Crecimiento demográfico: cómo influye la realidad productiva

Crecimiento demográfico: cómo influye la realidad productiva

El crecimiento demográfico intercensal estuvo en el 10,6% en el total del país. Córdoba creció el 7,9%, casi 3 puntos por debajo de la media nacional, lo mismo pasó con su producto bruto geográfico respecto del PBI nacional. A partir del análisis de los datos obtenidos se puede concluir que los movimientos migratorios internos de un país están directamente vinculados a la oferta de trabajo y servicios.

| Por Darío Poncio |

Si comparamos los dos últimos censos nacionales (el realizado en el 2001 y el finalizado en octubre del 2010) se puede observar la evolución en el crecimiento demográfico de las provincias de la Argentina y de los departamentos de la provincia de Córdoba.

Algunos números son sorprendentes y estimamos tienen su explicación en la realidad productiva de cada región, y trataremos de elaborar a manera de hipótesis las probables causas de la evolución.

Antes que nada, es necesario aclarar que las provincias argentinas y los departamentos de Córdoba más pequeños en cantidad de habitantes tienen mayores posibilidades de tener mayores diferencias en términos porcentuales, ante aumentos o disminuciones por pequeñas que sean en términos absolutos.

Realidad a nivel nacional

El crecimiento demográfico intercensal estuvo en el 10,6%. Si lo desagregamos encontramos provincias que crecieron por encima del promedio, algunas estuvieron prácticamente en el mismo porcentaje y otras que lo hicieron por debajo.

Se observa que las provincias del sur argentino y que además son pequeñas en cantidad de habitantes son las que más crecieron en términos porcentuales.

Creemos que la explicación hay que buscarla en la generación de puestos de trabajo, el desarrollo de la infraestructura y la prestación de servicios.

Encabeza el podio la provincia de Santa Cruz, con un impactante crecimiento del 39,1%, explicado seguramente por el importante crecimiento de la industria petrolera, la gran inversión en la obra pública e infraestructura realizada en gran parte por recursos nacionales y el desarrollo turístico alrededor del Glaciar Perito Moreno, todas actividades que demandan una gran cantidad de trabajadores.

Le sigue Tierra del Fuego con el 25,8%, beneficiada por la industria tecnológica que permitió la radicación de una gran cantidad de empresas de electrodomésticos y celulares que arman sus productos en la isla y ayudados seguramente por la buena cantidad de turistas nacionales y especialmente extranjeros que visitan periódicamente Ushuaia, la ciudad más austral del mundo.

Luego viene la provincia de Chubut con el 23,2%, con sus riquezas petroleras, el atractivo turístico de las ballenas que año tras año vienen a aparearse a la península de Valdés y por si fuera poco la monopólica Aluar, única industria de aluminio de la Argentina.

Luego le sigue la provincia de San Luis con el 17,3%, desarrollado gracias a leyes de promoción industrial implementadas a partir de la década de los ’80, sumado a la destacada presencia del Estado provincial que promueve el desarrollo económico mediante una gran inversión en la obra pública e infraestructura.

Luego vienen dos provincias petroleras como Neuquén con el 16,3% y Río Negro con el 15,5%, ayudadas en ambos casos por la oferta turística que tienen, también en franco crecimiento en los últimos años.

Continúan provincias pequeñas como La Rioja con el 15,1% y Misiones con el 14,1%, que obtienen crecimientos demográficos destacables, ayudados por el desarrollo de las economías regionales que han tenido un buen desempeño en los últimos años.

Hasta aquí se trata de provincias pequeñas en cantidad de habitantes, que como decíamos al principio, tienen mayores posibilidades de obtener diferencias positivas en términos porcentuales, aunque en términos absolutos las diferencias no sean importantes.

Afirmamos esto porque en el escalón siguiente viene la provincia más grande de la Argentina, la provincia de Buenos Aires, que tiene aproximadamente el 37% de los habitantes del país. Esta provincia crece un 13%, lo que significa que está casi 3 puntos por encima del promedio del país.

Esto está explicado parcialmente por el escaso crecimiento de la Capital Federal, que es de solamente el 4,1%, como consecuencia de que la gente que trabaja en la Capital prefiere vivir en lugares más alejados, situación que, veremos más adelante, se observa con la ciudad de Córdoba y el Gran Córdoba.

El fenomenal encarecimiento de la tierra en los últimos diez años, especialmente en las grandes ciudades, ha generado la disminución en las posibilidades de acceso a la vivienda para muchos habitantes, que optan por vivir en lugares más alejados aunque son conscientes de que deberán esforzarse más para trasladarse a sus trabajos.

Decimos que la explicación es parcial porque creemos que influye también la oferta de puestos de trabajo en la provincia más rica del país, a lo que se le debe sumar la disponibilidad de servicios en educación, salud, etc., que constituye un imán para habitantes de provincias pobres o inmigrantes de países limítrofes.

La provincia de Córdoba crece el 7,9%, lo que significa casi 3 puntos por debajo de la media nacional, también su producto bruto geográfico ha crecido muy por debajo del PBI argentino en los últimos diez años.

Llama la atención que las provincias vecinas a Córdoba, como son Santa Fe y Entre Ríos, también crezcan menos que la media nacional.

La provincia de Santa Fe, que es muy similar a Córdoba (en cantidad de habitantes y en Producto Bruto Geográfico), crece solamente el 6,5% y la provincia de Entre Ríos tiene un crecimiento de 6,7%, ambas por debajo del promedio argentino.

La particularidad de estas tres provincias es que además de integrar la Región Centro (aunque hoy tienen distintas identidades políticas) es que son las provincias argentinas sojeras por excelencia.

Sucede que más allá de la importancia que tiene la soja en la generación de divisas vitales para la economía argentina, con el desarrollo tecnológico alcanzado mediante la semilla transgénica y la siembra directa, en términos de generación de puestos de trabajo es pobre el desempeño, especialmente cuando se la exporta como commodity sin valor agregado alguno.

Estudios realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) determinan que una hectárea de soja requiere solamente 1,6 hora/hombre año para producirla, lo que significa que una explotación tipo de la pampa húmeda de 100 hectáreas solamente demanda 160 horas de trabajo por año para hacerla producir.

Si la jornada mensual de un trabajador es de 180 horas mensuales, esta explotación de 100 hectáreas le daría trabajo solamente a un empleado un mes por año.

Realidad a nivel provincia de Córdoba

En el caso de la provincia, los departamentos tienen un crecimiento desigual, al igual que la Argentina; hay algunos que lo hacen por encima, otros casi igual que el crecimiento de la provincia y algunos por debajo.

El departamento Colón crece el 31,6%, que se explica parcialmente por el traslado de familias que trabajan en la ciudad capital (creció solamente el 3,5%) hacia ciudades del Gran Córdoba como Villa Allende, Unquillo, La Calera, sumados a la evolución demográfica de ciudades cercanas como Jesús María y Colonia Caroya.

Luego le siguen los departamentos Calamuchita con el 20,5% y Punilla con el 15%, que son lugares que han recibido en los últimos años importantes inversiones privadas y públicas en infraestructura que les han permitido desarrollarse turísticamente y sabemos bien que la denominada “industria sin chimeneas” es una gran creadora de puestos de trabajo.

Gráfico 1. Variación población departamental. Período 2001-2010
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de INDEC.

Le siguen departamentos del norte cordobés, que al tener poca cantidad de habitantes, ante pequeñas variaciones en términos absolutos, tienen crecimiento relativo para destacar.

Nos interesa destacar el crecimiento de algunos departamentos más grandes en cantidad de habitantes, con intensa actividad productiva.

El departamento Juárez Celman, que creció el 10,4%, lo hace impactado por el inmenso potencial productivo que le da la industria manicera que tiene una gran cantidad de plantas en varias localidades del departamento y las fábricas de aceite, cuyo referente principal es la Aceitera General Deheza.

En el caso del departamento San Martín, que crece el 9,8%, la explicación puede encontrarse en el importante desarrollo de su ciudad cabecera Villa María, que ha tenido un gran crecimiento en varios aspectos desde la llegada de la Universidad Nacional de Villa María y la fortaleza de la cuenca lechera y sus industrias lácteas (son aproximadamente 1.500 los empleados lácteos afiliados al sindicato Atilra).

Departamentos importantes como San Justo y Río Cuarto tienen crecimientos del 8,5% y 7,3%, respectivamente, en ambos casos igual y por encima de la media provincial.

Llama la atención que los importantes departamentos del sudeste cordobés, el departamento Unión, con un crecimiento del 5,5%, y el departamento Marcos Juárez, con una evolución en cantidad de habitantes del 4,5%, estén bastante por debajo de la media provincial.

Estos departamentos son los sojeros por excelencia de la provincia, lo cual al igual que ocurre con el resto de las provincias argentinas, no les permite desarrollarse en cantidad de habitantes por la escasa generación de puestos de trabajo que genera el llamado oro verde.

Esto nos habilitaría a priori a concluir que la gente decide vivir en los lugares donde hay trabajo y donde hay servicios.

Gráfico 2. Variación población provincial (%). Período 2001-2010
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de INDEC.

Autorxs


Darío Poncio:

Contador. Docente UNVM. Integrante del Plan Fénix Córdoba.