| Por Emilio E. Dellasoppa | La ciudad afronta un doble desafío para los próximos dos años: Ser una de las sedes del mundial 2014, y organizar los juegos olímpicos de 2016. La violencia y el crimen, un problema crónico de Río de Janeiro, obliga a las autoridades en pensar distintas alternativos. A continuación, un recorrido por las políticas desarrolladas en los últimos años.