Políticas económico-sociales y su impacto en las condiciones de vida de la población en la región de Salto Grande
La región de Salto Grande fue cambiando su fisonomía a lo largo de la historia según los vaivenes de la economía argentina, dejando en consecuencia una sociedad fragmentada en diversos sectores. Cabe entonces preguntarse si las mejoras de la última década alcanzan para lograr el desarrollo para el conjunto de la población, o si se seguirán enriqueciendo los mismos de siempre.
| Por Marcela Lugones, José María Maffeis, Soledad Tonello y Juan Esteban Waldbillig |
La zona ribereña de la región de Salto Grande fue cambiando su fisonomía a partir de la segunda mitad de la década de los ’70, en parte por la construcción de la represa y los puentes que la unieron con el resto del territorio pero también por el cambio estructural producido en la economía nacional a partir de 1975 con el modelo neoliberal que convirtió la matriz productiva en especulativa dando comienzo a la etapa financiera del capitalismo, lo que generó una clara desigualdad social que impactó de manera significativa en las condiciones de vida de la población.
Breve reseña histórica
Como resultado del proceso inmigratorio, la provincia de Entre Ríos, que a mediados del siglo XIX tenía una población que no alcanzaba los 50.000 habitantes, hacia fines del mismo siglo ya había superado los 300.000 y se mantenía el flujo de inmigrantes, en su mayoría europeos. Al comenzar el siglo XX este crecimiento se fue moderando hasta transformarse en estancamiento y emigración a partir de los años ’50.
La combinación de latifundios –con baja demanda de mano de obra– y minifundios –resultante de la subdivisión de la tierra en las colonias– con el estancamiento económico provocó el éxodo rural hacia Rosario y Buenos Aires. En 1970 casi medio millón de entrerrianos vivían fuera de la provincia. Este estancamiento se explica, en parte, por el relativo aislamiento de la provincia con respecto al resto del territorio nacional. Mientras este –incluyendo las áreas de incorporación más reciente como la Patagonia– se integraba gracias a la construcción de infraestructura de comunicaciones y transporte, la Mesopotamia se mantuvo en una situación de relativo aislamiento como consecuencia de la vigencia de la hipótesis de conflicto militar con Brasil que mantuvieron los sucesivos gobiernos nacionales.
En las últimas dos décadas del siglo XX se produjeron algunos cambios que modificaron la tendencia. Por un lado, constituido el Mercosur, las relaciones con los países vecinos se canalizaron sobre hipótesis de cooperación y no de conflicto. Esto determinó que la ubicación geográfica de Entre Ríos –antes factor de retraso– se transformara en una ventaja relativa. Paralelamente, afinidades históricas y productivas favorecieron los acuerdos y la creciente integración de Entre Ríos con provincias pampeanas, especialmente con Santa Fe. Ambas situaciones determinaron la construcción de infraestructuras de comunicaciones como el túnel subfluvial Hernandarias que vincula Paraná con Santa Fe, el puente Rosario-Victoria, el puente internacional José Gervasio Artigas que vincula a la provincia con el Uruguay a la altura de la localidad de Colón, el puente internacional Libertador San Martín, que une Puerto Unzué con Fray Bentos (Uruguay), el puente internacional Represa Salto Grande y el complejo ferrovial Zárate-Brazo Largo que comunica al territorio provincial hacia el sur, con Buenos Aires.
Esta infraestructura integró el territorio provincial con el resto del país y con los países vecinos constituyendo un nudo de comunicaciones vital desde la perspectiva de la integración regional en el Mercosur. Paralelamente, se acentuó en el interior de la provincia el protagonismo de los centros urbanos más cercanos a las costas, fortaleciéndose la concentración de actividades económicas y de población en sus alrededores. En el ámbito productivo, la tradicional explotación ganadera fue cediendo territorio a la agricultura, más demandante de mano de obra, junto con la mejora en las técnicas de manejo y producción. También algunas actividades productivas que surgieron como consecuencia de los procesos inmigratorios –como la producción de frutas, la avicultura, la lechería y la explotación forestal, entre otras– fueron afianzándose.
La provincia comenzó a recuperar gradualmente su capacidad de retener a la población y logró superar el millón de habitantes según el Censo de 1991. El crecimiento poblacional posterior (1991-2001) superó la media nacional, 13,5% frente a un 11,2%, debido a la tasa de natalidad y la capacidad de retención poblacional.
Superada la crisis de 2001, la recuperación de la actividad económica y especialmente el renovado impulso que –gracias a la modificación en el tipo de cambio– recibieron las actividades dirigidas a los mercados externos, impactaron favorablemente en el nivel de actividad y en la riqueza generada en el territorio provincial.
En la actualidad pueden reconocerse en la provincia cinco zonas diferenciadas desde la perspectiva de su especialización económico-productiva. Estas son las zonas Sudoeste y Noroeste recostadas sobre el curso del río Paraná, las zonas Noreste y Sudeste recostadas sobre el río Uruguay y la Zona Sur o del Delta.
Características productivas de la Zona Este en la región de Salto Grande
La denominada Zona Este, parte integrante de la región de Salto Grande, comprende los departamentos de Concordia, Federación, San Salvador, Colón y Concepción del Uruguay. En esta reside el 33% de la población provincial.
Los complejos productivos más significativos de la zona son el citrícola, forestal, turístico termal y en menor medida los complejos avícola y arrocero. Es una zona rica y en dinámico crecimiento. La actividad citrícola se concentra en los departamentos del norte, fundamentalmente en Feliciano y Concordia.
La producción citrícola de mayor importancia son las naranjas –que ocupan el 48% de la superficie citrícola implantada– y en segundo lugar, las mandarinas. En menor proporción también se producen pomelos y limones. La industria de procesamiento de cítricos se encuentra fuertemente concentrada en el departamento Concordia.
Las especies forestales más difundidas son los eucaliptos y los pinos. Los departamentos que concentran la mayor superficie implantada de estas especies son Colón y Concordia. También concentran estos departamentos la infraestructura industrial y provincial, al ubicarse allí los aserraderos y las industrias de tableros.
La producción avícola se localiza principalmente en los departamentos del sur de la provincia, siendo el complejo de carne aviar de mayor importancia que el de huevos. Los departamentos de Uruguay y Colón concentran casi el 73% de la faena provincial y cerca del 100% de las existencias de la región de Salto Grande. Otras actividades agropecuarias de relevancia, que se encuentran altamente concentradas en la zona, son las vinculadas a la apicultura y a la producción de frutas finas. Esta reúne el 28% de las colmenas de la provincia y el 90% de la superficie cultivada de arándano (Concordia).
Con respecto al complejo arrocero, su producción primaria se encuentra expandida en todos los departamentos de la zona, mientras que las plantas de procesamiento se concentran en el departamento San Salvador. Este departamento es reconocido como la capital nacional del arroz.
El eslabón industrial de la actividad ganadera –la faena bovina– se concentra en la zona de los departamentos de Colón, Concordia y Uruguay, cuyas cabeceras constituyen centros poblacionales regionales de importancia.
El turismo está altamente asociado al aprovechamiento de los recursos termales y a las actividades de esparcimiento y pesca en el río Uruguay, mayormente desarrolladas en verano. Los departamentos Colón y Federación concentran la oferta de plazas de la zona.
Es decir que desde una perspectiva territorial se observa que los complejos analizados se presentan en la mayoría de los departamentos de la región, pero la importancia económica (especialización) entre los mismos y las actividades que los componen difieren significativamente entre ellos en cuanto a su significación e importancia departamental, pero como se puede observar, las actividades se han reprimarizado en los últimos 50 años.
Federación: naranjas, mandarinas y aserrado.
Concordia: arándanos, naranjas, mandarinas, elaboración de jugos, miel, forestal y tableros.
San Salvador: arroz (molienda y elaboración).
Colón: apícola, forestal, faena bovina y turismo.
Concepción del Uruguay: apícola, soja y tableros.
Desde hace unos años esta tendencia a la reprimarización de nuestra economía se está revirtiendo debido a la inversión pública, provocando un aumento en empleo de mano de obra intensiva y en la aplicación de las políticas públicas por parte de los gobiernos provinciales y municipales de nuestra región. También desde el año 2005 la CAFESG (Comisión Administradora de los Fondos Especiales de Salto Grande) comenzó a utilizar los fondos provenientes del excedente generado por la Represa Binacional de Salto Grande en distintas obras públicas que están cambiando la fisonomía regional.
Algunos indicadores significativos del cambio de modelo económico a partir del año 2003
Gráfico 1. Participación de Entre Ríos en el PBI nacional
Gráfico 2. Participación de Entre Ríos en el PBI nacional
Gráfico 3. Inversión pública discriminada por organismo de aplicación en la provincia de Entre Ríos
En los gráficos anteriores se evidencia claramente que la obra pública, a través de la dirección nacional de vialidad, obtiene la mayor proporción de los recursos económicos asignados.
La obra más importante en la región es la Autovía 14, que si bien su traza excede el territorio entrerriano, se constituye como una obra estratégica para el desarrollo del Mercosur.
CAFESG
La Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (CAFESG) se crea con la finalidad de planificar, proyectar y ejecutar todas las obras necesarias para mitigar y prevenir los efectos negativos y erosivos provocados por la operación del Complejo Hidroeléctrico Salto Grande. Desde sus inicios, la comisión viene desarrollando obras públicas de distintos tipos, que involucran a ocho departamentos de la región de Salto Grande.
Tabla 1. Inversión realizada en la provincia desagregada por departamento
Evolución social y estructural de la ciudad de Concordia
Concordia fue cambiando su fisonomía a partir de la segunda mitad de la década de los ’70, en parte por la construcción de la represa y los puentes que la unieron con el resto del territorio pero también por el cambio estructural producido en la economía nacional a partir de 1975 con el modelo neoliberal que convirtió la matriz productiva en especulativa dando comienzo a esta última etapa del capitalismo financiero.
La ciudad recibió las distintas migraciones que llegaron: primero, para la construcción (trabajadores de la construcción que habían participado en la represa de El Chocón-Cerros Colorados), personal técnico e ingenieros; segundo, profesionales de distintas disciplinas que migraron a la región por las expectativas de progreso que ofrecía el nuevo emprendimiento.
Esto generó una clara división de clases sociales que en los primeros años se vio reflejada en la ciudad satélite La Bianca, que fue construida para albergar a los trabajadores de la represa; las construcciones adquirieron distinta fisonomía de acuerdo a quién las habitaría (albañiles, técnicos). Así, el barrio Artigas quedó para los ingenieros, y un edificio en la peatonal de Concordia para los directivos de la represa. También provocó un aumento en el valor de las propiedades y los alquileres generando consecuentemente un aumento generalizado en todos los precios de los bienes de consumo (canasta básica).
Esta distinción se fue modificando en los últimos 40 años, pero generó una desigualdad social que es visible en toda la ciudad. Hoy la ciudad de Concordia cuenta con una población cercana a los 160.000 habitantes y 119 barrios, de los cuales menos de 10 podríamos clasificar como clase media, media alta, ubicados hacia el noreste, y el resto son barrios humildes, algunos asentamientos y villas que se ubican en el sudoeste, sudeste de la ciudad (Las Tablitas, El Silencio, la Carretera de la Cruz, la Defensa Sur). No existe una planificación de la planta urbana, son compartimentos estancos que se van adosando alrededor del centro de la ciudad. Esta desigualdad se naturaliza en la vida cotidiana: salud, seguridad y educación, indicadores de bienestar que estratifican la población. Las actividades productivas también son un reflejo de lo antedicho. Al tener una economía prácticamente agrícola, la deserción escolar se manifiesta cuando comienzan las cosechas. Entre los meses de diciembre y marzo se produce la migración de los cosecheros a las otras provincias, como Río Negro, donde comienza la cosecha de frutas en el Alto Valle; pero esto genera un aumento de la desocupación en nuestra región.
Es decir que en la actualidad la ciudad de Concordia, como consecuencia de lo detallado anteriormente, presenta una sociedad fragmentada en diversos sectores que constituyen un orden social con características económicas específicas, definidas por cada uno de estos y contextualizada por las circunstancias históricas y políticas que la han atravesado durante el último tiempo.
Para tratar de definir el ritmo de la actividad económica que rige a cada uno de estos sectores se ha realizado un relevamiento que utiliza como indicador el consumo de energía eléctrica asociado a cada uno de ellos, a través del cual se han obtenido los siguientes resultados.
Tabla 2. Demanda de energía eléctrica según grupo social
Datos destacables
• Dentro del primer grupo (residenciales) se encuentran un total de 54 casas que poseen un consumo superior a 1400 kWh/mes.
• El grupo T1G compuesto por 4.000 negocios y boliches bailables, constituye el motor activo económico de la ciudad y es un claro indicador que a través de su demanda señala el nivel comercial-económico de la zona.
• El grupo que constituye la mayor demanda se encuentra compuesto por ocho instituciones, entre las cuales se encuentran: Carrefour, Ayui, Baggio, Blueberrys, entre otros, que forman parte del grupo de las empresas más importantes de la zona.
• Los sectores subsidiados comprenden el primer grupo de los residenciales con una demanda hasta 150 kWh/mes, que tienen un subsidio total, hasta el grupo de mayor demanda que no posee subsidio. Los sectores intermedios se encuentran subsidiados, en proporciones variables, según el caso.
Gráfico 4. Compra total de energía eléctrica de la ciudad de Concordia
en el período 2001-2011 (expresado en MWH)
En el gráfico 4 se muestra a la variación del consumo como una variable directa y sensible a los cambios económicos de la región.
La información obtenida mediante los datos relevados, así como también la evidencia plasmada por los indicadores considerados, nos permite exponer aquella porción de la realidad social, política y económica asociada a la región, que surge como consecuencia de las decisiones, maniobras y acciones desarrolladas en las últimas décadas y que tienen incidencia directa a corto, mediano y largo plazo en las condiciones de vida de las personas.
Esta realidad expuesta no es estática, sino que se forma y transforma de manera permanente, lo que implica que a medida que se desarrolla este proceso se desprendan otros interrogantes que abren paso al establecimiento de nuevos horizontes que terminen por engendrar nuevos escenarios que le den forma a una nueva realidad, y con esto a nuevas respuestas.
Algunos de estos interrogantes son:
¿Los cambios estructurales que se han dado en esta última década en la región alcanzan para conseguir la sinergia necesaria para lograr el desarrollo?
¿Las inversiones favorecen a toda la población o sólo a la porción de la población que siempre recibió los beneficios?
Autorxs
Marcela Lugones:
Docente Investigadora de la Facultad Regional Concordia UTN. Profesora de Economía y Economía General en las carreras de Ingeniería Civil, Eléctrica y Licenciatura en Administración Rural de la misma Facultad y Delegada por UTN en la Comisión de Economías Regionales del Grupo Fénix.
José María Maffeis:
Becaria de Investigación y alumna de 5º Ingeniería Civil de la Facultad Regional Concordia, UTN.
Soledad Tonello:
Becaria de Investigación y alumna de 5º Ingeniería Civil de la Facultad Regional Concordia, UTN.
Juan Esteban Waldbillig:
Becario de Investigación y alumno de 5º Ingeniería Civil de la Facultad Regional Concordia, UTN.