Recursos naturales estratégicos: una “nueva geografía” se despliega

Recursos naturales estratégicos: una “nueva geografía” se despliega

La atención en el aprovechamiento y protección de estos recursos ha venido creciendo en todo el mundo en las últimas décadas. A partir de ello se ha ido configurando una nueva geografía de conflictos y de cooperación en el ámbito mundial. Es hora de que nuestro país haga un relevamiento serio de sus recursos y se avance en un plan de cooperación regional que nos permita pensar esta problemática, su vínculo con la seguridad interior, y la potencial amenaza que puedan ejercer actores externos.

| Por Roberto Bloch |

A partir de la década de los ’90 ha cobrado relevante importancia en las relaciones internacionales el tema de los recursos naturales estratégicos (petróleo y gas, agua dulce, biodiversidad, minerales estratégicos). Son estratégicos porque son recursos valiosos a los que los Estados (y las empresas) deben acceder por razones de seguridad. Existe una creciente atención en el aprovechamiento y protección de tales recursos, tanto por parte de los países desarrollados, importadores de los mismos en grandes cantidades, como por parte de los países en vías de desarrollo, fuente de gran cantidad y variedad de tales recursos.

A esto se le debe adicionar que son recursos finitos, por lo que su progresiva reducción, los altos costos crecientes en su explotación, el impacto del cambio climático y el aumento poblacional incrementan las tensiones en estas cuestiones.

De tal manera, se estaría configurando una nueva geografía de conflictos o geografía de cooperación en el ámbito mundial, delimitada por la existencia, producción, comercialización, transporte y consumo de aquellos recursos naturales estratégicos.

Se ha trazado en el mapa de una nueva geografía, que deriva de una nueva etapa de la geopolítica, con gran influencia de la geoeconomía, en la que el interés predominante se ubica en la concentración de recursos estratégicos, cuestionando de ese modo las divisiones políticas tradicionales.

Este avance de la geoeconomía, como instrumento estratégico internacional, ha intensificado la competencia por los recursos estratégicos. Esto conlleva a una revalorización de los territorios y de las aguas donde se asientan los mismos.

Los recursos naturales estratégicos mencionados se ubican en áreas determinadas y gran cantidad de las llamadas “nuevas tecnologías” derivan de la materia prima que les suministran.

Las grandes empresas multinacionales ya diseñan estrategias específicas (desde sus casas matrices, ubicadas generalmente en países desarrollados) para el óptimo aprovechamiento de tales recursos en toda su cadena de suministro.

Por su parte, los Estados desarrollados también lo hacen para mantener e incrementar los altos estándares de vida de sus ciudadanos y el funcionamiento de sus industrias.

Se perfila un panorama mundial en el que la competencia por los recursos naturales estratégicos se está convirtiendo en un principio rector que determina (en gran medida), la disposición, el despliegue y el empleo de la fuerza militar. El mayor interés se centrará en aquellas zonas que contengan existencias abundantes de estos recursos, así como en las vías de comunicación que conectan estos emplazamientos con los grandes mercados mundiales.

A continuación se analizarán los principales recursos naturales estratégicos en la actualidad: petróleo, gas, agua dulce, biodiversidad y minerales estratégicos.

Petróleo

Para Eduardo Giordano (Las guerras del petróleo), el factor bélico juega un rol destacado en la evolución del precio del petróleo. Existe una relación entre los precios del petróleo y las guerras entre Israel y los países árabes (década de los setenta), entre Irán e Irak (década de los ochenta), entre Irak y Kuwait (1990-1991), los bombardeos contra Irak (década de los noventa), la invasión a Irak (2000); esto ha originado ventajas para los Estados Unidos y para Gran Bretaña y para las empresas petroleras inglesas y norteamericanas.

Se destaca el rol del complejo militar-industrial en la dinámica económica interna y en su capacidad de actuar sobre la evolución del mercado energético del petróleo.

Las guerras y los bombardeos actúan como factores reguladores de un mercado que funciona con arreglo a pautas específicas: sirven para reactivar el negocio del petróleo y maximizar las ganancias de las empresas multinacionales. Así, las acciones bélicas satisfacen dos clases de intereses:
a) Intereses sectoriales (de las empresas multinacionales petroleras y de las empresas de armamento).
b) Intereses de orden macroeconómico (consolidar la hegemonía del dólar frente a otras divisas y atraer capitales al mercado bursátil).

Alfredo Jalife-Rahme explica en Los cinco precios del petróleo cinco presiones que actúan en el mercado del hidrocarburo. Ellas son:
1. La presión económica, de la que surge un precio que es el resultado de la oferta y la demanda. Como dos grandes países nuevos demandantes aparecen China (debe adquirir el 40% de su consumo) e India (debe adquirir el 70% de su consumo). Este aumento de la demanda es simultáneo con la política de los Estados Unidos para controlar los principales yacimientos del mundo, lo cual supone negar su acceso a los dos países asiáticos citados ante la inminencia del aparente límite máximo extractivo, ubicado entre los años 2020 y 2025, durante los cuales la oferta no podrá satisfacer la demanda.

2. La presión financiera sobre la cotización del barril. Allí se ubica la disputa entre “petrodólares”, con el dólar como divisa dominante en el negocio del petróleo, y los “petroeuros”, con el euro compitiendo con la anterior. Actualmente, las fluctuaciones del dólar acompañan las diversas cotizaciones del barril.

3. El tercer factor de presión es la especulación. La compra y venta del petróleo se concentra en las bolsas mercantiles de Londres y de Nueva York, en las que se fijan los precios futuros del barril.

4. El cuarto factor de presión corresponde a las acciones bélicas y al terrorismo y también a las amenazas de tales acciones eventuales efectuadas por diversos líderes. Las ganancias de las empresas petroleras dependen en gran medida de las operaciones bélicas y del terrorismo y de las expresiones amenazantes de autoridades destacadas.

5. Como quinto factor de presión se incluyen las maniobras de desinformación, mediante las cuales se engaña o se oculta información válida; por ejemplo esto se realiza tanto sobre las reservas comprobadas y las reservas posibles como sobre la evolución del precio del barril.

Sin duda, por varios años el petróleo continuará siendo un recurso natural estratégico disputado y así las regiones del Golfo Pérsico y del mar Caspio, grandes productores, continuarán en el centro de los conflictos. A ellas ya se han sumado otras cuencas que aportarán energía y controversias (Venezuela, México, Nigeria, Alaska y también la creciente explotación offshore).

Gas

La reducción del consumo actual del petróleo a nivel mundial ha incrementado el consumo del gas como recurso energético.

El consumo de gas actual a nivel mundial asciende al 24%. El 40% de las reservas de gas se ubican en Asia Central; gran cantidad de reservas se encuentran en Rusia y en diversas exrepúblicas soviéticas en la región del mar Caspio.

Según el Departamento de Energía de los Estados Unidos, en un Informe sobre la Región del mar Caspio presentado en junio del 2000, las reservas verificadas de Azerbaiján, Kazajstán, Turkmenistán y Uzbekistán totalizan entre 6,6 y 9,5 billones de metros cúbicos de gas (cantidad equivalente a la suma de las reservas de Estados Unidos, Canadá y México); además, aquellos países albergan posibles reservas adicionales de 9,2 billones de metros cúbicos, lo cual arroja totales hipotéticos de entre 15,9 y 18,6 billones de metros cúbicos. Si se confirman tales estimaciones, las reservas de gas natural del mar Caspio igualarían a la suma de América del Norte y América del Sur. Rusia y Estados Unidos han emprendido iniciativas sistemáticas para fortalecer sus respectivas posiciones militares en la cuenca del mar Caspio.

Por otra parte, al no existir un marco legal conjuntamente aceptado por los Estados que regule la propiedad de los recursos energéticos submarinos en el mar Caspio, el aprovechamiento de tales recursos es una fuente de desacuerdos y conflictos.

En Sudamérica, Venezuela y especialmente Bolivia, por sus grandes reservas gasíferas, utilizan este recurso como herramienta estratégica en sus negociaciones internacionales.

Agua dulce

Tres cuartas partes del mundo están cubiertas de agua pero solamente el 2,5% es agua dulce. A su vez, del total de agua dulce, 0,4% es agua de superficie y atmosférica; 0,8% es permafrost (capa de hielo); 30,1% es agua de subsuelo y 68,7% son glaciares.

Entre 300 y 400 millones de habitantes de la Tierra carecen en la actualidad de agua potable. En 1950 eran 200 millones. Si continúa el ritmo actual del consumo y de crecimiento demográfico, en el año 2025 la existencia de entre 1.200 y 1.500 millones de personas se verá amenazada por una grave escasez de agua y dos terceras partes de la humanidad tendrán dificultades para acceder a ella.

En 50 años la disponibilidad de agua dulce ha disminuido las tres cuartas partes en África y las dos terceras partes en Asia. África del Norte y Oriente Medio son las zonas de más riesgo. En estas regiones hay 45 millones de personas sin agua potable y una disponibilidad por persona que desde 1960 se ha reducido a la mitad.

El “Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos” se presentó oficialmente el 22 de marzo del 2003, considerado por las Naciones Unidas el “Día Mundial del Agua”. El hecho se produjo durante el Foro Mundial del Agua, llevado a cabo en Kioto, Japón. La conducción del trabajo fue realizada por la UNESCO y por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas. Según este informe, en la peor de las hipótesis, a mediados del presente siglo 7.000 millones de personas sufrirán escasez de agua en 60 países y en el mejor de los casos, serán 2.000 millones de personas de 48 países. Esto dependerá de factores como el crecimiento de la población y la elaboración de políticas adecuadas. Una idea central que recorre todo el informe es que la crisis del agua se debe fundamentalmente a la falta de buen gobierno y de voluntad política para administrar los recursos con sensatez. Se sostiene que a pesar de las abundantes pruebas que se poseen sobre la existencia de la crisis del agua, ha faltado el compromiso político necesario para invertir las tendencias.

El crecimiento poblacional, la industrialización de grandes países como China, India y Rusia, la creciente urbanización, la demanda de agua para uso agrícola y la reducción de fuentes tradicionales de agua, parecen señalar un futuro donde aumentará la presión sobre aquellas regiones que poseen abundante agua dulce, destacándose en tal sentido Sudamérica, a partir de sus tres grandes cuencas (Amazonas, del Plata y Orinoco), y sobre sus acuíferos subterráneos, y además, Canadá, Congo, India y Mesopotamia oriental. Asimismo, todo parece indicar que se incrementarán los conflictos por la disponibilidad del agua en Medio Oriente, si no se alcanza algún tipo de acuerdo de cooperación entre los países del área. También será un tema crítico para diversos países africanos que pueden ver reducidas aún más sus ya escasas fuentes de abastecimiento.

Biodiversidad

En la actualidad, la biodiversidad y su uso a través de la biotecnología se han convertido en un nuevo recurso estratégico. Por medio de la biotecnología, el aprovechamiento de la biodiversidad permite obtener resultados que se vinculan con la modificación de los sistemas alimenticios, los medicamentos, los nuevos materiales, las armas biológicas y también sobre la ecología.

En especial, la ingeniería genética se destaca como herramienta de poder. Así aparecería un nuevo espacio de confrontación política: los genes, portadores de la memoria de la herencia. En tal sentido, la valorización de las regiones del mundo como “bancos de genes” implica una reconfiguración del tablero político internacional. Las “biorregiones” valorizadas son heterogéneas y concentran la biodiversidad mundial en ciertas áreas a las que se suele denominar “zonas de megadiversidad”. En las regiones terrestres, la biodiversidad se agrupa en las zonas boscosas, principalmente en los bosques y selvas húmedo-tropicales; en las regiones de transición, entre los biomas terrestres y marinos, se ubica en los denominados manglares; en las regiones marinas, se acumula en las praderas marinas y en los bancos o arrecifes de coral. La zona de máxima biodiversidad la constituyen los bosques inundados de la Amazonia (150.000 kilómetros cuadrados).

Asimismo, la disputa política por el espacio genético se ha convertido en una disputa económica a partir del sistema actual de patentes. Acumular patentes es una estrategia muy apreciada; a veces, el valor de la inversión de una empresa está determinado solamente por su propiedad intelectual a partir de las patentes que posee.

El 83% de la biodiversidad natural se ubica en los países en vías de desarrollo; el 75% de la biodiversidad fuera del lugar (ex situ) se encuentra en los países desarrollados.

La extracción del recurso genético de su lugar de origen para su posterior uso constituye lo que se denomina “bioprospección” (si es ilícita se habla de “biopiratería”). Los vectores para esto son fundamentalmente las empresas multinacionales en cooperación con los Estados donde se ubican sus casas matrices y con organizaciones de investigación.

Este conjunto está diseñando un sistema global de bioprospección y desarrollando un sistema mundial de propiedad intelectual basado en las patentes.

Los recursos genéticos enfrentan el problema de la extracción de sus países de origen y su traslado a centros de investigación extranjeros, donde son etiquetados como semillas o “germoplasma mejorado”; posteriormente se los vende a los países de origen, mayoritariamente en vías de desarrollo.

Muchas empresas farmacéuticas iniciaron programas de bioprospección a principios de la década de los noventa, particularmente en los bosques tropicales de los países en vías de desarrollo, con el fin de detectar especies vegetales, animales exóticos y microorganismos que pudieran contener sustancias activas de acción farmacológica definida.

Otras empresas se interesan por la biodiversidad como fuente de información genética para el desarrollo de cultivos agrícolas, a través de la ingeniería genética, con el objetivo de producir plantas transgénicas tolerantes a los herbicidas, de mayor rendimiento o enriquecidas con ciertas sustancias nutritivas o como vehículos para posibles medicamentos o vacunas.

Asimismo, varios de los llamados “nuevos materiales” y en especial los llamados “biomateriales” en medicina, se diseñan a partir de componentes biológicos extraídos de diversos vegetales.

Por otra parte, la biodiversidad se ha convertido en un insumo imprescindible para diversas armas biológicas que poseen algunos Estados, existiendo la probabilidad de que también dispongan de ellas organizaciones al margen de la ley.

Analistas económicos han señalado que la comercialización de todos los segmentos de la “bioeconomía” potenciada por la biotecnología, podría convertirse en los próximos años en el poder económico consolidado más importante del mundo.

Minerales estratégicos

Los minerales estratégicos son aquellos considerados imprescindibles por los Estados por razones de seguridad. En la actualidad, los principales son los siguientes.

Manganeso

Es un elemento muy demandado por su importancia en la fabricación de aceros. Esto se ha incrementado con la demanda de aeronaves por parte de China. Estados Unidos importa casi todo el manganeso que necesita. El 90% de las exportaciones proceden de Australia, Brasil, Gabón y Sudáfrica.

El manganeso también se utiliza en baterías, construcción y en las aleaciones que evitan la corrosión de los tubos de las armas de fuego.

Cobre

El 50% del consumo anual del cobre se emplea actualmente en la galvanización del acero. También se lo utiliza en baterías de plata y de zinc para misiles y cápsulas espaciales. Se utiliza en muchas aplicaciones de la vida cotidiana.

Los países con mayores reservas de cobre son Chile, Estados Unidos, Australia, Perú e Indonesia.

Níquel

Un total de 2,6 toneladas de níquel es necesario para fabricar un avión moderno. El 65% del níquel se emplea en la fabricación de acero inoxidable auténtico (no magnético) seguido de las aleaciones, como la del níquel-titanio, empleada en la robótica por su memoria de forma y gran plasticidad. El mayor productor de níquel es Rusia, aunque consume la mayor parte, seguida por Australia y Canadá.

China ha incrementado fuertemente la demanda en los últimos años.

Cobalto

Su gran dureza lo convierte en el objeto de deseo de industrias como la aeroespacial para crear súper-aleaciones usadas en las turbinas de gas que necesitan materiales resistentes a la corrosión, de gran resistencia mecánica, que soporten presiones y altas temperaturas. También se utiliza en ciertas fases del refinado del petróleo, en la fabricación de diversos productos químicos y en la producción de herramientas para trabajar los diamantes. Los principales productores son Congo, China, Zambia, Rusia, Australia y Cuba.

Estados Unidos tiene especial interés en el cobalto por su gran dependencia exterior, ya que importa el 97% de sus necesidades.

Titanio

Desde mediados de la década de los ochenta el titanio se produce industrialmente. Se aplica especialmente en la industria aeroespacial. Se utiliza en aleación en el mundo en fuselajes, tramos de aterrizajes, turbinas hidráulicas de aviones. Un avión de pasajeros de gran porte requiere aproximadamente 80 tn de la aleación titanio-vanadio.

El proceso de modernización de las fuerzas armadas de los Estados Unidos está basado en gran medida en este producto, al garantizar mayor protección y resistencia con menor peso. La combinación de dureza, ligereza y resistencia a la fatiga de material lo hacen muy demandado, aunque el costo de extracción y procesamiento es seis veces más caro que el del aluminio. Los principales productores son Australia, Sudáfrica, Canadá y China. En los últimos años se han incorporado Sudáfrica, Chile, Gambia, Kenia, Malawi, Mozambique, Senegal y Sierra Leona.

Litio

Es un mineral muy liviano empleado a gran escala en baterías eléctricas. También se emplea en medicina psiquiátrica, como lubricante, para reacciones nucleares y como componente de aleaciones de aluminio, cobre y manganeso.

Bolivia, en el Salar de Uyuni, posee el 50% de las reservas mundiales de litio. Además, hay reservas en Chile y en la Argentina.

Coltan

El coltan es un mineral compuesto de columbita y tantalio. Es un superconductor de gran resistencia al calor y de significativas propiedades eléctricas.

Del coltan se obtiene el tántalo y el niobio, vitales para la fabricación de microprocesadores, baterías, microcircuitos y computadoras.
El niobio resulta clave en la aleación de acero de los oleoductos y centrales nucleares y para el desarrollo de trenes magnéticos.

Este mineral pasó a ser codiciado para la fabricación de componentes eléctricos avanzados como teléfonos celulares, satélites y computadoras portátiles, con una gran demanda principalmente en los países desarrollados.

El 80% de las reservas conocidas de coltan se encuentran en la República Democrática del Congo.

También existe en Brasil y en Australia.

Bauxita / Aluminio

El aluminio no surge en la corteza terrestre como tal en forma pura sino como un compuesto, siendo la bauxita el más común.

Aparecen dos fases en la producción de aluminio: en primer lugar, se separa el aluminio de la bauxita y, en segundo lugar, el óxido de aluminio fundido se somete a electrólisis para descomponerlo en aluminio y oxígeno.

Las ventajas que presenta el aluminio consisten en que es un excelente conductor del calor y de la electricidad, es liviano y protector y es reciclable.

El aluminio se utiliza en la fabricación de papel de aluminio, en envases y en embalajes, en autos, en aviones, en láminas, en ventanas y en diversos utensilios para el hogar.

Los principales productores de bauxita son Australia, Jamaica, Guinea, Surinam y Brasil.

El principal productor de aluminio es Estados Unidos.

Minerales raros

Son minerales utilizados en la producción de tecnologías ecológicas, entre ellas, los imanes ligeros usados en las turbinas eólicas y en los autos de motor híbrido. También poseen diversas aplicaciones militares.

China posee las mayores reservas del mundo de minerales raros (93%).

Uranio

El uranio es un elemento radiactivo natural y uno de los elementos químicos más pesados. El principal uso del uranio es como combustible para los reactores nucleares, que producen aproximadamente el 20% de la electricidad obtenida en el mundo. Para esta aplicación, el uranio natural debe enriquecerse.

Por otra parte, el llamado uranio empobrecido se utiliza para la fabricación de municiones perforantes, para blindajes militares de alta resistencia y para bombas especiales.

También se utiliza el uranio para fabricar armas atómicas, en medicina, en aviones, en veleros, en satélites, en la fabricación de cristales, como barrera contra radiaciones.

Reflexiones finales

La República Argentina debería elaborar un inventario de los recursos naturales estratégicos identificados en este aporte, que se encuentran en su territorio y en sus aguas jurisdiccionales, por sector, conformando la respectiva base datos. Además, debería dotar a tales recursos de un adecuado marco jurídico estratégico, que permita aprovecharlos por los habitantes de la Argentina, en primer lugar, y luego abrirlos a la cooperación internacional y, asimismo, controlar el estricto cumplimiento de tal marco jurídico, con un plan integral que comprende tanto su vínculo con la seguridad interior como la potencial amenaza que sobre ellos puedan ejercer actores externos.

En forma simultánea con el plan nacional, sería útil diseñar un plan de cooperación regional, en primer lugar, con los miembros plenos del Mercosur, avanzando luego con el mismo hacia la Unasur y posteriormente hacia la CELAC.

Autorxs


Roberto Bloch:

Abogado (UBA). Master en Integración Económica (USAL – Sorbona París). Master en Políticas Públicas (USAL – Carlos III Madrid). Posgrado en Regulación y Control de la Economía (USAL – Complutense Madrid). Coordinador de Geopolítica del IEERI del Círculo de Legisladores. Director de los Cuadernos de Geopolítica de la Editorial Ad Hoc de Buenos Aires.