Religión y política en la India: la actualidad de Ambedkar

Religión y política en la India: la actualidad de Ambedkar

La institución social de la casta, que alcanzó su máximo desarrollo durante la colonización británica de la India, permitiendo clasificar, enumerar y controlar a la población, entró en crisis como mecanismo de producción de identidades que naturaliza las desigualdades y la dominación, gracias a la acción de Ambedkar. Su legado es hoy objeto de apropiación por distintos sectores y sustenta la discusión acerca del carácter mismo de la democracia.

| Por Lía Rodríguez de la Vega |

“Con la justicia de nuestro lado, no veo cómo podemos perder la batalla. La batalla para mí es una cuestión de alegría… Para nosotros es una batalla no por la riqueza o por el poder. Es una batalla por la libertad. Es una batalla por la recuperación de la personalidad humana”.
B.R. Ambedkar, Conferencia All-India Depressed Classes, 1942.

Bhimrao Ramji Ambedkar (1891-1956), conocido jurista, político, economista y también activista por el cambio social, cuenta entre sus diversos legados el de haber cimentado la lucha contra la discriminación de casta y haber inspirado el denominado movimiento budista dalit (oprimido), constituyéndose en una presencia permanente de la confluencia de distintos tiempos históricos de la India.

Conocido popularmente como Babasaheb, nació en el seno de una familia Mahar, el mayor grupo de “intocables” (denominación que alude a grupos considerados por fuera del ordenamiento hindú de varnas/estamentos sociales, situación que implica para los mismos gran vulnerabilidad social y distintas prácticas de discriminación hacia ellos) del estado de Maharashtra, siendo uno de los primeros de entre ellos en acceder a la universidad, deviniendo profesor del prestigioso Sydenham College of Commerce and Economics, de Bombay, y director del Government Law College, también de Bombay, obteniendo doctorados en la Escuela de Economía de Londres y en la Universidad de Columbia. Tras su retorno a India y el establecimiento de su práctica legal, creó el Instituto para Clases Deprimidas (Bahishkrit Hitkarini Sabha) y posteriormente, en 1936, el Partido Laborista Independiente, para proteger los intereses de las clases trabajadoras.

En 1942 fundó la Scheduled Caste Federation, con la intención de promover los intereses de su comunidad y tras la independencia de la India (en 1947), el gobierno encabezado por el Congreso lo designaría como el primer ministro de Justicia del país, siendo nombrado presidente de la Comisión de Redacción de la Constitución. Sin embargo, ninguno de los logros ni posiciones obtenidas lo mantendría a salvo de distintas prácticas discriminatorias en relación a su origen social.

Convencido de que los llamados “intocables” (también conocidos como dalits) no podrían acceder a derechos al interior del hinduismo (igual derecho de ingreso a los templos, de uso de las fuentes públicas de agua para bebida e higiene, de libre acceso a otras instituciones públicas, etc.), hacia la década de los ’40 y tras estudiar distintas religiones, decidió que el budismo resultaba la opción lógica para convertirse a él, creando en 1955 la Bharatiya Bauddha Mahasabha o Sociedad Budista de la India. Tal posible conversión de Ambedkar y sus seguidores tuvo un gran eco político y social en su tiempo, aunque se concretaría recién en octubre de 1956, momento en que se convirtió al budismo en un acto público en Nagpur, tomando los tres refugios en Buda, el Dharma (la Ley) y el Sangha (la Comunidad). Tras su propia conversión y la de su mujer, le siguió la de alrededor de más de 400.000 seguidores que lo acompañaron. En diciembre de ese año fallecería y recibiría ritos mortuorios budistas, dejando instalada en la imaginación social la conversión al budismo como una posibilidad de salida de la estructura de castas y la discriminación asociada a ella (la práctica de segregación espacial y social que se materializa en el rechazo a la entrada de dalits a ciertos lugares, la prohibición de la comensalidad con dalits, la prohibición de contacto directo con ellos, etc.).

El trabajo de Ambedkar encontraría eco en el del monje inglés Sangharakshita, que se conectó con tales dalits conversos y de regreso a Inglaterra fundó Friends of the Western Buddhist Order (FWBO) –actualmente denominada Triratna Buddhist Community– y alentó a un discípulo inglés joven, Dhammachari Lokamitra, a unirse al trabajo de los budistas “ambedkarianos” en India, donde este ayudaría a crear, en 1978, el movimiento Trailokya Bauddha Mahasangha Sahayaka Gana (TBMSG), rama india de FWBO, que reúne a distintas organizaciones sociales, que fusionan la práctica del dharma y la acción social. En la actualidad, el trabajo de TBMSG ha crecido y con el apoyo de distintos donantes surgieron dos nuevas organizaciones asociadas, Jambudvipa Trust and Bahujan Hitay, ambas desarrollando trabajo social entre los dalits.

El legado de Ambedkar continúa hasta el presente y encuentra resonancias permanentes en el activismo dalit y en diversos episodios que traen a la institución social de la casta al centro de la escena y continúan a su vez renovando el legado de Buda (Buddha/El Despierto/El Iluminado), desde su figura y accionar en el siglo VI a.C. (cabe recordar aquí que la prédica budista del dharma o moral general para todos los seres, propia del budismo, se opone a la noción de svadharma o moral propia de cada casta, propia del brahmanismo, entendido aquí como parte de la corriente religiosa iniciada con la llegada de los indoeuropeos a la India, que incluye bajo el término hinduismo al vedismo, el brahmanismo y el hinduismo) y de Kabir, conocido reformador social de Benarés, cuya prédica seguía la familia de Ambedkar.

La institución social de la casta –cuya misma existencia ha sido muy debatida y algunas de cuyas notas principales son la membresía hereditaria, la asociación a una ocupación particular, la connubialidad y la comensalidad– encontró un punto de énfasis durante la colonización británica de la India, período en el que se fortaleció la invención de la tradición india, emergiendo la casta como una categoría clave de clasificación, enumeración y control de la población, en cuyo marco los censos resultaron un punto de su consolidación, no solo en términos de clasificación social sino –por ello mismo– de producción de identidades, que como tales expresan no solamente diferencia sino también desigualdades y dominación.

En la concepción del nacionalismo como un proyecto desarrollista, la ideología y práctica de las castas ha sido considerada como perjudicial, de tal manera que se impulsó en la redacción de la Constitución Nacional el planteo de la necesidad de poner en práctica políticas sociales de discriminación positiva, mediante las cuales se otorgara a los miembros de grupos considerados desfavorecidos una ayuda que permitiese paliar la desigualdad de oportunidades. Tales políticas ya se habían puesto en práctica durante la época del colonialismo británico mediante The Scheduled Castes Act of India, en 1935, en la se clasificaba a los grupos que serían considerados como parte de las llamadas “Depressed classes”/“Scheduled Castes”. Posteriormente, en los artículos 341 y 342 del texto constitucional, esos grupos fueron definidos como Scheduled Castes (SC), Scheduled Tribes (ST) y tras la acción de la Comisión Mandal en 1979, también como Other Backward Classes (OBC).

El alcance de la política de acción afirmativa, materializada a través de la reserva de lugares en diversos ámbitos (puestos de gobierno, en instituciones de educación, etc.), estuvo inicialmente pensada para una determinada cantidad de años tras la independencia de la India, no obstante no solo se ha mantenido sino que se ha ido politizando y alcanzado proporciones enormes en distintos estados, abriendo paso a la existencia de irregularidades, que a su vez habilitan las denuncias de las otras castas acerca de la injusticia que a su percepción resulta lo que consideran la aplicación de discriminación positiva a perpetuidad.

Los dalits han logrado, por otro lado, concretar el desarrollo de diversos espacios y partidos políticos que sostienen representar sus intereses y buscan retomar los planteos de Ambedkar, tales como el partido Bahujan Samaj –cabe recordar, por ejemplo, que Mayawati Prabhu Das fue electa cuatro veces como Ministro en Jefe del Estado de Uttar Pradesh–, el partido Republicano de India (activo en Maharashtra), el partido Viduthalai Chiruthaigal Katchi (Tamil Nadu, Andhra Pradesh y Kerala), el Bharatia Republican Paksha – Bahujan Mahasangh (liderado por el nieto de Ambedkar), el partido Lok Janshakti –escisión del Janata Dal, que forma actualmente parte de la Alianza Democrática Nacional con el partido Bharatiya Janata– (Bihar), etcétera.

La actualidad del tema puede verse en el nuevo cuestionamiento de la política de discriminación afirmativa a través de las multitudinarias manifestaciones de la comunidad Patidar/Patel de Gujarat, en 2015, reclamando el acceso al estatus de reserva, en el marco de la reserva positiva. Estas manifestaciones derivaron en varios muertos, la represión de las mismas y el encarcelamiento y posterior liberación de su líder, Hardik Patel. Ese activismo toma inspiración a su vez del de la comunidad Gujjar, de Rajastan, que iniciara una protesta violenta en 2008 y la continuara posteriormente de manera pacífica, en 2010 y 2015, mediante el bloqueo de caminos y trenes. A ese escenario se sumaron las comunidades de los Jats de Rajastan y de los Brahmanes de Gujarat (en agosto de 2015), con el trasfondo de que el actual sistema los ha perjudicado y su expectativa de que el Estado solo garantice reservas en base al criterio económico.

Frente a las protestas y pedidos de cambios en el mecanismo de las reservas, la obvia respuesta de los actuales beneficiarios de esa política social apunta que tal perspectiva de cambio del sistema no considera la discriminación social que conllevan prácticas como la “intocabilidad”.

Estos reclamos, que responden a diversas perspectivas e intereses, encuentran otros antecedentes como la propuesta del profesor Purushottam Agrawal, de la Universidad Jawaharlal Nehru, que propuso implementar un sistema de inserción más general, partiendo de considerar todas las desventajas generadas por elementos tan diversos como la casta/tribu, el género, el estatus económico familiar, la clase de educación formal recibida, la región en la que el candidato a la reserva pasó sus años de formación y su estatus como primera generación en cuanto a logro educacional familiar. Se trataría entonces de una discriminación positiva que considera múltiples índices (Multiple Index Related Affirmative Action/MIRAA). De igual manera, Satish Deshpande y Yogendra Yadav, buscando contribuir a la mejora del diseño de políticas de acción afirmativa, presentaron un modelo alternativo a las cuotas de casta, que entienden viable, que también considera múltiples fuentes de desventaja individual y grupal (casta, región, sexo y residencia urbana/rural), así como efectos de interacción y grados de desventaja. Por lo demás, Sukhdeo Thorat –cientista social y activista, él mismo un dalit– sugirió la utilidad de revisar también las modalidades adoptadas por países como Malasia y Sudáfrica.

En el marco de un entendimiento de la interrelación de las diversas causas de la desigualdad y la discriminación y sus complejas resultantes, se agrega el dato de que la Corte Suprema de la India, a principios de 2015, anuló la notificación del gobierno que incluía a la casta Jat en la lista de OBC, en los distritos de Dholpur y Bharatpur, en Rajastan, al considerar que la información estadística provista para esa inclusión era desactualizada para su propósito. La Corte señaló que el Estado no debe guiarse por la autoproclamación de la clase que se cree socialmente atrasada y además sostuvo que aunque la casta es reconocida como una causa importante de la injusticia en ese país históricamente, no puede ser tomada como el único determinante de atraso de una clase, apelando al empleo de nuevos métodos para avanzar en la definición de “atraso”, distanciándose de una perspectiva exclusivamente castacéntrica. Señaló además que el atraso social es un concepto emergente de múltiples circunstancias, que abarcan distintos ámbitos, por lo cual desalienta la identificación de un grupo como atrasado, para justificar reservas, solamente en base a la casta. Así, dado que la Corte parece plantear la presunción del avance progresivo de los ciudadanos indios en los distintos ámbitos de la vida social, el criterio histórico se torna entonces insuficiente.

Por otro lado, este cuestionamiento al sistema de discriminación positiva, fundamentalmente en base a la casta, se da en un momento en que parecen recrudecer incidentes de violencia comunal y se desarrolla la campaña de reconversión de Ghar Wapsi (que según el Vishwa Hindu Parishad ha “devuelto” más de 30.000 personas a su fe original).

A ello puede sumarse el suicidio de Rohith Vemula, becario de investigación dalit de la Universidad de Hyderabad, perteneciente a la Ambedkar Students Association (ASA), suspendido junto a otros estudiantes dalits por la administración de esa universidad, que aunque les permitió seguir estudiando allí, les había prohibido la entrada a los albergues, al edificio de la administración y otros lugares comunes a otros grupos, suspendiendo también el subsidio recibido por Vemula. Aparentemente, esa suspensión de los becarios estuvo dada por un presunto enfrentamiento entre los estudiantes pertenecientes a la ASA y la Akhil Bharatiya Vidyarthi Parishad (ABVP), una filial de Sangh Parivar. El suceso adquirió tintes más notorios por la carta que el mismo Vemula escribiera al rector de la institución antes de su trágica decisión, pidiéndole con sarcasmo que proveyera facilidades para la eutanasia de los estudiantes dalit.

El suicidio del estudiante y activista generó reacciones inmediatas en todo el país y medios de comunicación del mundo, sumando a las protestas en Hyderabad, las de Nueva Delhi (estudiantes de la Universidad Jawaharlal Nehru realizaron huelga de hambre en apoyo a la iniciada por estudiantes de la Universidad de Hyderabad), Bombay, Chennai y Puna. Paralelamente, se entrecruzaron distintas acusaciones entre partidos políticos, mientras en el Parlamento el partido del Congreso, opositor al Partido Bharatiya Janata (BJP) gobernante, aseguraba que había ministros del gobierno que tenían alguna responsabilidad en lo acontecido, el BJP acusaba al partido del Congreso de intentar politizar el tema, negando cualquier relación del mismo con las castas. Ese escenario encuentra otro eco en las palabras de Sukhdeo Thorat, que señala que la condición discriminatoria que sufren los estudiantes dalit en distintas instituciones de educación superior del país no resulta una novedad.

Frente al hecho específico de la muerte de Vemula, el gobernante BJP ha manifestado explícita y públicamente su lamento ante el suceso a través de un mensaje del primer ministro Narendra Modi, apelando a la figura y dichos de Ambedkar, acusando a la oposición de intentar proyectar un “batalla de castas” al tiempo que señalaba el supuesto cuestionamiento de Vemula al ahorcamiento de Yakub Memon (único condenado a muerte entre los acusados y condenados por los atentados de Mumbai en 1993, ejecutado con la pena de horca, el 30 de julio de 2015). De igual manera, el BJP desarrolló un programa conmemorando el 125 aniversario del nacimiento de Ambedkar, el 14 de abril de 2015. Para algunos analistas, parte del horizonte de consideración de tales acciones parece estar dado por las elecciones que se celebrarán en Uttar Pradesh en 2017, estado donde los dalits habían votado en cantidad al BJP en las elecciones generales de 2014, con la posibilidad de que ello no se repitiera en 2017, observándose además el resurgimiento del Partido Bahujan Samaj, cuya base de mayor importancia se encuentra precisamente en Uttar Pradesh. En línea con ello, en 2016, la celebración del Maritime India Summit, que se realizó el mismo 14 de abril, permitió a Modi retrotraerse a la figura de Ambedkar, a quien se refirió como “el arquitecto de la política de navegación en India”, señalando que rezaba para que su sabiduría continuara guiando sus esfuerzos en pos de la construcción de la nación.

Fuera de India, el tema agita las aguas inclusive en puntos de asentamiento en la diáspora, tal el caso del Reino Unido y la discusión parlamentaria sobre el Single Equality Bill, recurso legislativo para combatir la discriminación allí, que formara parte de la propuesta electoral del Partido Laborista en el 2005, en cuya discusión surgiera la propuesta de prohibir la discriminación en base a castas. El texto de la Equality Act (EA) de 2010 incluye la provisión de que por orden de un ministro la casta debe ser tratada como un aspecto de la raza, y en 2013, la Enterprise and Regulatory Reform Act (ERRA), en su Sección 97, requiere al gobierno británico una enmienda al capítulo 9 de la EA, a través de legislación secundaria, con la consideración de la casta como un aspecto de la característica protegida de raza, pero dicha legislación aún no ha sido introducida y el tema permanece siendo discutido por distintos actores sociales; más allá de ello ya existe algún pronunciamiento judicial que contempla la cuestión, que si bien resulta significativo no es todavía definitivo a la consideración de la misma.

De igual modo, el tema ha materializado también la existencia de organizaciones de la sociedad civil que atienden a la cuestión, tales como International Dalit Solidarity Network (creada en 2000, con sede en Dinamarca), International Commission for Dalit Rights (ICDR), más allá de la acción de otras organizaciones como Human Rights Watch (HRW), que también trabajan sobre el tema.

El legado de Ambedkar por supuesto excede la incansable lucha en contra de la discriminación de casta. Su fe en la democracia misma, que parece remitirlo más a las prácticas del sangha budista que a los modelos occidentales, tradujo la esperanza de muchos de que las instituciones de la democracia pudieran acabar con semejante discriminación y su acción y empeño personales contribuyeron a asegurar el más antiguo programa de acción afirmativa. La actualidad de la prédica y la acción de Ambdekar pueden señalarse entre otros en su defensa de los derechos de herencia y propiedad de las mujeres desde 1948, su tratamiento de la creación de nuevos estados, basados en la identidad lingüística; su visión realista respecto de la partición de India, la creación de Pakistán y los correlatos de posibilidades en las comunidades consideradas (hindúes e islámicos), etc., todas cuestiones que aún hoy ocupan los desafíos sociales y políticos de la India.

Por lo demás, las discusiones sobre la dinámica de las castas al interior del hinduismo, su interjuego con la arena política y su internacionalización, encuentran otros espacios de proyección global que hacen a otras temáticas relevantes como la consideración del hinduismo como una religión universal.

Finalmente, mientras durante un tiempo fue usual atacar la planteada “colaboración” de Ambedkar con el British Raj, en la actualidad su figura simbólica y el peso de su aporte –su esperanza y expectativas en la democracia, su mirada realista de la política, por la que planteó que denegar la igualdad social y económica podría amenazar la democracia política del país y sus anhelos libertarios– son objeto de apropiación por distintos sectores que aparecen en pugna en un ámbito que remite finalmente a la discusión acerca del carácter mismo de la democracia, con el telón de fondo de algunos Drona (recordando al Brahmin Drona, que pide a su alumno dalit Ekalavya que se corte el dedo pulgar como dakshina/pago por sus clases de arquería, en el poema épico Mahabharata) que continúan apareciendo. Lo que constituye entonces la permanente actualidad de Ambedkar es su posibilidad de hacer confluir distintos tiempos históricos que construyen este presente y proponen un horizonte/futuro de superación claro, posible y de construcción definitivamente colectiva, un permanente desafío al deseo expresado por el primer ministro Modi, de la emergencia de India como “vishwa guru/maestro del mundo, no solo para dar una nueva dirección al mundo sino para proteger nuestra (su) propia herencia”.

Autorxs


Lía Rodríguez de la Vega:

Licenciada en Estudios Orientales y Dra. en Relaciones Internacionales (USAL). Estancia Posdoctoral en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), Porto Alegre, Brasil. Responsable del Área de Asia y África de UNICOM, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Lomas de Zamora, e investigadora del Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales (CICS), Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Palermo. Investigadora del Programa Nacional de Incentivos Docentes. Miembro de la Comisión de la Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (ALADAA) y Coordinadora del Grupo de India y Asia del Sur, del Comité de Asuntos Asiáticos del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales.