Divulgación del conocimiento y complejos CyTi. Caso: Foro para la innovación tecnológica (FoInnTec) de Villa María

Divulgación del conocimiento y complejos CyTi. Caso: Foro para la innovación tecnológica (FoInnTec) de Villa María

El desarrollo de innovaciones tecnológicas genera importantes cambios en las condiciones económicas, políticas y culturales de la sociedad. Los modelos tradicionales de comunicación de la ciencia y la tecnología presentan a las verdades científicas como un saber universal e independiente de la realidad. En este marco, es necesario dotar a los conceptos de contenido social-contextual, para mejorar la actitud y el interés de los ciudadanos en relación con la ciencia y su apropiación.

| Por Oscar Nicolás Alamo |

La utilización de instrumentos públicos en Ciencia, Tecnología e Innovación (CyTi) se presentan en nuestros días, en general, circunscriptos a establecer normas que tienen relación con la generación y producción del conocimiento, privilegiando elementos ajenos a la Divulgación Científica (DC), sin tener en cuenta que el escenario CyTi está compuesto por diversos actores, sectores e instituciones que convergen con capacidades diversas.

En este escenario, al que podemos denominar Complejo CyTi, la divulgación del conocimiento científico y tecnológico debiera ser considerada como una de sus dimensiones constitutivas, como una práctica plena en potencialidades, que dinamiza la interacción entre los distintos actores que conforman estos particulares entramados. En consecuencia, se pueden advertir limitaciones y problemas que necesitan ser explorados y profundizados con vista a ampliar las posibilidades de interacción, desarrollando aquellos aspectos que contribuyan a una efectiva y dinámica construcción.

De acuerdo con lo enunciado, el objeto del presente trabajo se constituye en una aproximación al estudio de los complejos en CyTi, a efecto de problematizar, en particular, algunos aspectos relevantes en la dimensión de la divulgación y comunicación científica y tecnológica.

El caso abordado es el Foro para la Innovación Tecnológica de Villa María, espacio conformado por la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), la Facultad Regional Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional (FRVM-UTN), el Ente para el Desarrollo Productivo y Desarrollo Tecnológico dependiente de la Municipalidad de Villa María y la Asociación de Empresarios de la Región Centro Argentino (AERCA).

En tal sentido, presentamos en esta etapa diagnóstica el avance sobre el relevamiento y estudio de algunos instrumentos de gestión propiciados por los Estados (en sus distintas jurisdicciones) a fin de detectar y analizar la presencia de la divulgación del conocimiento científico y tecnológico, y de qué manera su inclusión permitiría intervenir como factor determinante, generador de mecanismos que posibiliten visibilizar nuevas modalidades de interacción y construcción de escenarios participativos en la definición de instrumentos públicos en CyTi.

El cambio operado como consecuencia de la creciente inserción social de tecnología se expande dinámicamente y propone nuevas modalidades de gestión y organización de la sociedad, tanto a nivel local como global. La emergencia de dimensión social de la tecnología conlleva a nuevas prácticas, las cuales son apropiadas, significadas y proyectadas, en directa relación con las capacidades científicas y tecnológicas propias de cada y determinado espacio social.

Por lo tanto, avanzar en el desarrollo de innovaciones tecnológicas implica gestionar cambios que incidirán directamente en las condiciones económicas, políticas y culturales de la sociedad. Se ha podido observar que la innovación altera las reglas de juego a nivel empresarial, mercados e instituciones. Por lo tanto, entendemos que esta debe ser comprendida como un medio, no como un fin, y sus instrumentos deben ser flexibles, para contar con capacidad de adaptabilidad a las condiciones específicas de cada región o país.

Por su parte, una cuestión –no menor– es lo vertiginoso de los cambios propuestos. Así, los distintos actores sociales en el proceso de toma de decisiones y posicionamiento, como consecuencia de los nuevos esquemas planteados, tienen por objeto no sólo definir una posición actual, sino a la vez la necesidad de prevenir o prever nuevos escenarios, en relación con la dinámica impuesta por la misma dinámica tecnológica.

En consecuencia, podemos afirmar que se debe partir de un proyecto o base estratégica que reúna equilibradamente los intereses de aquellos que participan en la gestión, identificando las principales tecnologías a desarrollar, a partir de un diagnóstico que reconozca cuáles son aquellas variables que influyen más significativamente. Para alcanzar estos objetivos, tanto los actores sociales como sus instituciones, es decir, sector privado (empresas), organismos autárquicos (universidades y centros de investigación) y gobierno (en sus distintas jurisdicciones), deberán construir un sólido sustento de conocimientos y aplicaciones tendientes a alcanzar un mayor nivel de productividad y competitividad.

La articulación público-privada

Desde hace ya algunos años, la articulación público-privada implica pensar en un ecosistema donde convergen y se relacionan distintos actores (sector empresarial, Estado, universidad, organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales, entre otros).

Esto es, propiciar espacios de colaboración interinstitucional que acerquen las necesidades de los distintos sectores productivos y de gestión con las capacidades del sistema de innovación. En tal sentido, en materia de políticas públicas, las mismas deben articular la propia demanda.

En consecuencia, es menester fijar una agenda de prioridades de innovación, participativa y que permita crear acuerdos públicos-privados pertinentes que garanticen una gestión eficiente y sostenida en el tiempo. Una vez más, la territorialidad hace eco cuando se trata de políticas dirigidas hacia sectores y regiones específicas. De esta forma, asume carácter estratégico la identificación de las potencialidades de la región y de los sectores productivos, para la mejor adaptabilidad de las políticas.

En particular, la experiencia alcanzada a partir de la conformación del Foro para la Innovación Tecnológica (FoInnTec) – Hacia un espacio para el desarrollo del Complejo Científico y Tecnológico Local y Regional, ha mostrado desde su génesis, variadas aproximaciones coyunturales propias de la convergencia de actores e instituciones que provienen de distintos espacios del quehacer académico, político y social. Incluso, desde las perspectivas de las dos universidades que integran este espacio.

La construcción de este espacio data de comienzos del año 2012, su formalización operó en abril de 2013. Como se mencionara, su objetivo general está orientado a conformar una estructura de colaboración interinstitucional, tendiente a consolidar la idea de sistema regional de innovación, acercando las necesidades del sector socio-productivo con las capacidades del sistema científico-tecnológico local y regional. De este modo, se ha centrado la articulación de las instituciones intervinientes en aunar criterios que permitan comprender e integrar diferentes tipos de conocimiento científico, tecnológico, legal, comercial en las áreas objeto de la gestión en I+D+i.

Por su parte, avanzar en la vinculación y transferencia tecnológica ha implicado delimitar distintas etapas en la gestión y desarrollo del espacio interinstitucional. En tal sentido, se definieron tres instancias consecutivas, a saber: la conceptualización, la planificación y la ejecución de proyectos asistidos de innovación que desplieguen las potencialidades y apoyos disponibles.

Conceptualización y divulgación

Esta primera etapa mostró claramente la divergencia conceptual sobre numerosos tópicos propios de la lógica de cada sector representado. Así, conceptos tales como conocimiento, ciencia, tecnología, innovación, comunicación, desarrollo, vinculación, transferencia, entre los más significativos, fueron colocados en tensión y convergencia, a fin de poder avanzar en una significación “común”, que permita abordar las distintas temáticas que emergieron en la gestión del Foro.

Y fue allí, precisamente allí, donde se pudo observar una marcada ausencia de la divulgación científica y tecnológica. En particular, al momento de interactuar desde los lenguajes y contenidos académicos, para con los provenientes de espacios de la administración empresarial y municipal.

En consecuencia, se pudo observar la problemática emergente que viene dada al momento de identificar las distintas percepciones, en relación con los avances científicos y tecnológicos por parte de los distintos actores, en un marco que propone complejas transformaciones.

Tornó en evidente también que los modelos tradicionales de comunicación de la ciencia y la tecnología, asumidos por no pocos investigadores, presentan a las verdades científicas como un saber universal e independiente de la realidad, sin tener en cuenta las distintas prácticas sociales que pudieran contener o referir a la apropiación de una determinada tecnología.

Cierto “estilo comunicativo” da por sentado que para una gran mayoría los conocimientos científicos son incuestionables, fuente única de validación de la verdad. Es decir, conocimiento cierto y objetivo sobre la realidad.

Así, la relación consiste cada vez más en la transmisión de resultados, de conceptos y de doctrinas, y en el mejor de los casos, de métodos que se divulgan, sin tener en cuenta las circunstancias que habían presidido su elaboración.

Este tipo de comunicación científica es para nada narrativo –es decir, inmerso en significaciones humanas–, sino sobre todo dogmático, es decir que presentaba verdades, digamos… poco contextualizadas.

Se ha podido observar que las verdades científicas son presentadas como un saber desanclado. En consecuencia, bajo esta concepción de comunicar saberes, los mismos se convierten en cuestiones objetivas, deslocalizadas y ajenas –en términos de pertenencia social– a los intereses de los ciudadanos, y por ende, de la comunidad a la cual pertenecen.

Por lo tanto, se procuró dotar a los conceptos de contenido social-contextual, lo cual posibilitaría el desarrollo de una concepción sobre la relación entre ciencia, tecnología, innovación y sociedad, diferentes de las actualmente diseminadas, predominantes en los ámbitos formales de producción y distribución de conocimiento.

Podríamos calificar a esta etapa de una gran riqueza constitutiva, dada la diversidad y convergencia de las percepciones puestas en juego acerca de las distintas temáticas abordadas.

Modelos comunicacionales alternativos

Otra emergencia observada es la necesidad de contar con modelos de abordajes alternativos, críticos de los métodos tradicionales en cuanto a la divulgación de la ciencia y la tecnología. En tal sentido, se consideró la posibilidad de incorporar cambios al momento de analizar y poner en valor los diferentes aspectos relacionados con el conocimiento y prácticas de los distintos actores involucrados en estos procesos.

Se avanzó en la propuesta de una suerte de integración, en relación con la comunicación de la ciencia y la tecnología. En general, se propone conformar estructuras formales e informales, que fomenten una cultura más cercana a valores sociales, que como espacio de llegada contemple todo un ámbito social determinado, con el objeto de evitar, entre otros, la fragmentación. Así, inserta en su contexto de pertenencia, tal situación posibilitaría mejorar la actitud y el interés de los ciudadanos en relación con la ciencia y su apropiación.

La apropiación de conceptos y procedimientos científicos en ámbitos propios suministra condiciones necesarias (pero no suficientes) para los individuos, a la vez que posibilitaría una mayor adaptación crítica, al tiempo que contribuye a superar las restricciones impuestas por otros contextos culturales.

Al utilizar elementos de la realidad social de los ciudadanos, no solamente se facilita el acercamiento a los conceptos propiamente dichos, sino que también se desarrolla la actitud de asociar “conocimientos científicos-tecnológicos” con “realidad vivenciada”. Por consiguiente, para aquellos ámbitos académicos y de investigación involucrados, al momento de reconocer, reelaborar y divulgar saberes de una comunidad, se establecerían conocimientos que fortalecen determinada identidad cultural.

De esta manera, una institución orientada a la formación, en su carácter de locus privilegiado de la divulgación de conocimientos científicos y tecnológicos, aumenta su legitimidad social y vínculos con la comunidad.

Es claro que si bien la ciencia se encuentra presente a diario en la vida de los seres humanos, en escasas oportunidades es evidenciada la relación que existe entre ciencia, tecnología y sociedad. Una sociedad usufructúa los producidos de la ciencia y la tecnología sin comprender su naturaleza, sus ventajas y desventajas, sus límites y sus riegos. Es en este contexto que el proceso de comprensión puede contribuir a la formación de sujetos capaces de opinar acerca de los destinos de la ciencia y la tecnología, ejerciendo su ciudadanía al respecto.

Avanzar en esta línea implica adoptar posiciones que nos remiten al concepto de “democratización del conocimiento”, comprendido este en su dimensión política asociada a la actividad de comunicar ciencia y tecnología. Se trataría entonces de una opción conceptual (ideológica), que tiene fuertes correlatos a nivel instrumental sobre las formas de divulgar conocimiento científico y tecnológico.

Si bien numerosos autores acuerdan en la necesidad de alcanzar compromisos sociales por parte de los actores identificados con el campo de la educación y la divulgación científica y tecnológica; no menos importante es la consolidación de un modelo participativo que alcance a las comunidades científicas locales, con identidad e intereses propios y menos susceptibles a las mudanzas científico-tecnológicas importadas de los países centrales.

Según Sara Rietti, en nuestras universidades se sigue bajo un modelo de enseñanza-aprendizaje autoritario, que es heredado del siglo pasado, ineficaz, y sobre todo, se mantiene el tema de la neutralidad y el determinismo.

Por lo tanto, levantar la cuestión del mejoramiento de la enseñanza (desde una perspectiva comunicacional) de la ciencia y la tecnología se inscribe en una antigua tradición educativa en el país y la universidad, dirigida a democratizar el conocimiento. Entendiendo que estos aspectos representan una responsabilidad que emana del propio proceso de investigación; y que por lo tanto deben constituirse desde el origen en uno de los ejes de una política para la ciencia.

Conclusión. Instrumentos públicos CyTi y divulgación

Pensar en instrumentos públicos de CyTi, programados para la gestión de la vinculación y transferencia tecnológica, orientados a dinamizar la producción, la competitividad y el desarrollo, implica que la identificación de potencialidades asuma carácter estratégico para la formulación y adaptabilidad de las políticas públicas. Pero no alcanza sólo con los saberes expertos, estos deben ser comprendidos y compartidos por una ciudadanía que los valide socialmente.

Se ha podido observar que los procesos de producción desintegrados o integrados regionalmente y la capacidad del Estado para acompañar con políticas la generación de valor agregado a nivel local, suelen desembocar en instrumentos estancos que proponen soluciones puntuales y cerradas.

El desarrollo de estas políticas muestra que a pesar de la creciente inserción de CyT en la sociedad, no ha sido significativa la participación del público en la toma de decisiones, emisión de opiniones y valoración de los impactos relacionados con acontecimientos, pensamientos, prácticas y productos científicos-tecnológicos. En consecuencia, la definición de una agenda participativa y equilibrada de prioridades en materia de procesos de I+D+i permitirá concretar acuerdos públicos-privados sostenibles.

Y ¿por qué es necesario equilibrar la agenda I+D+i? Porque a medida que evoluciona la interacción de actores y agendas, cada agenda propia ingresa a un espacio de disputa, en relación con la toma de decisiones, a partir de un sutil (a veces no tan sutil) y dinámico proceso de co-construcción. Se tratará entonces de alcanzar un nuevo y particular modelo comunicativo-cognitivo.

De este modo, dependiendo del poder relativo de cada actor en esta disputa, su modelo cognitivo podría pasar a ser percibido como correcto. En consecuencia, pasará a ser socialmente legitimado en la forma y contenido para los desarrollos en CyTi.

Según lo expresado por Renato Dagnino en Neutralidade da ciencia e determinismo tecnológico, es lo que pareciera ocurrir con la visión-percepción de neutralidad y determinismo de numerosos miembros de la comunidad científica en relación con las políticas públicas en CyTi.

En conclusión, junto con la necesidad de desarrollo de complejos científicos y tecnológicos locales y regionales, se presenta la necesidad de contar con espacios para la gestión de la divulgación. Esto es, definir planes estratégicos a corto, mediano y largo plazo, en materia de CyT, donde se involucre a la divulgación del conocimiento como una de sus necesarias dimensiones.

Y en relación con la temática del desarrollo regional en nuestro país, es pertinente plantear una cuestión relevante: construir espacios para pensar el desarrollo de complejos científicos y tecnológicos locales y regionales que contemple las inquietudes y necesidades de los distintos actores sociales involucrados. En este contexto, propiciar la comunicación y divulgación de la ciencia y la tecnología puede convertirse en una llave de legitimación social y ciudadana.

Autorxs


Oscar Nicolás Alamo:

Docente Investigador Regular de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM). Especialista en Investigación de la Comunicación e Ing. en Sistemas de Información. Posgraduado en Modelos y Simulación de Sistemas Discretos y Continuos. Director del Proyecto Interinstitucional “Divulgación del conocimiento científico y construcción de ciudadanía. Formulación de políticas públicas en CyT”. UNICAMP-UMSA-UNVM.