| Por Mariano H. Gutiérrez | Las cárceles se sostienen por lo que significan en el imaginario colectivo, por lo que representan. Lo penal está allí para degradar, o para asegurar el sometimiento simbólico de un sector social. Se trata, en definitiva, de un mecanismo para defender las diferencias simbólicas que hacen a la estructura vertical del orden social.