Impacto de los fármacos en la personas mayores

Impacto de los fármacos en la personas mayores

Los avances en la medicina y el desarrollo de nuevos medicamentos han favorecido el aumento de la esperanza de vida. Sin embargo, el uso inapropiado de fármacos supone un gran impacto en salud y en la calidad de vida de las personas, sobre todo en la población de edad más avanzada. A continuación, algunas cuestiones a tener en cuenta.

| Por Romina Rubin |

En el mundo, el grupo de personas mayores de 60 años crece cada vez más con respecto al total de la población y la Argentina no escapa a dicha tendencia.

Los avances en la medicina y el desarrollo de nuevos medicamentos han favorecido el aumento de la esperanza de vida, para el 2050 se espera que las personas vivan más allá de los 80 años.

La prevalencia de múltiples enfermedades aumenta exponencialmente con la edad, lo cual implica mayor número de condiciones médicas crónicas, más hospitalizaciones y por lo tanto mayor uso de fármacos.

El uso inapropiado de fármacos supone un gran impacto en salud y en la calidad de vida de las personas. Más teniendo en cuenta que la población mayor de 60 años recibe proporcionalmente el mayor número de medicamentos, y curiosamente es el grupo de personas que tiene mayor riesgo de sufrir efectos adversos y toxicidad.

Las personas que viven en instituciones consumen en promedio 8 drogas por persona, casi el doble del consumo de los que viven fuera de las mismas.

El término “polifarmacia” es usado para describir la situación en la que se prescriben varios medicamentos. Sin embargo, un número no despreciable de personas requiere de la utilización de varios fármacos porque tienen varias afecciones o patologías que deben ser tratadas. Lo cierto es que el aumento de la expectativa de vida se acompaña del aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas, y el desarrollo de la ciencia encuentra actualmente nuevos y mejores tratamientos que en el pasado.

En las personas mayores se producen cambios durante el envejecimiento que modifican el metabolismo frente a los fármacos. Esto altera la distribución de los mismos en el organismo.

Con el envejecimiento hay una mayor sensibilidad a algunos fármacos y en estos casos, aun dosis bajas pueden producir efectos adversos en pacientes susceptibles. Por otra parte, hay casos que pueden requerir menores dosis para lograr igual efecto que en una persona más joven.

El problema de la polifarmacia se agrava cuando la persona es atendida por varios especialistas y cada uno considera su prescripción específica, sin considerar qué otros medicamentos recibe, con potenciales interacciones e incluso duplicaciones.

Las reacciones adversas aumentan en relación directa con la cantidad de drogas usadas y con la edad, hay veces en las que el mejor tratamiento es retirar un fármaco que iniciarlo.

Las reacciones adversas a fármacos son siete veces más frecuentes y tienden a ser de mayor severidad en personas de entre 70 y 79 años, que en personas de 20 a 29 años.

Entre un 5% y un 17% de los ingresos hospitalarios se deben a reacciones adversas y entre el 28% al 68% son prevenibles. El 50% de las complicaciones en individuos internados se debe a la utilización de fármacos.

El punto más importante de la reducción de la polifarmacia o de fármacos innecesarios es la comunicación médico-paciente, la información acerca de ventajas y desventajas de los tratamientos, para lo cual es necesario el desarrollo de materiales de educación para pacientes y dar información acerca de los efectos adversos.

Las reacciones adversas probablemente ocurran más frecuentemente en ancianos debido a la interacción de múltiples factores: el uso de muchas drogas simultáneamente, el alto número de enfermedades concomitantes, la severidad de las mismas, alteraciones relacionadas con cambios en el metabolismo y acción de las drogas en personas de edad avanzada, al igual que la reducción en la reserva funcional (resto físico) de órganos y sistemas, problemas con la adhesión (cumplimiento de las indicaciones médicas) al tratamiento y la automedicación.

Algunos datos

• Más del 60% de todas las visitas al médico terminan en escribir una prescripción (receta), y la mitad de las consultas en los servicios de emergencias resultan en la adición de un medicamento.
• Muchos médicos se niegan a discontinuar tratamientos, especialmente aquellos que han sido usados por un largo período de tiempo, aun sin conocer el motivo por el cual fue indicado o cuándo.
• Otra razón de uso inadecuado y polifarmacia es que las personas habitualmente consultan a múltiples especialistas. Aquí es importante recalcar que la comunicación entre los médicos debe siempre tratar de optimizarse lo mayor posible.
• El manejo de la información médico-paciente-familia-cuidador y el efecto que causa la indicación que todavía se escucha: “Debe tomarlo de por vida”; esto no es cierto para ningún medicamento y mucho menos en geriatría, donde la revisión de la medicación y los tratamientos tienen fundamental importancia y es parte de la consulta médica.

Los problemas relacionados con medicamentos deben ser abordados como enfermedades, que bajo mirada médica deberán ser diagnosticados, para poder luego intervenir e idealmente prevenirlos. La revisión sistemática de los fármacos es una tarea imprescindible.

Los problemas relacionados con medicamentos son:
• La sobreprescripción: se denomina así a la prescripción de fármacos sin indicación precisa al momento de la evaluación.
• La subprescrpción: es aquella en que el paciente debería recibir algún fármaco por la presencia de alguna patología específica y no la recibe. Se relaciona con mayor morbilidad y menor calidad de vida.
• La disprescripción: esta puede darse por dosis inadecuada, por tiempo inadecuado o porque existen alternativas más seguras.
• La detección de eventos adversos.
• La valoración de cumplimiento adherencia. La adherencia es el cumplimiento correcto del tratamiento indicado por el profesional.

La administración de medicamentos puede generar reacciones adversas en cualquier etapa de la vida, y su incidencia aumenta en personas de edad avanzada.

Los tratamientos complejos, es decir, con varios medicamentos y de duración prolongada; los defectos en la comunicación en la relación médico-paciente-familia; tener varias enfermedades crónicas; la valoración clínica inadecuada, son algunos de los factores que contribuyen a que esto ocurra.

Las interacciones medicamentosas alteran los resultados finales esperados y generan reacciones adversas prevenibles.

La prescripción de un medicamento para tratar un efecto colateral de un fármaco administrado previamente desencadena una cascada de prescripción. La suspensión del medicamento que generó el síntoma es la conducta más apropiada.

Principios para reducir riesgo de los fármacos

• El paciente no debe automedicarse.
• Siempre se debe concurrir al médico con todos los medicamentos que toma, aun hierbas.
• Tener presente que no siempre es necesario tomar un medicamento para alguna molestia que se sienta.
• Pedir siempre las instrucciones claras de cómo debe tomarlo y hasta cuándo.
• Preguntar acerca de cuáles son los efectos adversos que pueden aparecer.
• Solicitar al médico que revise la medicación que está tomando.
• Tener cuidado en usar nuevos compuestos del mercado, pues los efectos en ancianos generalmente no son muy conocidos. Saber que existen medidas no farmacológicas que pueden ser útiles.
• Priorizar la figura del médico de cabecera.
• Mantener una buena comunicación con su médico.

Autorxs


Romina Rubin:

Médica Clínica. Médica Geriatra. Magister en Gestión de Servicios de Gerontología. Directora Médica del Hogar Ledor Vador. Vicedirectora de la Carrera de Especialista en Geriatría UBA. Miembro del Equipo Técnico de la Dirección Nacional de Políticas para Personas Mayores del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.