La industria de la maquinaria agrícola en su desarrollo actual y perspectivas futuras

La industria de la maquinaria agrícola en su desarrollo actual y perspectivas futuras

Desde la introducción de la siembra directa en nuestro país, el sector productor de la maquinaria agrícola logró revertir el proceso de atraso tecnológico en el que se encontraba. Consolidado el mercado interno, es hora de dar el salto definitivo hacia el mercado mundial, paso fundamental para lograr un desarrollo local con inclusión social.

| Por María Isabel Borghi |

La Argentina granera del mundo tuvo su vigencia en la primera mitad del siglo pasado. Posteriormente se generó el atraso tecnológico relativo, y sobre todo la producción intensiva europea y americana, que produjeron los aumentos de reservas de alimentos y la caída de los precios, con un gran deterioro de los términos de intercambio. A fines de los años cincuenta nace la industria de la maquinaria agrícola argentina, sobre todo como una consecuencia de la escasez de productos derivada de la Segunda Guerra Mundial, y por el planteamiento del desarrollismo instaurado por el gobierno del presidente Frondizi.

En esa época la dicotomía campo/industria tenía una vigencia absoluta y la maquinaria de producción nacional no era casi considerada por los productores agrícolas, situación que hoy continúa en algunos equipos (tractores y cosechadoras, por ejemplo).

Lo que marcó el comienzo de una nueva etapa fue la especialización de todo el país en la utilización de semilla modificada genéticamente, lo que posibilitó la especialización y el perfeccionamiento de la siembra directa, logrando una identidad y un lugar en el mercado internacional.

La Argentina puede hoy afirmar que posee un paquete tecnológico para producir granos, que no sólo puede suministrar las semillas, los nutrientes, los fertilizantes, los herbicidas, pesticidas, las máquinas agrícolas, el sistema de cosecha y la organización asociativa para la producción, sino que ha conseguido una generación de productores agropecuarios dispuestos a convertirse de farmer a CEO, en un curso rápido de cambio de mentalidad que constituyó una generación de buscadores de rentabilidad. La alternativa de la siembra directa, en poco tiempo, hizo que se convirtieran en especialistas en el tema y actualmente ya están utilizando la siembra con agricultura de precisión y/o inteligente.

Con esto se está logrando más producción, menor costo, y sustentabilidad de los recursos, lo que marca que la Argentina sea el líder en el desarrollo de esta tecnología y resulta absolutamente necesario que esta pequeña ventaja se consolide y perdure, para que nuestro país siga siendo el primer exportador del mundo en granos, un jugador de suma importancia en alimentos y ocupe el lugar que le corresponde en producción de máquinas y equipos agrícolas.

Esto se logra porque la Argentina tiene abundancia de los dos principales recursos necesarios para atender esa necesidad, tierra y agua dulce. Pero además cuenta con la tecnología para la mejor utilización de los mismos recursos, puesto que la siembra directa permite el manejo de la humedad, es decir, mantener la humedad en el perfil de la tierra, para utilizarla cuando el cultivo la necesita.

Por lo señalado, el paquete tecnológico argentino es de primer nivel mundial, es totalmente argentino, no es de uso de nuestros competidores granarios, y posibilita el cultivo en zonas descartadas hasta el presente.

Lo realizado hasta el momento

El primer objetivo de la Argentina fue el de lograr que industriales pymes (acostumbrados a pelear cada operación de negocios con sus colegas) entendieran que, salvo la venta, los demás problemas les eran comunes a todos. Valió la pena emplear todo el tiempo necesario para que comprendieran el mensaje, teniendo en cuenta que a partir de ese momento se abrió una segunda etapa, que es la de saber hasta qué punto están dispuestos a trabajar juntos.

La tercera etapa fue la de regionalizar la convocatoria, y partiendo de Las Parejas se convenció a Armstrong para conformar la Fundación CIDETER (Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico Regional), piedra basal del asociativismo regional, que logra su conformación ideal con la creación del CLUSTER/CECMA (Cluster Empresarial CIDETER de la maquinaria agrícola), tras la incorporación de otras ciudades como Marcos Juárez, Cruz Alta, Bell Ville, Las Rosas, Fuentes, Casilda y Arequito, entre otras (para el cual hubo que consensuar trabajos en conjunto entre los entes privados/públicos, tales como autoridades municipales, provinciales y nacionales, a las cuales hubo que convencer de la importancia del sector, y de lo fundamental que resulta su crecimiento y consolidación).

Todo esto, más los Centros Industriales en el plano político gremial y el CIDETER en el plano técnico, trabajando mancomunadamente en una tarea enorme y sin recursos, pero con un gran convencimiento, lograron lo que hoy nadie discute: un sector de máquinas agrícolas reconocido a nivel nacional.

Hubo que transitar largas discusiones para que la opinión general pase de considerar lo que señalaban como carencias y/o debilidades, a recursos y/o oportunidades, como en realidad lo son.

En el sistema internacional siempre se consideró que hacer grandes escalas de producción de un solo producto permitía bajar los costos y mejorar la calidad, y esto no se consiguió en nuestro sector ya que el mismo está formado por gran cantidad de pymes, lo que ha generado un sistema productivo revolucionario, ya que el mercado exige equipos de gran adaptabilidad al suelo, lo que requiere a su vez de distintas máquinas para distintos suelos, o sea, lo que se define en marketing como mercadeo uno a uno.

En la actualidad la Argentina reconoce unas 60 marcas de sembradoras, con una variedad de algo más de tres mil configuraciones distintas, y sin que existan barreras arancelarias, ni paraarancelarías, eliminó la entrada de equipos del exterior de las marcas tradicionales de cualquier origen (John Deere, New Holland, Case, etc.). Por de pronto la Argentina no perdió competitividad ni productividad.

Los técnicos del sector crearon un sistema de diseño tal que los fabricantes de equipos terminados son ensambladoras y diseñadoras, y los partistas son especializados en procesos con equipos más precisos.

Esta definición se fue entendiendo a través de la labor del CIDETER, buscando e imponiendo proyectos de ayuda para la adopción de programas de diseño, equipos de mecanización, mejora de productividad, etcétera.

Avanzado este proceso, se comenzó con la internacionalización de la oferta. Después de estar presente en exposiciones internacionales, llevando siempre el equipo menos indicado, gastando altos montos de dinero con resultados más que magros, se comenzó a trabajar con las misiones inversas. Así nace el Agroshowroom, tras largas negociaciones locales y el apoyo inicial fundamental del INTA (con el liderazgo del Ing. Bragachini del INTA-Manfredi), con una edición inicial experimental (en el año 2006) donde estuvo en la región un grupo de Kazajos (CEI).

También el cluster o aglomerado productivo logró últimamente construir el Centro Tecnológico (años 2009/2010), cuya función es intentar asegurar a los clientes del exterior que sigan manteniendo y/o mejorando en diseño, calidad y seguridad, por siempre.

Perspectivas futuras

Parecería que ya se hubieran cubierto las necesidades, pero en realidad sólo se ha comenzado.

El mundo lo dominan, desde el punto de vista técnico, los cuatro grandes grupos multinacionales (John Deere, AGCO, CNH, CLAAS) y desde el punto de vista de precios, India y China.

Las multinacionales cubren su expansión a través de aumentos de capital, ampliaciones de capital ofrecido a las bolsas, endeudamiento internacional, etc. Las empresas de India y China poseen un flujo de ingreso, originado por el giro y el alto nivel de utilidades, de las ventas de sus propios mercados internos, que casi los obliga a invertir compulsivamente.

Las empresas argentinas luchan día a día por reconstituir su capital de trabajo, es decir, no existen recursos más que para mantener el nivel investigativo actual.

En cuanto a recursos humanos, las empresas pymes argentinas no cuentan con personal con entrenamiento práctico en comercio exterior, en diseño asistido por computación, en agricultura precisa (tecnología de punta que a corto plazo deberá incorporarse a la máquina agrícola), en procesos optimizados en soldadura, pintura, etcétera.

Los nuevos tiempos van a exigir modificaciones técnicas en los productos, cada vez más importantes y frecuentes, con lo que la interrelación de los equipos de diseño de las empresas con sus proveedores y con el nuevo Centro Tecnológico va a requerir de un alto grado de asociatividad para poder responder en tiempo y forma a esos requerimientos de mercado.

La visión sobre los cambios y la adaptación a los mismos, la amplitud de la mente para entender distintas realidades, creencias y costumbres, exige una evolución del statu quo local, que resulta necesario motorizar.

Con el fin de poder resolver los problemas planteados y así poder tanto mantener el mercado interno como ganar mayor inserción en los mercados internacionales, es preciso contar con una futura industria de maquinaria agrícola con las siguientes características:
• Que sea innovadora.
• Que desarrolle procesos productivos eficientes y productos de alta calidad.
• Que sea competitiva en costos y calidad.
• Que tenga una producción significativa en la mayoría de los segmentos.

Como conclusión, este sector de fabricantes de máquinas agrícolas se ha trazado para un futuro inmediato los siguientes objetivos:
• Contar con una industria altamente competitiva en costos y calidad de productos.
• Continuamente generar innovaciones en sus productos, con el fin de no perder mercados (que podrán ser ganados por las empresas multinacionales).
• Continuar con la inserción en nuevos mercados internacionales y fidelizar los alcanzados.

Por ello, el sector ha tomado como compromiso futuro trabajar sobre:

1. Innovación. Se ha llegado hasta acá gracias a la innovación (pues la innovación del proceso agropecuario es la base del proceso innovativo de máquinas agrícolas). Por ello se debe incentivar la innovación tecnológica de los procesos y/o productos, así como también la calidad de los procesos.

2. Ampliar la mente. Se debe hacer entender que sólo con el mercado interno (que es pequeño) no se posibilitará un crecimiento lo suficientemente rápido como para aprovechar la innovación argentina. Se debe motorizar el involucramiento de las pymes del cluster con el fin de fortalecer el potencial exportador.

3. Definición productiva. El proceso de fabricación de la máquina agrícola se encamina hacia empresas terminales (con muy buen diseño); se ensamblan piezas producidas por partistas con mecanizaciones de última tecnología. Por ello es importante generar condiciones para incrementar las inversiones y promover la integración de la cadena productiva.

4. Conducción. Se deberá formar equipos de conducción comprometidos, con gran habilidad para extraer los conceptos utilizables por las empresas y el país. Por ello es necesario fortalecer los vínculos y las relaciones entre las empresas, consiguiendo el desarrollo de la confianza necesaria.

5. Intercambio. Se deberá formar negociadores que tengan la habilidad de pelear los mercados con ideas y procedimientos creativos.

6. Internacionalización. El sector público/privado, con todas sus organizaciones (tal como se estuvo haciendo hasta el momento), debe participar de un plan de internacionalización de la máquina agrícola y un plan de demostración de la tecnología argentina en sitio (campos experimentales), con el fin de conseguir un objetivo bien marcado por el sector, el aumento de las exportaciones en un 53% para el 2015, tal como se demuestra en el gráfico 1.

7. Producción de maquinaria de procesos agroalimentarios. En la estrategia del PEA 2020 se indica un fuerte crecimiento agroindustrial y agroalimentario, lo que significa que los fabricantes de máquinas agrícolas deberán comenzar a fabricar máquinas de procesos agroindustriales.

Gráfico 1. Evolución de las máquinas agrícolas y agropartes en el mercado externo (exportación). En millones de dólares

(*) estimado.
Fuente: INTA-Manfredi – CAFMA – INDEC – CIDETER – Fundación Exportar.

Sobre algunos de estos puntos ya se está trabajando.
Veamos dos casos:

1. Innovación. Actualmente se cuenta con un Centro Tecnológico Regional CIDETER desde el que se intenta estar a la vanguardia internacional (salto tecnológico necesario que se debe marcar con el fin de ganar el mercado internacional) siguiendo determinadas políticas tecnológicas:
• Alentar y fomentar una cultura innovadora en todas las industrias y sectores.
• Fomentar el desarrollo de competencias tecnológicas de las empresas y de los recursos humanos. Papel clave de la capacitación y de la asistencia.
• Fomentar el desarrollo de redes que incentiven la circulación del conocimiento y posibiliten el desarrollo de actividades innovadoras.
• Fomentar el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación.
• Ajustar la investigación hacia la innovación, tanto a nivel internacional, nacional como regional (en este caso comenzando por la introducción de la agricultura precisa a los equipos agrícolas), pero dejando un aprendizaje y metodología de la investigación y la innovación para el mantenimiento y/o ganancia del mercado internacional.

Fundación CIDETER viene realizando a través de los años actividades (capacitación a empresas y gestión de proyectos) que hacen a la incentivación de la innovación tecnológica, la calidad de los procesos y la fortificación del potencial exportador. Es una institución donde su prioridad es gestionar innovación e I+D.

A partir de este año se pondrán en marcha servicios tecnológicos para optimizar la investigación de I+D de los productos del sector de máquinas agrícolas. Por ello tiene previsto realizar:
• Capacitación en diseño con los nuevos software CAD+CAM+CAE.
• Poner en marcha equipos auxiliares de diseño (scanner, prototipado, etc.).
• Laboratorios químicos, metalográficos y dureza para la resolución de problemas y/u optimización de los procesos productivos.

2. Internacionalización. Se ha encarado un plan estratégico de internacionalización 2012/2015 y la puesta en marcha de los campos experimentales con profesionales y maquinaria argentina, lo cual fue con una manera innovativa de abordar los mercados externos mediante la réplica del modelo productivo argentino (se comenzó en los países subsaharianos), con el fin no sólo de venderles las máquinas, sino conducir el negocio completo. O sea, la producción, la industrialización y el comercio internacional de la producción. Está previsto en 2014 hacer esta actividad en los países del este de Europa (Ucrania).

Tabla 1. Sector de maquinaria agrícola y agropartes (aproximadamente 800 pymes) En millones de dólares
Aumento de puestos de trabajo genuinos directos más indirectos en el 2010 = 90.000 puestos / en el 2020 = 117.500.
Fuente: Ing. Mario Bragachini – INTA-Manfredi.

Conclusión

Los fabricantes de maquinaria agrícola argentina y agropartes tienen como desafío para el 2020 adicionar un 25% de puestos de trabajo a la demanda laboral actual (27.500 empleados), aumentando las ventas en el mercado interno en 600 millones de dólares por sustitución de importaciones, cuadruplicar las exportaciones actuales (260 millones de dólares), logrando una cifra de exportación de 1.000 millones de dólares, lo que daría un saldo positivo de la balanza comercial de 400 millones de dólares (monto idéntico al actual pero con signo contrario, debido a la importación de tractores y cosechadoras).

En resumen, la maquinaria agrícola y agropartes de la Argentina está frente a la oportunidad histórica de transformarse y crecer definitivamente, evolucionando en el grado de internacionalización de las empresas pymes radicadas estratégicamente en el interior productivo, donde hoy se requiere agregar valor, generar puestos de trabajo, y con ello alcanzar el desarrollo local con inclusión social.

Sólo las innovaciones harán posible este logro de la oportunidad, con el fin de conseguir el sostenimiento de la competitividad industrial metalmecánica destinada al agro.

Autorxs


María Isabel Borghi:

Ingeniera Mecánica Metalúrgica. Gerente de Fundación CIDETER. Unidad Ejecutora del cluster CECMA (Cluster Empresarial CIDETER de la Maquinaria Agrícola).