| Por Carlos Marichal | En los últimos dos años los países latinoamericanos han registrado un aumento notorio de su endeudamiento. Esta tendencia está vinculada al declive pronunciado del ciclo de auge de las exportaciones primarias de la región y a la necesidad de cubrir los déficits crecientes de las cuentas públicas. Ante esta nueva coyuntura, que coincide además con un viraje político hacia la derecha en la mayoría de los países, es fundamental aprender las lecciones de la historia para evitar que los ciudadanos contribuyentes sufran las consecuencias de una globalización financiera que avanza a pasos agigantados.