| Por E. Raúl Zaffaroni | Al no haber un tribunal de casación nacional que unifique criterios jurisprudenciales en todo el país, los distintos jueces pueden resolver sobre un mismo hecho con interpretaciones jurídicas diferentes, lo que vuelve imprevisibles sus decisiones. En la Argentina, la concentración de poder por parte de la Corte Suprema no resolvió esta situación, sino todo lo contrario. Para una verdadera solución, es necesaria una reforma, siguiendo el modelo de control centralizado de constitucionalidad europeo.