajes, la experimentación y continuo ensayo y error deben ser prácticas cotidianas de los laboratorios de ciudad.

Aunque actualmente hay varias iniciativas de innovación y equipos que han generado un impacto positivo en la administración pública, aún existe bastante escepticismo frente al concepto innovación y se tiende a confundir de manera equivocada con creatividad. Por lo que tanto a líderes como a trabajadores les cuesta imaginar el potencial tangible e intangible de integrar metodologías y modelos de innovación dentro de la cultura de sus organizaciones.

Frente a esto, es importante identificar las personas dentro de las entidades que tienen un interés por participar en estos nuevos procesos. Ese grupo de personas, comúnmente denominados early adopters, cuentan con una curiosidad que puede potenciarse para que promuevan la innovación en su círculo cercano y, de esta forma, contribuyan a integrar la cultura de innovación en el ADN de la entidad desde sus integrantes, a través de su ejemplo.

Por otro lado, se deben promover las victorias tempranas. Esos primeros resultados permiten comunicar a los líderes y tomadores de decisiones los beneficios de abordar los retos desde la innovación. Esto permitirá crear lazos de confianza basados en evidencia, para ir ganando más espacios de participación al interior de las entidades públicas.

Otra recomendación importante es la conformación de grupos de intraemprendimiento e innovación en las entidades públicas, que interactúen con los laboratorios de Innovación de Ciudad y que sirvan como una especie de satélites de los mismos.

En cuanto al talento humano, se recomienda crear en los laboratorios grupos interdisciplinarios con talentos poco comunes en la administración pública, como diseñadores industriales, antropólogos sociales, científicos de datos, entre otros. Se recomienda construir comunidades con servidores públicos de otras áreas, para evitar la innovación aislada o por silos.

Se recomienda implementar un modelo de innovación abierta donde quepan los distintos sectores sociales, y donde se desgasten las barreras entre lo público y lo privado a la hora de trabajar en los retos sociales. La integración de emprendedores sociales a los procesos de innovación pública resulta fundamental.

Por último, la sistematización de las lecciones aprendidas es una herramienta clave para la transmisión del conocimiento. Esta tarea, dentro de un ambiente creativo y de experimentación, puede percibirse como abrumadora y tediosa, pero hace parte importante de la gestión del conocimiento de la innovación. El realizar un registro detallado de la metodología, iniciativas ejecutadas, descubrimientos (insights), aprendizajes, pilotos, proyectos y reflexiones, contribuye tanto a la generación de valor público, como a la construcción de la hoja de ruta de innovación para las entidades.

Autorxs


Santiago Amador Villaneda:

Máster en Administración Pública (Universidad de Harvard) y en Ciencias Sociales (Universidad de Oxford). Gestor de iBO (Bogotá), Research Affíliate at the BerkmanKlein Center For The Internet and Society at Harvard University, Co-Gestor Demo Lab.

Cristina Gil Venegas:
MSc en Diseño de Iluminación de KTH, Estocolmo. Experiencia en innovación pública, gestión de la innovación y cultura de datos. Exintegrante del Laboratorio de Innovación en Servicios Públicos de Bogotá.