Categoría: N° 21

| Por Lía Rodríguez de la Vega | La migración desde la India es una de las mayores del mundo. En nuestro país, si bien el número es reducido, intentan preservar su memoria colectiva y una conciencia de grupo étnico a través de su cultura. La gastronomía, ropa, artículos decorativos, danzas, etc., ya son parte del paisaje urbano.

| Por Cecilia Onaha | Desde hace más de ciento veinte años Japón y la Argentina han ido escribiendo, a través de los flujos migratorios, una historia de integración cultural recíproca. El arraigo, el reencuentro con su origen y la renovación de conocimientos son distintas expresiones de un fenómeno que sigue vigente.

| Por Laura Lucía Bogado Bordazar | A partir de la sanción de la nueva ley nacional de migraciones, que reconoce importantes derechos a todos los migrantes, la inmigración China –entre otras– volvió a crecer en nuestro país. A continuación, un breve recorrido por las causas y motivos de una relación que se afianza.

| Por Carolina Mera | Los flujos de inmigración coreana a nuestro país siguieron los vaivenes del devenir histórico argentino. Sin embargo, gracias a su formación bicultural, ciertos jóvenes coreanos crecidos y formados en la Argentina pudieron reinsertarse en otras ciudades y contextos, aminorando el impacto de una nueva migración.

| Por Gisele Kleidermacher | Desde mediados de la década de los ’90 se ha acentuado la llegada de migrantes senegaleses a nuestro país. Esto se debe a factores históricos, comunitarios, culturales, religiosos y, por supuesto, económicos. ¿Qué falta para lograr un proceso de integración plena a la sociedad de destino?

| Por Brenda Matossian | El proceso migratorio de Chile a la Argentina atravesó diferentes etapas con sus respectivas características particulares. A continuación, un recorrido histórico por la compleja y tensa relación entre dos países que comparten la tercera frontera terrestre más extensa del mundo.

| Por María Luján Leiva | La migración calificada desde el Sur ha sido y es fundamental en la concentración de la producción del saber en los países centrales. Los países en desarrollo deben revertir este proceso y utilizar el conocimiento como una fuente de capacitación social, empoderamiento y una herramienta de autonomía.