El poder de los datos para fortalecer el periodismo

El poder de los datos para fortalecer el periodismo

Las técnicas utilizadas para producir artículos basados en periodismo de datos requieren tiempo y dedicación. Sin embargo, son una herramienta fundamental para lograr un contenido de calidad aumentando la credibilidad y la influencia social de los medios y mejorando la comprensión de la realidad posibilitando una participación cada vez más relevante del público en la producción de contenidos.

| Por Elena Brizuela |

“Los comentarios son libres, pero los datos son sagrados”.
C.P. Scott, editor de The Guardian, 1921

En su libro Facts are Sacred, Simon Roger rescata una reflexión de Adrian Holovaty –conocido como el “padrino del periodismo de datos”– en relación con una pregunta recurrente sobre si producir historias a partir de un set de datos es realmente “hacer periodismo”. Holovaty dice: “A quién le importa. Ojalá mis competidores pierdan mucho tiempo discutiendo sobre esto”.

Con esta reflexión, el creador del pionero mapa del crimen “Chicago Map Crime”, en 2005, advierte sobre la ventaja competitiva que implica para las redacciones digitales y para los periodistas inquietos poner manos en el teclado e invertir muchas horas recopilando, almacenando, recuperando, analizando y comunicando datos.

Por supuesto, producir una historia a partir de datos no es fácil. Cuando comencé mi carrera docente enseñando herramientas de periodismo digital hace diez años, construir una narrativa multimedia a partir de la edición de videos, imágenes, audios, textos y códigos tampoco era una tarea accesible para los estudiantes ni para los periodistas de las redacciones. Ahora, con la simplificación de algunas herramientas y el avance de la alfabetización digital, muchos pueden resolverlo, o bien idearlo, producirlo y proponerlo en trabajos de equipo que requieren de habilidades más avanzadas y específicas.

Hoy, dictando capacitaciones sobre periodismo de datos a colegas y equipos periodísticos, revivo una experiencia similar. Primero, incredulidad: ¿para qué sirve el periodismo de datos? Segundo, resistencia: ¿es demasiado difícil? Tercero, el negocio: ¿es rentable? Para estas preguntas me gustaría ensayar algunas respuestas.

Para qué. Para salir de la crisis de confianza que enfrenta la industria, apostando al periodismo de calidad que aporta verificación. En la búsqueda de precisión, el periodismo de datos abre una nueva posibilidad de análisis sobre el método de investigación aplicado al periodismo, y sobre la validación de las fuentes periodísticas.

Como ya se ha desarrollado en otros escritos sobre el tema, el periodismo de datos es una evolución del periodismo asistido por computadoras (1950) y del periodismo de precisión (1973); evolución impulsada por varios factores:
1) La mayor parte de la información que nos rodea está digitalizada, por lo tanto es más fácil de procesar y analizar.
2) Surgen y se perfeccionan herramientas gratuitas y basadas en la nube que permiten refinar bases de datos y crear visualizaciones sin conocimientos avanzados de matemática, estadística o programación.
3) El avance del movimiento Open Data (apertura de datos) en ámbitos gubernamentales, científicos, académicos y sociales.

En relación a las fuentes, el periodismo de datos pone en el centro de la escena a los data sets, entendidos como un conjunto de datos organizado que proviene del gobierno, organizaciones, universidades, centros de investigación o que el mismo periodista recaba con técnicas estadísticas para obtener una información.

En un recorrido por la prensa diaria de nuestro país podemos ver que la mayoría de los artículos periodísticos se basan en declaraciones de personas o crónicas de sucesos en los que el hecho en sí mismo es la fuente. Los documentos y las bases de datos aparecen en menor medida, pero en este afán de buscar la evidencia, la prueba determinante y la exactitud rigurosa, se convierten en una oportunidad de diferenciación en proyectos periodísticos de calidad.

¿Es demasiado difícil? “Los periodistas de datos son los nuevos punks”, todos pueden hacerlo. Las técnicas utilizadas para producir artículos basados en periodismo de datos requieren tiempo y dedicación. Sin embargo, las herramientas evolucionan cada día en plataformas más amigables y accesibles sin necesidad de escribir una sola línea de código.

A modo de ejemplo, la aplicación Kimono Labs facilita una de las tareas más complejas para los periodistas que es el scrapping o extracción de datos, transformando un sitio web en una API estructurada con pocos clics. O el sitio Infogr.am, que permite realizar visualizaciones simples para hacer más accesible una historia.

También es importante comprender que el periodismo de datos es un trabajo en equipo. Analistas, programadores y diseñadores contribuyen con sus conocimientos para la realización de un proyecto comunicativo en común. No hace falta resolver todo solo, sino utilizar el “olfato periodístico” para encontrar las primicias en los datos, comprenderlos, ponerles rostros humanos a los números con historias de vida, entender la lógica y saber trabajar con el equipo para una resolución que pueda responder las preguntas de la audiencia.

¿Es rentable? Para los medios, es una estrategia de diferenciación hacia el círculo virtuoso de la calidad y un plus de capacitación para la inserción laboral de nuevos periodistas.

A corto plazo, si la métrica que valora el editor es la cantidad de clics, seguramente será “más rentable” el video viral de la semana que la evolución del precio de los combustibles o el mapa de la violencia infantil en nuestro país. Si a eso le agregamos el tiempo y los recursos de producción de una u otra propuesta, la ecuación es clara.

Ahora bien, en una estrategia de mediano plazo en la que se privilegian la investigación, la innovación y los servicios –ejes que se rescatan en cada congreso de comunicación a nivel mundial como valores diferenciadores de la prensa de calidad– es una puerta abierta en un escenario con pocos competidores.

Philip Meyer, en su desarrollo del modelo de la influencia, plantea un círculo virtuoso que gira en la propuesta de contenido de calidad para aumentar la credibilidad y la influencia social de los medios; esto redundaría en aumento de la circulación y por ende de la rentabilidad. Esta es la estrategia a mediano plazo que han encarado ya hace tiempo medios como The Guardian, The New York Times y La Nación apostando por crear equipos interdisciplinarios de periodismo de datos dentro de sus redacciones que les valieron el reconocimiento tanto de la industria como de las audiencias.

Para los periodistas en formación, las habilidades relacionadas con el periodismo de datos (como el análisis con hojas de cálculos, scrapping y visualizaciones) se convierten en competencias cada vez más demandadas para ocupar nuevos puestos en las redacciones digitales, así como en su momento se buscaban profesionales con dominio de las herramientas básicas del periodismo digital: conocer un CMS o saber recortar una imagen.

Esta disciplina abre también un interesante campo para emprendimientos independientes que permiten posibilidades de financiamiento, becas o apoyo de organizaciones que apuestan por la innovación en periodismo. Tal es el caso de Chequeado.com, el sitio de verificación del discurso público que nace como un proyecto de la Fundación La Voz Pública, y luego comienza a insertarse en otros medios como Vorterix que se hacen eco de sus producciones.

La participación ciudadana relevante

“Voz Data… Es también una iniciativa para amplificar la voz de los datos que de otra manera permanecen silenciosos y distantes del control o la participación ciudadana”.
Texto introductorio del sitio Voz Data del diario La Nación de la Argentina

Los paradigmas de interacción con la audiencia vienen evolucionando desde el nacimiento de Internet como medio de comunicación: primero del broadcast al pointcast y luego de los voyeurs a los productores de contenido que participan del diálogo público.

Salvo pocas excepciones, las propuestas de participación de la audiencia en las versiones online de medios hace tiempo vienen reducidas a comentarios en los sitios o redes sociales, a la participación en encuestas y en sorteos para levantar el engagement.

Frente a esto, el periodismo de datos ilumina diferentes posibilidades de participación significativa con aportes concretos de los ciudadanos.

A modo de ejemplo vale citar la plataforma Voz Data impulsada por el diario La Nación que permite, a quien se interese en hacerlo, la posibilidad de colaborar analizando archivos pdf sobre gastos del Senado argentino y transformarlos en bases de datos accesibles para su análisis. El mismo algoritmo de Voz Data asegura que cada documento analizado por un ciudadano recién se valida luego de una triple verificación, salvándolo de intervenciones intencionadas.

Es importante resaltar también esta posibilidad de interacción que permite el periodismo de datos: más allá de la importancia de expresar una opinión que posibilitan los medios de comunicación a través de comentarios, existen otras alternativas para los ciudadanos de construcción y colaboración con los periodistas en futuras investigaciones.

A modo de conclusión, la mixtura entre el oficio periodístico para detectar una primicia y contar una historia, más la potencia de procesamiento y análisis de datos que nos ofrece la evolución tecnológica, resultan en una puerta de innovación para los medios de la mano de producciones de calidad que permiten a nuestras audiencias una mejor comprensión de la realidad y una participación relevante en el diálogo público.

Autorxs


Elena Brizuela:

Licenciada en Comunicación Social. Directora de la agencia de marketing y comunicación digital Epxus. Ex coordinadora del Programa de Especialización en Periodismo y Comunicación Digital del CUP. Ex proyect manager y editora del diario de negocios en turismo Pulso Turístico. Docente de nivel terciario y universitario y directora de tesis de grado relacionadas con la comunicación y las nuevas tecnologías.