Premio a la investigación de las condiciones laborales: el Concurso Bialet Massé

Premio a la investigación de las condiciones laborales: el Concurso Bialet Massé

Un siglo después de la aparición de “El Informe sobre el estado de las clases obreras argentinas” el gobierno de la provincia de Buenos Aires convocó a diversos actores sociales para estudiar la temática con el objetivo de concientizar sobre el impacto del trabajo en la calidad de vida y salud de las personas y contribuir a la construcción de políticas públicas tendientes a mejorar la calidad del empleo en la provincia. Enseñanzas y desafíos de una experiencia innovadora.

| Por Andrea Suárez Maestre |

En vísperas de las conmemoraciones del Bicentenario argentino, el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires encomendó la reedición de una obra trascendental del derecho y de las ciencias sociales del trabajo: El Informe sobre el estado de las clases obreras argentinas, escrito por el ingeniero, médico y abogado Juan Bialet Massé en 1904. Inspirados en esta acabada descripción de 14 puntos de la República Argentina se convocó a los actores sociales a estudiar el trabajo un siglo después.

Este certamen se lanzó a mediados del año 2009. Se trata de una innovadora propuesta desde la órbita gubernamental para comprender el vínculo entre salud y trabajo. Tiene como objetivos dar a conocer la obra de Bialet Massé; promover investigaciones sobre las condiciones laborales en distintas ramas de actividad del ámbito provincial; incentivar a los actores sociales del mundo del trabajo a estudiar los efectos de las CyMAT sobre el hombre en forma individual y en su interacción social, y finalmente incorporar este enfoque interdisciplinario en la construcción de políticas públicas en la materia.

Se definieron tres categorías de participación (Categoría A: investigadores y docentes universitarios; Categoría B: estudiantes y profesionales universitarios o terciarios, y Categoría C: trabajadores, delegados gremiales y empresarios del sector estudiado), cada una pensada para que las personas con experiencia previa en investigación y las que nunca habían emprendido una tarea similar, contaran con equitativas oportunidades en la competencia, valorando en cada caso la experiencia, los hallazgos y recomendaciones. Han concluido cuatro ediciones (2009, 2011, 2013 y 2015), y participaron 90 monografías sobre ocupaciones diversas, tanto del sector público como privado (enfermeras; médicos; asistentes geriátricos; obreros de mantenimiento hospitalario; trabajadores rurales; trabajadoras de casas particulares; obreros de la construcción; policías; docentes; trabajadores judiciales; jóvenes desocupados; colectiveros; empleados de emergencias médicas; empleados de comercio; informáticos; empleados de peaje; obreros ladrilleros; pescadores; mineros; trabajadores de astilleros; fileteadores/as de pescado; metalúrgicos; cooperativistas; depostadores; cuadrilleros eléctricos; ferroviarios; teletrabajadores; cartoneros; costureras; empleados públicos; asistentes sociales; trabajadores rurales; diseñadores feriantes; etc.).

La importancia de este proyecto radica en la posibilidad de concientizar sobre el impacto del trabajo en la calidad de vida y salud de las personas, visibilizar las problemáticas asociadas a la organización del trabajo, fortalecer el diálogo social, y contribuir a la construcción de políticas públicas tendientes a mejorar la calidad del empleo en la provincia de Buenos Aires.

La comisión evaluadora estuvo integrada por diversos referentes: el Dr. Carlos Tomada, autoridad máxima del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación; el Dr. Juan González Gaviola, superintendente de Riesgos de Trabajo; el Dr. Julio César Neffa, investigador superior del CONICET y principal impulsor del estudio de las CyMAT en nuestro país, y el Dr. Rodolfo E. Capón Filas, quien aportó su experiencia como ex juez del Trabajo y director del Equipo Federal del Trabajo. En la primera edición también participaron el Lic. Julio Godio, reconocido investigador y director del Instituto del Mundo del Trabajo, quien lamentablemente falleciera en mayo de 2011; el Dr. Héctor Recalde, diputado nacional por la provincia de Buenos Aires y presidente de la Comisión de Legislación Laboral de la Cámara de Diputados de la Nación; el Ing. Agr. Carlos G. Gianella, quien en ese momento se desempeñaba como presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas del gobierno provincial, y el Sr. Javier González-Olaechea Franco, quien dirigió la Oficina de la OIT en la Argentina (luego, la representación de la OIT la asumen el Dr. Marcelo Castro Fox y actualmente el Dr. Fabio Bertranou). En la cuarta edición del certamen se sumaron el Dr. Oscar Tangelson, director del Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico de la Universidad Nacional de Lanús, y la Dra. Dora Barrancos, directora del CONICET electa por las Ciencias Sociales y Humanidades. Con el propósito de expandir la convocatoria a todos los agentes del sector público provincial, el ministro de Trabajo Dr. Oscar Cuartango se abstuvo de integrar este jurado en cada edición.

A partir de un convenio celebrado a inicios del año 2008 con el CONICET se realizó un conjunto de actividades académicas que incluyeron 19 encuentros de apoyo a los concursantes, donde se trataron cuestiones conceptuales y se brindaron herramientas metodológicas para la investigación y redacción de los trabajos finales. A su vez, en 15 jornadas abiertas, han disertado prestigiosos investigadores nacionales e internacionales como Christophe Dejours, Michel Gollac, Robert Boyer, Jacques Freyssinet, Jerôme Gautié, Bernard Gazier, Catherine Pinatel, Thomas Coutrot, Serge Paugam, Jorge Román Hernández, Rodolfo Capón Filas, Dora Barrancos, Julio Neffa y Guillermo Pérez Sosto.

Respecto de la pertenencia institucional de los participantes, el 42,2% de ellos están vinculados a alguna universidad o centros de investigación, el 24,4% son agentes del Estado provincial, el 20% son representantes sindicales, el 10% son profesionales independientes y el 3,3% están vinculados a alguna organización de la sociedad civil. Es de destacar que la mayor parte de los autores de las 90 monografías participantes no provienen del mundo académico (57,8%).

Cada etapa ha finalizado con un encuentro en el cual los autores expusieron el resultado de sus investigaciones en mesas plurales, coordinadas por especialistas, donde se destaca el enriquecimiento mutuo a través del relato de las vivencias de cada caso particular, encontrando que hay problemáticas comunes en diferentes ocupaciones. También este tipo de encuentros fue la oportunidad para los trabajadores estudiados a escuchar los resultados de la investigación de la cual fueron parte y la identificación con cada relato. Ello ha generado que las ceremonias de premiación estén llenas de sorpresas y emociones.

Construyendo la agenda en temas de condiciones laborales

Si bien las actividades estudiadas son heterogéneas, con procesos de trabajo muy diferentes, se presentan algunas semejanzas entre sí. A continuación, se expone una síntesis de lo desarrollado en los trabajos presentados en las cuatro ediciones.

La tercerización, la subcontratación, y la deslocalización del trabajo se han convertido en prácticas empresarias extendidas a nivel mundial que tienen impacto en la totalidad de los trabajadores de la cadena productiva. Estas formas de gestión se encuentran detrás de los reclamos colectivos sobre la precariedad laboral, la inseguridad de la preservación de las fuentes de trabajo y la convivencia de distintos modos de contratación en el mismo colectivo de trabajadores con diferentes derechos y marco protectorio de la relación laboral.

La extensión de la jornada laboral es un fenómeno que se observa en todos los sectores, con mayor impacto en las mujeres. El tiempo de trabajo y el de no trabajo tienen límites difusos, por un lado debido a que han cambiado las formas de supervisión de la labor y para el cumplimiento de los objetivos debe continuarse la tarea fuera del horario convenido, incluso en el hogar. Por otro lado las nuevas tecnologías de las comunicaciones permiten seguir conectados, vencer las distancias físicas entre el lugar de trabajo y donde estemos, y eso también conlleva a la extensión de la jornada y al solapamiento entre la vida laboral y la doméstica. El trabajador o trabajadora “modernos”, o más bien disciplinados ante el fantasma del desempleo, soportan una sobrecarga mayor de trabajo, la ambigüedad de las tareas por las que se los contrata, el incentivo a la polivalencia y una autonomía riesgosa, es decir, aquella en que se amplían las responsabilidades pero escasean los recursos.

Pero estos modelos de gestión de las organizaciones, políticas de personal, planes de carrera, formas de supervisión del trabajo y modalidades de retribución, no son neutrales, se conoce cada vez más sobre sus consecuencias tales como el desarrollo de la violencia en los lugares de trabajo, carpetas psiquiátricas y altas tasas de rotación y ausentismo que perjudica tanto a empleadores como a los empleados. Atravesar las dimensiones psicosociales del trabajo y las estrategias colectivas de defensa son pasos necesarios para detectar las verdaderas causas de viejas y nuevas enfermedades.

La falta de reconocimiento es uno de los aspectos que mayor sufrimiento pareciera traer a los trabajadores estudiados, sobre todo del trabajo real, es decir, a todos los obstáculos que el empleado debe afrontar y sortear para finalmente cumplir con la tarea. La mirada que la sociedad tiene sobre la ocupación que se realiza también es importante para policías, docentes, enfermeros y enfermeras, trabajadoras de casas particulares, personal de mantenimiento, entre otros. En evaluaciones del certamen, encontramos que el reconocimiento es lo más valorado por los participantes, porque la posibilidad de relatar su experiencia o ser voceros de las personas entrevistadas les “devuelve la dignidad”.

Claramente los aspectos psicosociales del trabajo cuentan con gran notoriedad entre las investigaciones participantes. Ellas se manifiestan también en enfermedades vinculadas al trabajo tales como los trastornos músculo esqueléticos, disfonía, fatiga, estrés y burnout. Sin embargo, los riesgos físicos siguen estando muy presentes, no sólo por el incumplimiento a la normativa de higiene y seguridad en el trabajo, sino también en casos donde se habían tomado las medidas de prevención obligatorias. Son los propios trabajadores (no sólo los sindicatos) quienes piden ser capacitados, informados y participar en los planes de mejora. Los autores manifiestan que la falta de formación sobre los riesgos y el uso de elementos de protección personal sigue siendo un obstáculo a superar en el camino hacia la mejora de las condiciones laborales. También es cierto que el marco normativo de Riesgos del Trabajo conserva una mirada reparadora en lugar de preventiva, pero afortunadamente jueces, sindicatos y organismos públicos ya están en sintonía con una visión más amplia. Aquí cabe hacer atención a los acuerdos a los cuales se llega en los Convenios Colectivos de Trabajo de cada actividad. Los sindicatos están comprendiendo que no sirve un trabajo sólo bien remunerado, exigen trabajos de calidad y la institucionalización de espacios de participación como los comités mixtos y comisiones para debatir un enfoque más amplio de las CyMAT.

A partir de las propuestas

El otorgamiento de estos premios contrasta con otras formas de vínculo del Estado con los empleadores, los sindicatos y los asalariados, apartándose de su rol tradicional de fiscalizador y de mediador en las negociaciones individuales o en los conflictos colectivos. El Ministerio de Trabajo cuenta ahora con una nueva vía de articulación con los actores sociales del mundo del trabajo, ya que el Concurso Bialet Massé se inauguró con una impronta diferente: conocer el trabajo desde la subjetividad, reconociéndose como un acto colectivo y poniendo en valor la intransmisible riqueza de quien lo vive.

Cuando se diagramó dicho certamen nos anticipamos a que cada monografía expondría un sinnúmero de problemas y propuestas a las que no en todos los casos podría darse curso inmediato. Lo primero que hicimos fue hacer llegar los informes a funcionarios municipales, gremiales, provinciales y nacionales competentes en cada temática abordada. Las investigaciones referidas al ámbito público provincial fueron tratadas en las reuniones de la Comisión Mixta de Salud y Seguridad en el Empleo Público (CoMiSaSEP), de las cuales participaron los autores y los referentes institucionales de cada jurisdicción.

Aquí vale mencionar aquellos cambios acontecidos bajo la influencia de las monografías. Una propuesta concreta que se transformó en un decreto del gobernador Scioli fue la conformación de la Comisión Interministerial de Salud y Seguridad en el Trabajo para los policías de la provincia de Buenos Aires y trabajadores del Servicio Penitenciario, coordinada por los ministerios de Salud, Trabajo, Seguridad y Justicia de la provincia, debido a que este sector de trabajadores no cuenta con sindicatos que los representen. Por otro lado, las fiscalizaciones y los operativos de inspección adoptaron medidas específicas en función a las irregularidades denunciadas en trabajos vinculados a la construcción, trabajo infantil y al agro. También el Programa “Empecemos por Casa” tomó en cuenta la barrera cultural en la registración del personal de casas particulares evidenciado en las investigaciones y actualmente promueve la capacitación y la concientización sobre los derechos de las trabajadoras del servicio doméstico. El Programa “Trabajo te cuenta”, destinado a formar a los jóvenes en los derechos sociales que deben exigir en su primer empleo, fue una de las sugerencias recibidas desde el seno académico. Otros reconocimientos externos al concurso tuvieron lugar en el ámbito gremial, ya que con el estudio de las propias condiciones de labor se consolidaron espacios de análisis fortaleciendo las instituciones sindicales.

Algunas consideraciones de cierre

Claramente este concurso sólo pudo tener lugar en un momento social y político en que la gestión gubernamental centró al trabajo y al empleo como eje de sus políticas, y a la discusión plural e intersectorial como sostén de la gobernabilidad. El rol del Ministerio de Trabajo en los últimos años asumió una mirada más amplia al enfoque tradicional entre salud y trabajo. A la seguridad física, los resarcimientos económicos y la imposición de elevadas multas ante irregularidades, el nuevo paradigma propone la prevención, el diálogo social y el reconocimiento de la dimensión subjetiva del trabajo, con el fin de lograr la comprensión de las verdaderas causas y consecuencias del trabajo sobre la salud y bienestar de las personas.

Este tema presenta tal grado de complejidad que sólo puede abordarse interdisciplinariamente. El desafío de investigar las condiciones de trabajo ha sido una motivación tanto para los que provienen de la ciencia como de la praxis, y refuerzan la idea de que la “construcción del saber” de modo participativo puede ser una eficaz herramienta de prevención. Cabe hacer mención que el auspicio y compromiso de una gran cantidad de instituciones nos han fortalecido en la difusión y promoción de este espacio, recibiendo un reconocimiento a “Mejores Prácticas” en el marco de la primera edición de los premios ACILTRHA 2014.

La variedad de las ocupaciones estudiadas y el conjunto de experiencias que reúnen sus autores invitan a realizar algunas lecturas transversales sobre los nuevos temas que ocupan al mundo del trabajo. Los autores que se animaron a estudiar las condiciones laborales fuera del clásico enfoque de obrero y patrón pusieron en evidencia la necesidad de pensarlas como ocupación y no sólo en el marco del empleo asalariado. Los cambios en los modos de producción han transformado el mundo del trabajo y los enfoques con los que intentamos comprenderlo hoy se encuentran cara a cara con este desafío. Por ello, estas oportunidades de construcción colectiva del saber son un pilar en el relato de la historia del trabajo y una convocatoria ineludible a pensar ‒en palabras de Dejours‒ que ningún trabajo es neutral para la salud y calidad de vida de quienes lo realizan.

Consideramos que el paso por el espacio del Concurso Bialet Massé es una experiencia transformadora. Quienes participaron ya no pueden desvincularse de esta mirada sobre las condiciones laborales, lo que nos transforma en replicadores del mensaje y agentes clave en la prevención. Cada participante, desde el quehacer cotidiano, puede aportar en los ámbitos microsociales a los cuales las políticas públicas no alcanzan y esa es la aspiración para proponer nuevas ediciones.

Autorxs


Andrea Suárez Maestre:

Coordinadora del Concurso Bialet Massé de la provincia de Buenos Aires y docente UNLP y UNAJ.