Los accidentes de trabajo y enfermedades laborales en contexto pandémico y de reestructuración productiva en la Argentina 2022

Los accidentes de trabajo y enfermedades laborales en contexto pandémico y de reestructuración productiva en la Argentina 2022

El autor analiza los datos actuales sobre la salud de las y los trabajadoras/es, así como los distintos factores que inciden en esta problemática.

| Por Jorge Kohen |

En el último informe publicado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) se reporta que existen 9.914.517 trabajadores registrados y 1.020.976 empleadores afiliados al Sistema de Riesgos del Trabajo. El total de lo recaudado a diciembre 2021 por las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) en concepto de alícuotas alcanzó la cifra de $21.021.501.738 con una morosidad en relación a lo pactado del 9 por ciento.1

En el Informe provisorio de accidentabilidad laboral publicado en marzo de 2022 se notificó un total de 489.925 casos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales durante el año 2021, determinando un descenso de la siniestralidad del orden del 12,2% respecto del año anterior donde la mayoría de las actividades productivas estuvieron detenidas por el ASPO, el DISPO o bien migraron al teletrabajo. En el 98,2% de los casos, se trata de trabajadoras y trabajadores de unidades productivas, mientras que el 1,8% restante involucra a trabajadoras y trabajadores de casas particulares. Durante ese período se registraron 106.672 accidentes in itinere, en tanto que aquellos accidentes y enfermedades profesionales que ocasionaron días de baja laboral alcanzaron los 314.350 casos.

El total de casos mortales alcanzó los 564 fallecimientos durante el año 2021, de los cuales 314 ocurrieron en lugar y ocasión del trabajo, y 250 fueron accidentes de trayecto.

En relación a las enfermedades del trabajo reconocidas en el Sistema de Riesgos del Trabajo, son 19.272 para el período enero-diciembre de 2021. Desde junio del 2021 no se informa y se excluyen de las estadísticas oficiales los casos de Covid-19 denunciados por los trabajadores ante las ART y los reconocidos en Comisiones Médicas de la SRT.

Desde el comienzo de la pandemia, se registraron en las ART 418.242 denuncias de trabajadores infectados y 3.472 por fallecimiento por Covid-19, según un informe de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART). El 22,8% son trabajadores del sector salud, 5,2% de transporte público, 8% ventas minoristas y servicios, 13,4% fuerzas de seguridad, 5,8 limpieza y mantenimiento y el 44,8% son trabajadores de las actividades productivas que reanudaron el trabajo presencial.2

Sobre las estadísticas de la SRT afirma Adriana E. Séneca: “Resulta muy preocupante el retraso que presenta la información disponible en la SRT referida a accidentabilidad. Asimismo, el alcance de las estadísticas es limitado, por ejemplo, un dato que no se brinda es la cantidad de trabajadoras y trabajadores que habiendo padecido un siniestro no se les ha brindado cobertura, así como las causas del rechazo”.3

El estado de situación que revelan las estadísticas oficiales sobre Accidentes de Trabajo (AT) y Enfermedades Profesionales (EP) a diciembre de 2021 debe ser analizado en el contexto de aceleración de las transformaciones del capitalismo productivo-financiero al capitalismo cognitivo y de plataforma, la imposibilidad desde fines de 2019 hasta el momento de reconstruir el Estado de Bienestar, por las acciones y el discurso cada vez más dominante de las derechas ultraderechizadas, en un escenario atravesado y condicionado por el impacto totalizador de la pandemia de Covid-19.

Al tiempo que pone sobre la mesa los temas pendientes de larga data: derogación de la Ley de Riesgos del Trabajo, modificación de la Ley de Higiene y Seguridad, aprobación de la Ley de Comités Mixtos de Salud y Seguridad en el Trabajo, discusión y sanción de una Ley de Prevención y Salud de los Trabajadores, e incorporación de la problemática de la salud de los trabajadores a un Sistema Nacional Integrado de Salud (SNISA).

El modelo económico dominante no se limita solo al plano económico, incluye los aspectos ideológicos y culturales, entre la ficción propagandística y la realidad donde se ha colado una nueva y pujante maquinaria de producción intensiva de subjetividades. Esa maquinaria actúa fundamentalmente desde los medios de comunicación y a través de un discurso que tiende a desvirtuar la realidad y cambiar el sentido de los hechos, se reinstala de manera recurrente la necesidad de introducir las reformas en el mundo laboral que eliminen, como en el pasado gobierno, las conquistas y derechos de los trabajadores.

Así es como han logrado imponer en el imaginario de una parte importante de la opinión pública que ausentismo, adicciones y litigiosidad son los temas centrales en relación a la salud laboral y ponen “en peligro el Sistema de Riesgos del Trabajo”, lo cual equivale a ocultar que lo que se pretende preservar es la tasa de ganancia de las ART. Estos son los tres ejes del discurso empresarial y de funcionarios acríticos actuales, repetido y amplificado por los medios de comunicación antes y con posterioridad a la sanción de la ley 27.348 (ley Macri de Riesgos del Trabajo).

Los cambios operados en los procesos productivos y los efectos de las dimensiones sanitaria, ideológica, cultural y política de dos años de pandemia han dejado su impronta en el campo de los accidentes de trabajo, las enfermedades que afectan a los trabajadores y las Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) tanto en general como en cada grupo particular de los trabajadores.

Tres fenómenos determinan el perfil patológico de los trabajadores, las características epidemiológicas de los accidentes de trabajo y la conformación de las CyMAT en el comienzo del año 2022:

1. Se intensificó el proceso del pasaje del capitalismo productivo industrial al capitalismo financiero cognitivo y de plataforma en modo neoliberal.

2. Se profundizó el conflicto entre los intentos de restablecer las bases del Estado de Bienestar en la Argentina y las fuerzas que pugnan por mantener y ampliar las transformaciones y reformas económico-jurídicas neoliberales impuestas desde 1990 y profundizadas durante el período 2015-2019.

3. Las alteraciones en la producción y el trabajo que produjo la pandemia con el ASPO primero, la DISPO, los protocolos y las políticas de cuidado previo a la masificación de la vacunación.

En nuestro análisis partimos de la siguiente definición de salud: “La salud se expresa correctamente cuando el hombre vive comprometido y luchando frente a los conflictos que la interacción con su mundo físico, mental y social le imponen, y cuando en esta lucha logra resolver tales conflictos, aunque para ello deba respetar la situación física, mental o social en la que vive o modificarla de acuerdo a sus necesidades y aspiraciones. De tal forma que la salud corresponde al estado de optimismo, vitalidad, que surge de la actuación del hombre frente a sus conflictos y a la solución de los mismos”.4

El conflicto al que hace referencia la definición, en el caso concreto de la salud de los trabajadores, es al momento actual de la irreconciliable relación capital-trabajo, la cual determina el perfil patológico de la fuerza laboral y las características cuantitativas y cualitativas de los accidentes de trabajo.

Las transformaciones del modo de producción posfordista (producción flexible, alargamiento de la jornada de trabajo, difusión territorial del trabajo, tercerización de tareas, la informática, la robótica, la “uberización”, teletrabajo, home office, etc.) han puesto de relieve un aspecto esencial que modifica la tradición respecto de los estudios sobre el trabajo y la salud haciendo que las exigencias derivadas de los cambios productivos, en particular los factores de riesgos psicosociales, deban ser considerados como elementos fundamentales de las Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT).

El surgimiento de nuevas patologías que afectan cada vez a más trabajadores, como el burnout, la depresión, el estrés, el mobbing y el karoshi, han llevado la temática de la salud mental, junto con los trastornos musculoesqueléticos y el cáncer ocupacional que completan el perfil patológico actual de los trabajadores en la Argentina por su importancia, a ser considerada una problemática relevante, prioritaria de analizar, reconocer y resolver.

Las características, evolución, magnitud, gravedad, letalidad, reconocimiento, tratamiento, rehabilitación y resarcimiento de los infortunios laborales, que muestran las estadísticas de la SRT y la UART, son la expresión exclusivamente de lo que el marco jurídico legal define como accidente y enfermedad laboral.

Reflejan las acciones de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo en cuanto al reconocimiento o rechazo de las contingencias sufridas por los trabajadores en ocasión del trabajo.

El sistema de Riesgos del Trabajo en la Argentina, producto de la reforma laboral y estructural que se realizó en la década de 1990, se sustenta en la ley 24.557 (1995) y los decretos 658 y 659 (1996) y las reformas que le introdujeron la ley 26.773, denominada Régimen de ordenamiento de la reparación de los daños derivados de los AT/EP (2012), y la ley 27.348 Complementaria de la Ley de Riesgos del Trabajo (2016).

Esta legislación ha configurado un sistema cuyas características principales son:

1. Tener carácter obligatorio para todo empleador, está desvinculado del resto de la seguridad social, el sistema se desenvuelve en el sector financiero a través de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART), entidades con fines de lucro, y garantizan una rentabilidad estudiada por las compañías de seguros.

Sobre una población económicamente activa (PEA) de 13.590.421 de personas, las ART dan cobertura al 69% de los trabajadores ocupados y asalariados, quedando por fuera del Sistema de Riesgos del Trabajo los trabajadores cuentapropistas, precarizados, flexibilizados y el 7% de los desocupados de acuerdo al informe del INDEC del primer trimestre de 2022. El 27,3% de los trabajadores asegurados corresponde a la administración pública, defensa y seguridad social; un 12% a la industria manufacturera; 12,2% a comercio mayorista, minorista y reparación de automotores; 7% a la enseñanza; 5,6% al sector transporte, almacenamiento y servicios; 4,8% a actividades administrativas y servicios de apoyo; agricultura 3,9% y 27,2% al resto de las ramas de actividad.

Los últimos datos disponibles en relación a riesgos del trabajo y los trabajadores informales son del año 2018 y allí se puede observar que, a diferencia del trabajo asalariado, donde la registración en la seguridad social supone el acceso a jubilación, obra social, aguinaldo y licencias, en el trabajo independiente no es así, en ningún caso incluye el seguro de accidentes, que sí puede ser contratado en forma voluntaria por el propio trabajador.

Gráfico 1. Tenencia y goce de derechos sociales de trabajadores/as independientes empleadores
y cuentapropistas según registración (en % de los trabajadores independientes)

En el gráfico 1 se observan diferencias en función de la situación de formalidad del cuentapropista, tanto en la cobertura de salud por la afiliación a una obra social, como en el caso del seguro de accidentes.5

2. Es un sistema caro, ineficiente, que no previene lo suficiente los accidentes de trabajo, desconoce las enfermedades profesionales y descarga el peso del diagnóstico y la atención de estas últimas en el sector público y las obras sociales sindicales, el 63% de las enfermedades laborales se diagnostica fuera del Sistema de Riesgo del Trabajo.

3. Es fuente de alta conflictividad y no ha logrado, a pesar de las reformas sucesivas de la ley 24.557, detener ni reducir la litigiosidad en relación a los infortunios de los trabajadores y su justa reparación, dado el altísimo nivel de incumplimientos de las ART y los empleadores con las normas de higiene y seguridad que establece la ley y las reglamentaciones vigentes.

Queda demostrado en el informe trimestral de litigiosidad del Sistema de Riesgos del Trabajo de la SRT que reportó en el tercer trimestre de 2021 que se llevaban registrados 57.951 juicios, un 30,7% más que en el período anterior, y quedaba un saldo de 271.347 trámites iniciados que esperan sentencia, es decir, trabajadores privados de una justa reparación.

4. Las ART obtuvieron durante el año 2020 una ganancia de $9.843.230.747, lo cual significa una tasa de ganancia del 7,25%, sobre el volumen total de lo recaudado, sin contar los dividendos de $350.791.900.358 invertidos en bonos públicos y en fondos de inversiones privados.6

El mercado de las ART está concentrado en siete aseguradoras que tienen al 84,7% de los empleadores asegurados y al 76,9% de los trabajadores. A su vez se ha intensificado la penetración de las empresas prepagas médicas en el mercado del Aseguramiento de Riesgos del Trabajo: Galeno, Swiss Medical, Experta, OMINT, Grupo Sancor tienen asegurados al 48% de los trabajadores.

Lamentablemente, durante los años 2003 al 2015, y desde el 2019 hasta la fecha, ya sea por la pandemia, por los compromisos asumidos con los factores de poder económico-mediático o por una política en el marco de las alianzas en particular con la UIA (Unión Industrial Argentina), no se logró derogar la Ley de Riesgos del Trabajo. Tampoco se pudo modificar la Ley de Higiene y Seguridad 19.587/74, reglamentada mediante el decreto 351/79, ni estatizar las ART como se hizo con las AFJP o intentar desarrollar las Mutuales Aseguradoras Sin Fines de Lucro (decreto 1720/2012) o crear Institutos Nacionales y Provinciales de Seguros de Riesgos del Trabajo que incluyan la problemática de los accidentes y enfermedades laborales en el campo de la salud y la seguridad social.

Esto permite a las compañías de seguros acumular una ganancia fenomenal durante el período y mantener una cuota de poder a través de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART), la cual hoy sin mayores inconvenientes puede manejar, como en la década de los noventa, la totalidad del sistema.

Esta cuota de poder que detentan las ART hace que en la SRT, organismo de control del sistema a cargo del Estado, todo termine en la nada en cuanto a las sanciones por incumplimiento de la normativa vigente.

Esta afirmación se comprueba al leer los resultados en el Informe de la Gerencia de Prevención de la SRT del año 2020 de las acciones realizadas:
• 39.025 trámites dentro del Sistema de Gestión Documental de la SRT.
• 3.940 requerimientos de prevención a la ART/EA.
• 3.534 análisis de respuesta de ART/EA.
• 428 notas correctivas enviadas.
• 639 incumplimientos, de los cuales el 39% superó el índice DAC.
• Finalización de 172 Dictámenes Acusatorios Circunstanciados que fueron girados al Departamento de Sumarios.

El ocultamiento jurídico epidemiológico de la enfermedad profesional

Desde el comienzo del siglo hasta la fecha no se modificó sustancialmente el índice de enfermedades ocupacionales o profesionales reconocidas por el sistema, variando de 1,2 a 1,47% sobre el total de los eventos denunciados entre el 2006 y el 2015, como puede observarse en el gráfico que sigue a continuación.

Gráfico 2. Trabajadores cubiertos e índice de incidentes de enfermedades profesionales
(Unidades productivas)

La situación no ha variado, en el 2019 se reconocieron 24.604 enfermedades profesionales y 19.272 en el 2021, como puede verse en el cuadro siguiente:

Cuadro 1. Total de casos notificados y de enfermedades profesionales
según tipo de trabajadora y trabajador(*). Enero a diciembre de 2019, 2020 y 2021
(*)Este informe excluye casos de enfermedad profesional —no listada— Covid-19.
Entre los meses de enero a diciembre de 2021, se registraron 281.394 casos de enfermedad profesional —no listada— Covid-19, de los cuales 2.924 se notificaron como mortales.

Un dato que ocultan tanto la SRT como las ART es el de los rechazos de las denuncias de enfermedades laborales que sufren los trabajadores. Durante el año 2018 las ART rechazaron el 74% de los reclamos que por enfermedades laborales realizaron los trabajadores. En la provincia de Santa Fe desde el 2013 hasta el 2019, sobre 72.864 denuncias por enfermedades laborales que han realizado los trabajadores ante sus ART, 48.303 fueron rechazadas y no llegaron nunca a las Comisiones Médicas, solo en el 10% de los trabajadores que reclaman una enfermedad laboral e inician directamente un juicio sin pasar por las Comisiones Médicas de la SRT.

Han desaparecido de las estadísticas de la SRT los datos sobre trabajadores afectados por Covid-19, a partir de junio del 2021, fecha en que se decretó el fin del distanciamiento social preventivo obligatorio.

En el período enero-marzo 2020 (1º trimestre) el total de enfermedades profesionales (EP) fue de 3.394, que representaban el 3,03% del total de siniestros notificados, no exponiéndose ningún caso de EP Covid-19. Recién en el período enero-septiembre de 2020 (3º trimestre) aparecen 150.794 casos de EP Covid-19 que significan un 36,37% del total de siniestros notificados, pero los de EP restantes, si bien aumentan a 8.903, su participación disminuye al 2,15% respecto del total de siniestros.

Si se analizan por separado los casos de EP Covid-19 y los de EP restantes, resulta que, de ese total de 701 casos a los que se les reconoció algún porcentaje de incapacidad, solamente 74 corresponden a EP Covid-19 (0,049% del total de 150.794 por EP Covid-19) y 697 a EP restantes (7,04% del total de 8.903 EP restantes).

El total de personas que perdieron la vida a causa de su trabajo, en el período enero-septiembre 2020, fue de 945, de las cuales 594 (62,86%) fue a causa de EP Covid-19 y 1 por EP restantes (0,11%)7.

La altísima distancia entre las enfermedades denunciadas de Covid-19 y las escasas reconocidas por las Comisiones Médicas centrales de la SRT se debe a que el Covid, de acuerdo al DNU 367/2020, es considerada Enfermedad Profesional no listada y debe ser confirmada por dicha instancia administrativa.

La asistencia a los trabajadores que padecieron Covid-19 fue financiada fundamentalmente por el Fondo Fiduciario de Enfermedades Profesionales y el monto a marzo del 2021 fue de $16.145.836.251,78; una razón económica más por la cual no se reconoce como enfermedad profesional.

El mecanismo por el cual siempre se reconoce el mismo índice de enfermedades profesionales está en las limitaciones que imponen el restringido listado de las mismas y el manual de procedimiento para reconocerlas de acuerdo a los decretos 658 y 659 del año 1996, vigentes hasta la fecha de hoy.

El haber considerado al Covid-19 y las alteraciones de la salud mental que derivan de los factores de riesgos psicosociales como enfermedades No Listadas y los rechazos que realizan las ART y las Comisiones Médicas dependientes de la SRT, provocan lo que hemos denominado el Ocultamiento Jurídico-Epidemiológico de las enfermedades laborales.

Propuestas para el debate

La fragmentación y atomización que presenta hoy el sistema de salud en la Argentina tiene su correlato en la fragmentación y desarticulación de las diversas instancias donde se atienden y realizan –o deberían realizarse– las acciones de prevención de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

De acuerdo al contexto y la correlación de fuerzas políticas actuales, teniendo en cuenta además que aún estamos transitando la pandemia del Covid-19 en su etapa endémica y estamos sufriendo los efectos, económicos-productivos, sanitarios, educativos y sociales resultado del aislamiento y distanciamiento social que fueron necesarios para enfrentarla antes de contar con las vacunas, se hace necesario establecer un programa con etapas y prioridades en el proceso de incorporar la salud de los trabajadores a un Sistema Nacional Integrado de Salud.

En primer lugar, es necesario aprobar sin demoras la ley de Comités Mixtos en Salud y Seguridad en el Trabajo junto con una nueva ley de Prevención y Promoción de la Salud de los Trabajadores.

En dicha ley de prevención, cuyo anteproyecto elaboró el espacio intersindical Salud, Trabajo y Participación de los Trabajadores, un aspecto central –además de la efectiva incorporación y constitución de los Comités Mixtos– es el control de parte del Estado del cumplimiento efectivo de las normas que garanticen CyMAT saludables.

Otro aspecto importante para integrar la salud de los trabajadores a un SNISA es la jerarquización y refuncionalización de la actual Dirección de Salud Ocupacional del Ministerio de Salud de la Nación, transformándola en un organismo que coordine las acciones preventivas y asistenciales para los trabajadores del Estado y la incorporación en las políticas de APS que proporcione cobertura a los trabajadores cuentapropistas, cooperativistas, de la economía familiar y social, y a los desocupados, quienes hoy están fuera de la cobertura del Sistema de Riesgos del Trabajo.

Un segundo aspecto lo constituye el impulso de la conformación de los Institutos Autárquicos de Prevención y Asistencia a los Riesgos del Trabajo, como el que existe en la provincia de Entre Ríos (IASPER), junto a las ART Mutuales sin fines de lucro que estableció el decreto 1720/2012 firmado por Cristina Fernández de Kirchner. Es necesario rediscutir los Autoseguros Provinciales y Municipales imprimiéndoles una lógica preventiva y asistencial junto al componente participativo de los actores involucrados.

En tercer lugar, se hace necesario reestructurar el actual Sistema de Riesgos del Trabajo que, dada la imposibilidad política de derogar la actual Ley de Riesgos del Trabajo y las sucesivas modificaciones que se le hicieron, permita incorporar los aspectos preventivos, asistenciales y evaluatorios a los organismos dependientes del Ministerio de Salud y/o de la ANSES.

Para eso proponemos que la SRT y las ART queden exclusivamente dedicadas a la reparación económica del daño a la salud que padecieron los trabajadores y los aspectos indemnizatorios, y que las incumbencias de las actuales Gerencias de Prevención, Control de Prestaciones, Comisiones Médicas y demás vinculadas a las cuestiones asistenciales y de evaluación pasen a depender del Ministerio de Salud.





Notas:

1) SRT; Boletín estadístico mensual sobre cobertura y financiamiento período diciembre 2021, fecha elaboración marzo 2022.
2) SRT: Evolución de los casos denunciados Covid-19 Sistema de Riesgos del Trabajo; marzo 2021.
3) Séneca, Adriana. “Los riesgos del trabajo en la pandemia Covid-19”; https://www.lacausalaboral.net.ar/doctrina.
4) En torno al concepto de salud, en Revista de Salud Pública de La Plata-Argentina, enero-diciembre, 1975.
5) SRT; Condiciones de empleo, trabajo y salud de trabajadores y trabajadoras independientes. Resultados ECETSS, marzo 2021.
6) Revista Estrategia; Ejercicio 2021 Ranking General; https://www.revistaestrategas.com.ar/ranking.
7) Séneca, Adriana: Los riesgos del trabajo en la pandemia Covid-2019; https://www.lacausalaboral.net.ar/doctrina.

Autorxs


Jorge Kohen:

Médico Especialista en Medicina del Trabajo. Doctorado en Psicología por la UNR. Investigador del Consejo Investigaciones de la UNR (1995-2021). Vicedirector de la Carrera de Especialización en Medicina del Trabajo (UNR).