| Por Diego Hurtado | La Argentina se encuentra en una encrucijada. El nuevo gobierno niega el papel protagónico del Estado y se ocupa de desmontar los logros alcanzados en el campo de la ciencia y la tecnología. Contrariamente a ello, lo que necesitamos es un Estado inteligente, robusto y con la legitimidad política para disciplinar a los poderes fácticos, un empresariado convencido de que hay que diversificar la estructura productiva y una política exterior consistente con el proyecto de desarrollo económico. Solo con ello podremos pensarnos nuevamente como un país soberano y liberado del colonialismo corporativo.